La campeona de ajedrez de Estados Unidos se niega a jugar con hiyab en Ir¨¢n
Nazi Paikidze-Barnes encabeza una campa?a contra la obligaci¨®n de cubrirse la cabeza en el pa¨ªs que organizar¨¢ el mundial en 2017
Nazi Paikidze admiti¨® una vez que uno de sus prop¨®sitos es hacer todo lo posible para que haya m¨¢s ni?as practicando ajedrez en todo el mundo. Su ¨²ltima jugada se basa en un movimiento arriesgado que puede ayudarle a conseguirlo. La actual campeona de ajedrez de Estados Unidos se niega a competir en el pr¨®ximo mundial femenino, que se celebrar¨¢ el a?o que viene en Ir¨¢n, si est¨¢ obligada a cubrirse la cabeza con el velo isl¨¢mico o hiyab.
"No llevar¨¦ hiyab ni apoyar¨¦ la opresi¨®n de las mujeres, incluso si supone perderme una de las competiciones m¨¢s importantes de mi carrera", ha declarado Paikidze en su cuenta personal de Instagram. Su protesta va dirigida expl¨ªcitamente contra las restricciones que imponen las leyes iran¨ªes a las mujeres y pide a la Federaci¨®n Mundial de Ajedrez (FIDE) que reconsidere la decisi¨®n de celebrar el Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino en Teher¨¢n.
To all supporting our cause, please SIGN our petition and SHARE it. Thank you! Together we can #DefendWomensRightshttps://t.co/8gpcCzRCjY pic.twitter.com/KmDUKxcn9b
— Nazi Paikidze (@NaziPaiki) October 4, 2016
Paikidze basa sus argumentos en que si la FIDE mantiene la sede del campeonato, estar¨¢ rompiendo con su principio de ¡°rechazar la discriminaci¨®n pol¨ªtica, religiosa y sexual¡±, tal y como reconocen sus reglas internas. La jugadora alega que las deportistas que acudan a Ir¨¢n y se nieguen a cubrir su cabello se enfrentan a multas y penas de prisi¨®n, y que su libertad de expresi¨®n se ver¨¢ limitada durante su estancia en el pa¨ªs.
"Esto es m¨¢s que una prueba; es una lucha por los derechos de las mujeres", afirma Paikidze en una campa?a que ha iniciado en la web Change.org para ¡°terminar con la opresi¨®n de las mujeres en el mundo¡± y en rechazo a la decisi¨®n de la FIDE. "En Ir¨¢n, los derechos de las mujeres est¨¢n gravemente restringidos", a?ade. En su opini¨®n, las jugadoras clasificadas para competir en el pr¨®ximo mundial tendr¨¢n que elegir entre sus aspiraciones y la protecci¨®n de "sus libertades civiles y sus vidas".
Paikidze alega que las normas iran¨ªes suponen varias violaciones de los principios que sigue la FIDE, incluidas las reglas de vestuario para las jugadoras femeninas, las restricciones a la libertad de expresi¨®n y el hecho de que varios pa¨ªses como Estados Unidos, Canad¨¢ y Reino Unido cuentan con alertas que recomiendan a sus ciudadanos no viajar a Ir¨¢n. ¡°Los participantes [en el campeonato] estar¨ªan traslad¨¢ndose all¨ª bajo su propio riesgo¡±, afirma el comunicado de la campa?a.
I fully support US chess champ Nazi Paikidze @NaziPaiki in her protest against FIDE hosting a women's event in Iran. https://t.co/nDkRu2WYfH
— Garry Kasparov (@Kasparov63) October 6, 2016
La jugadora estadounidense ha propuesto a la federaci¨®n que cambie la sede del campeonato o tome medidas para garantizar que el uso del hiyab sea opcional y que no habr¨¢ discriminaci¨®n contra las mujeres "basada en el g¨¦nero, nacionalidad y los derechos humanos". La FIDE, sin embargo, alega que Ir¨¢n fue el ¨²nico pa¨ªs candidato a celebrar el Campeonato del Mundo femenino y que no ha recibido ninguna protesta relacionada con las leyes iran¨ªes que deber¨¢n cumplir los deportistas mientras compiten.
¡°Estos son solo algunos de los peligros a los que se enfrentan las jugadoras clasificadas para competir en el Mundial¡±, dice Paikidze. ¡°Se est¨¢ pidiendo a estas mujeres que elijan entre lograr una de sus mayores aspiraciones y proteger sus libertades civiles y sus vidas¡±.
Paikidze, naci¨® en Georgia hace 23 a?os y se traslad¨® a Estados Unidos para estudiar con una beca de ajedrez en la Universidad de Maryland y est¨¢ casada con un ingeniero norteamericano. Su campa?a ha recibido ya el apoyo de m¨¢s de 9.000 firmantes, incluido el ajedrecista ruso y campe¨®n del mundo Gari Kasp¨¢rov, que tambi¨¦n es un activo defensor de los derechos humanos.
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