Lo que vale un peine

LA LUZ tibia, la m¨²sica tenue. En un local decorado con muebles de estilo victoriano, dos trabajadores elegantemente uniformados con camisa blanca, tirantes y barbas de arreglo impecable reciben a sus clientes. ¡°Gente joven o se?ores, emprendedores, din¨¢micos, seguros, con personalidad¡±. E indefectiblemente, hombres. ¡°Que no te sientas c¨®moda aqu¨ª, ya es un logro¡±, dice Iv¨¢n Carpio, encargado de la barber¨ªa Blackstone, en Madrid. Inscrito en la tradici¨®n de los cuidados de belleza viriles, es solo uno de los muchos negocios que est¨¢n actualizando este ritual al siglo XXI.

Abiertos desde mayo, m¨¢s all¨¢ del cabello y la barba ¨Ccuyas atenciones se han redoblado con la implantaci¨®n, ya en cierta decadencia, de la est¨¦tica hipster¨C realizan tratamientos como ¡°la manicura o los masajes de espalda¡±, que Carpio enumera entre los m¨¢s solicitados. Aunque ellos est¨¢n especializados en el universo masculino, no son los ¨²nicos que han aprovechado el tir¨®n de la imparable segmentaci¨®n del sector de la belleza, pr¨¢cticamente desierto de varones en su vertiente cosm¨¦tica hasta hace solo tres d¨¦cadas. Desde que en 1985 Biotherm lanzara los tres primeros productos para ellos, en Espa?a se ha pasado de pr¨¢cticamente nada a una cifra, seg¨²n Kantar, de 4,6 millones de usuarios de cremas y lociones en 2015. Entre las marcas, despuntan las de la multinacional Procter & Gamble, que copa un 16% del mercado, de acuerdo con Euromonitor. Seg¨²n un informe de esta empresa de investigaci¨®n de mercados, Gillette se erige como la opci¨®n favorita en lo que respecta al afeitado, mientras que Hugo Boss y Dolce & Gabbana lideran las ventas de fragancias. Entre ambos sexos, y seg¨²n Stanpa, la patronal de cosm¨¦tica, el consumo de este tipo de art¨ªculos alcanz¨® el a?o pasado los 6.450 millones de euros.

Arrastrado a escala global por los mercados asi¨¢ticos, con Corea del Sur a la cabeza, el grooming (cuidado de pelo y rostro en hombres) no solo est¨¢ ganando su propio espacio, sino que se est¨¢ introduciendo en los que antes estaban reservados casi en exclusiva a las f¨¦minas. ¡°El porcentaje ha aumentado a medida que la mentalidad ha ido cambiando¡±, se?ala Eduardo S¨¢nchez, due?o de una exclusiva maison de peluquer¨ªa a su nombre, para la que cifra la distribuci¨®n de sexo en torno a un 70%-30%. Autor de algunos de los cortes de exmadridistas como Ra¨²l, Figo o Guti, S¨¢nchez ratifica que el referente de los famosos marca tendencia. ¡°El hombre coqueto es m¨¢s coqueto que la mujer¡±, agrega, ¡°y suele ser fiel¡±.

De la misma opini¨®n se muestra el reconocido peluquero Isaac Salido, quien se?ala que ¡°desde hace una d¨¦cada, el hombre se ha vuelto incluso m¨¢s exigente que la mujer¡±. Menos inclinados hacia la coloraci¨®n de la melena, ahora est¨¢n empezando a probar tratamientos como los tintes de cejas o bigote. De media, acuden a su cita capilar una vez al mes y, aunque ¡°se dejan recomendar¡±, hoy existen ciertos estilismos de demanda recurrente, como los de laterales y nuca muy cortos o los cabellos largos y de?ses?tructurados. Todo por cantidades que, dependiendo del negocio, rondan entre los 30 y los 70 euros el corte, muy alejados de los cerca de 10.000 euros mensuales que paga Fran?ois Hollande a su peluquero o los 700 o m¨¢s por trabajo que se cobran en establecimientos de Nueva York o Londres. ¡°Un corte de una hora, todo a mano, no deber¨ªa costar m¨¢s de cuarenta y tantos euros¡±, sentencia Salido. ¡°Tener una buena t¨¦cnica es importante, pero esos precios son un insulto¡±.