C¨®mo el sol engullir¨¢ la tierra y otras realidades aterradoras del Universo
Los agujeros negros, el 'big bang', el cero absoluto... El cosmos arroja tantos dilemas filos¨®ficos que incluso Carl Sagan podr¨ªa dudar de su existencia. El libro 'El universo en tu mano', de un disc¨ªpulo de Stephen Hawking, trata de arrojar algo de luz con un tono divulgativo
Hace justo veinti¨²n a?os que nos dej¨® Carl Sagan. El astr¨®nomo?era un gran tipo: en su legendaria serie Cosmos (1980), con su voz grave y sus maneras amables, nos explicaba con pasmosa sencillez los secretos del cosmos, desde los procesos del metabolismo de la glucosa, dentro de la c¨¦lula, hasta la naturaleza de las galaxias m¨¢s lejanas; a la par que batallaba incansable con los demonios de la pseudociencia: hor¨®scopos, videntes y otros magufos. Yo lo ve¨ªa con mi madre (a la que por cierto Sagan, flequillo negro, jersey de cuello vuelto, le parec¨ªa tremendamente atractivo) en bucle, en la colecci¨®n de v¨ªdeos VHS, y un d¨ªa, tal vez viendo el cap¨ªtulo El espinazo de la noche, me gir¨¦ hacia ella y le dije: "Mam¨¢, quiero estudiar astrof¨ªsica". Y ello dijo: "Vale".
Ahora que la Comisi¨®n Europea ha alertado de que en 2020 quedar¨¢n desiertos 900.000 puestos de trabajo en ¨¢reas cientifico-t¨¦cnicas, ahora que hay escasez de vocaciones cient¨ªficas (y eso que Cosmos ha conocido una nueva edici¨®n de la mano de Neil deGrasse Tyson), son necesarios productos que generen hambre de ciencia con la belleza y la eficacia que lo hac¨ªa Sagan. Que nos hagan querer comprenderlo todo.
Con el material de supernovas se forman estrellas y nuevos planetas, como el nuestro, como nosotros mismos, as¨ª que estamos hechos de polvo de estrellas
Los hay: El Universo en tu mano (Blackie Books ha facturado una hermosa edici¨®n constelada), el reciente libro del f¨ªsico te¨®rico franc¨¦s Christophe Galfard, disc¨ªpulo de Stephen Hawking, desmadeja los secretos de la naturaleza con la misma pasmosa sencillez y hermosura que la obra de Sagan. Curiosamente, tienen puntos de partida similares. Si el f¨ªsico estadounidense nos invitaba a embarcarnos en una nave espacial que era un diente de le¨®n, Galfard nos hace tomar el control de algo as¨ª como una nave de la imaginaci¨®n que parte de la paradis¨ªaca playa de una isla tropical y que nos lleva a los mism¨ªsimos confines de todo lo que existe, hasta pegarse de cabezazos con el ¨²ltimo l¨ªmite all¨¢ a lo lejos en el espacio y en el tiempo o con el otro l¨ªmite, al fondo, all¨¢ abajo, de lo microsc¨®pico. El f¨ªsico consigue transitar con ¨¦xito la fina l¨ªnea entre rigor y divulgaci¨®n, sin caer en la banalidad ni en lo inexacto, y sin abrumar (demasiado) con las enormes cifras, velocidades y tama?os que se dan ah¨ª fuera.
Se quejaba el genial Richard Feynman, premio Nobel de F¨ªsica, de que los poetas dijeran que la ciencia le roba la belleza a la naturaleza. Pero la belleza tambi¨¦n rima en las explicaciones cient¨ªficas, como se ve en el libro de Galfard. Que tambi¨¦n hay belleza en la explosi¨®n de una supernova, esa que sucede al final de la vida de algunas estrellas y arroja al fr¨ªo vac¨ªo interestelar millones de toneladas de material en un violento estallido. Luego con ese material se forman otras estrellas y nuevos planetas, como el nuestro, como nosotros mismos, as¨ª que, como suele decirse, estamos hechos de polvo de estrellas.
Un servidor se acab¨® licenciando en la especialidad de Astrof¨ªsica, en la Complutense, pero, como ven, acab¨® cambi¨¢ndose a juntaletras. ?Qu¨¦ hace que alguien elija esta ciencia? Pues varias razones: que se le d¨¦ bien la f¨ªsica en el bachillerato, que tenga el cerebro comido por la ciencia ficci¨®n o la divulgaci¨®n cient¨ªfica, o que quiera explicar en la barra de los bares eso de la Astrof¨ªsica, que queda siempre muy bien.
Tambi¨¦n le preguntan a uno si los f¨ªsicos de carne y hueso son como los de 'The Big Bang Theory', y lo cierto es que no todos, pero 'haberlos haylos'
A uno le suelen preguntar por los agujeros negros y siempre hay alg¨²n incauto que confunde esta disciplina con la del entra?able vidente Rappel, dando una certera imagen del analfabetismo cient¨ªfico que campa en Espa?a. Tambi¨¦n le preguntan a uno si los f¨ªsicos de carne y hueso son como los de The Big Bang Theory, y lo cierto es que no todos, pero haberlos haylos, como las meigas. Luego hay mucho f¨ªsico tr¨¢nsfuga, como el que esto escribe, que se dedica a otra cosa, porque los f¨ªsicos sirven para muchas y porque la cosa est¨¢ complicada. Persisten los m¨¢s listos y tambi¨¦n los m¨¢s valientes, o los m¨¢s insensatos o los m¨¢s cabezones, en vista de las dificultades que existen para desarrollar una carrera cient¨ªfica en Espa?a. Son, en cualquier caso, h¨¦roes.
Una carrera como esta tiene su aquel: si en obras como la de Sagan o la del Galfard todo resulta fascinante y colorido, territorio abonado para el desenfreno de la imaginaci¨®n, la realidad de este asunto es pel¨ªn m¨¢s ¨¢rida y traspasada de unas ubicuas matem¨¢ticas (a mi se me dan muy mal) que se van complicando hasta extremos insospechados seg¨²n se introduce uno en los vericuetos de la Mec¨¢nica Cu¨¢ntica o la Relatividad General. Pero a m¨ª lo que m¨¢s me agobiaba era eso de tratar d¨ªa tras d¨ªa con el fin y el origen del Universo, con los enormes vac¨ªos interestelares, con las alt¨ªsimas temperaturas y el cero absoluto.
Me hac¨ªa preguntarme por el sentido de la existencia y a por qu¨¦ existe algo (el universo) en vez de no existir nada. Es donde comenc¨¦ con el consumo de amplia variedad de benzodiacepinas
Eso me hac¨ªa preguntarme cada tarde por el sentido de la existencia, asombrarme de la fugacidad y fragilidad del ser humano, darle vueltas, con Leibniz, a por qu¨¦ existe algo (el universo) en vez de no existir nada. Ah¨ª es donde comenc¨¦ con el consumo de amplia variedad de benzodiacepinas, que todav¨ªa conservo con mucho gusto y mucha ansiedad. Me dicen mis amigos que ejercen que a ellos les da igual, que de tanto darle vueltas a las ecuaciones se acaban centrando en ellas y no se adentran en estos abismos existenciales.
El universo en tu mano s¨ª que puede producir un poco de este yuyu metaf¨ªsico, pero merece la pena adentrarse, un viaje desde el cosmos a gran escala hasta el ¨¢tomo, haciendo un repaso a la historia de esta ciencia hasta los ¨²ltimos descubrimientos (como la ondas gravitacionales, predichas por Einstein y detectadas en septiembre del a?o pasado), haciendo sabio uso de todos aquellos hits que nos asombran: las explosiones de supernova, la dilataci¨®n del tiempo, el Big Bang, los agujeros negros supermasivos, los exoplanetas que podr¨ªan albergar vida o la ansiada teor¨ªa del todo. Y sin salir de casa.
Sergio C. Fanjul es Astrof¨ªsico por la Universidad Complutense de Madrid. Y colaborador habitual de TENTACIONES
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