La sede de la masoner¨ªa muestra sus secretos
1.800 personas aprovecharon las jornadas de puertas abiertas de la Gran Logia de Espa?a en Madrid, que se convirti¨® en el edificio m¨¢s visitado de la Semana de la Arquitectura
Un comp¨¢s y una escuadra rompen la monoton¨ªa de una fachada gris en el n¨²mero 6 de la calle Juan Ram¨®n Jim¨¦nez de Madrid. Los acompa?an tres siglas: G. L. E. As¨ª es como se presenta la Gran Logia de Espa?a, la que congrega a unos 4.000 de los 4.500 masones espa?oles, en su sede de la capital. Superada la sobriedad exterior, un sal¨®n con vocaci¨®n inglesa recargado de simbolog¨ªa recibe a los visitantes. Estos, habitualmente pocos, se multiplicaron el pasado fin de semana. El local abr¨ªa sus puertas por primera vez en la Semana de la Arquitectura y fue la sensaci¨®n del fin de semana. 1.800 personas pasaron por all¨ª entre el s¨¢bado y el domingo. Con las cifras que maneja Open House Madrid, que gestiona las visitas durante el festival de arquitectura, fue el edificio m¨¢s visitado de los 100 que se ofrec¨ªan. Todav¨ªa algo abrumado por la marea de gente, Javier Escalada, gran maestre provincial de Madrid, reconoce que no se lo esperaban. ¡°Hubo un momento en que se acumularon cuatro carritos de beb¨¦ aparcados en la entrada¡±, cuenta con algo de frustraci¨®n ya que recortaron las visitas a media hora para agilizar la cola que se form¨® en la calle.
Con la nueva semana, la sede de la masoner¨ªa en Madrid recupera la calma. Y Escalada, madrile?o de 47 a?os y mas¨®n desde hace 18, se detiene a explicar con profusi¨®n cada detalle del local. De las fotos de todos los Grandes Maestros desde la llegada de la Democracia al cuadro que organiza los d¨ªas de reuni¨®n de las 18 logias madrile?as. Todas usan esta sede que acoge un abanico de ritos y de idiomas (adem¨¢s del castellano, hay logias que usan el franc¨¦s, el ingl¨¦s y el portugu¨¦s). Los s¨ªmbolos de compases y escuadras -¡°una representaci¨®n de lo terrenal y lo espiritual¡±- est¨¢n omnipresentes y no faltan una peque?a tienda con mandiles y otros complementos rituales, una modesta biblioteca o una gran mesa ¡°para los ¨¢gapes¡±, que as¨ª es como se terminan las ceremonias. El lujo no aparece por ninguna parte y la estrecha cocina, que no se usa para cocinar ya que la comida se encarga, muestra dos microondas pero cero fogones.
Aunque el plato fuerte de la visita son los dos templos. Uno, ¡°el que gusta m¨¢s¡± seg¨²n Escalada, es una estancia de unos 40 metros cuadrados donde destacan el granate y la escasa iluminaci¨®n. Su interior, como el del templo grande (que mide aproximadamente el doble y est¨¢ mucho m¨¢s iluminado), guarda un orden preciso. Un sol y una luna marcan el oriente, donde se sienta el venerable maestro que preside las ceremonias. Al norte y al sur se sit¨²an aprendices y compa?eros, los dos grados por los que hay que pasar antes de llegar a maestro. Las columnas d¨®ricas, j¨®nicas y corintias, as¨ª como las representaciones de H¨¦rcules, Venus o Atenea; simbolizan la fuerza, la belleza y la sabidur¨ªa. Y junto a la puerta, un bloque de piedra sin pulir y uno ya pulido con martillo y cincel recuerdan la aspiraci¨®n de cambio de los masones. Al fin y al cabo, dice Escalada, lo que esconde esa fachada gris algo enigm¨¢tica a pocas manzanas del Santiago Bernab¨¦u, no es m¨¢s que ¡°un lugar de perfeccionamiento moral¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.