Boko Haram se ceba con la infancia

El terrorismo sanguinario de Boko Haram ha provocado una crisis humanitaria en el coraz¨®n de ?frica que afecta de manera especialmente grave a la infancia: 1,4 millones de ni?os menores de cinco a?os de la cuenca del lago Chad (Chad, N¨ªger y Nigeria) han sido desplazados a la fuerza por este grupo terrorista que desde 2009 intenta establecer la ley isl¨¢mica o sharia en Nigeria. La seguridad y la situaci¨®n humanitaria en la regi¨®n de Diffa, en la frontera entre ese pa¨ªs y N¨ªger, se ha deteriorado dr¨¢sticamente desde los primeros ataques en febrero de 2015. El Fondo de Naciones Unidas para la infancia (Unicef) estima que 14.338 ni?os sufren malnutrici¨®n aguda severa (SAM, por sus siglas en ingl¨¦s). Los casos m¨¢s extremos recuerdan a las peores im¨¢genes de las crisis de Somalia o de Biafra. No hay hambruna y, al menos, ha llovido a base de bien este a?o y algo se ha podido cosechar, pero miles de ni?os no comen o comen mal.

La cara m¨¢s perversa de esta crisis se ve en los centros de tratamiento de malnutrici¨®n severa (CRENA) de los campos de desplazados que abarrotan los m¨¢rgenes de la ¨²nica carretera asfaltada que atraviesa Diffa. Unas 302.000 personas se han exiliado y todav¨ªa m¨¢s (hay que contar con la poblaci¨®n local) se encuentran en una situaci¨®n de inseguridad alimentaria: 460.000 seg¨²n la agencia de asuntos humanitarios de la ONU (OCHA).

En el asentamiento informal de Nguel Wanzam, enfermeros del Gobierno ayudados por Save the Children asisten a madres que portan a sus espaldas a beb¨¦s escu¨¢lidos de piel arrugada que parecen ancianos en miniatura. Pesan, miden la talla y el per¨ªmetro braquial, y la cinta rara vez abandona el color rojo, el que marca la temida SAM (malnutrici¨®n aguda severa, por sus siglas en ingl¨¦s). Si el ni?o no padece ninguna sintomatolog¨ªa adicional y es capaz de comer por s¨ª mismo, se le prescribe un tratamiento ambulatorio a base de sobres de Plumpy Nut, una pasta de cacahuete cargada de nutrientes que Unicef entrega de manera gratuita a las madres. Ellas se hacen responsables de visitar esta carpa una vez por semana para que los enfermeros registren la evoluci¨®n del menor. As¨ª lo ha hecho Halima, la madre de Adissa, una ni?a de diez meses que lleg¨® con 4,5 kilos, muy por debajo de lo recomendable. En 20 d¨ªas ha alcanzado 5,4 y, aunque sigue padeciendo malnutrici¨®n moderada, su evoluci¨®n es buena.

Una docena de madres espera a las puertas del CRENA sentadas en el suelo de arena, a la sombra de una lona blanca. Dentro, Hassane, de dos a?os y ocho kilos, y Yabissam, de cinco meses y apenas tres kilos. Ambos en brazos de sus madres, ambos con malnutrici¨®n aguda severa. Son peque?os como ratones y tienen la piel seca y el vientre muy hinchado por la retenci¨®n de l¨ªquidos. Los dos son derivados al hospital por distintos motivos. El primero porque el Plumpy Nut le produce diarreas, algo extremadamente raro, y la segunda porque tras un mes de tratamiento no s¨®lo no ha ganado peso si no que lo ha perdido. ¡°Sospechamos que la madre reparte los sobres de alimento entre el resto de miembros de la familia. Es muy habitual que esto ocurra cuando no se tiene qu¨¦ comer¡±, explican desde Unicef. Los registros de este CRENA revelan que solo en septiembre han atendido a 105 ni?os con SAM. Una caracter¨ªstica com¨²n de todos ellos es que presentan escarificaciones en la barriga; son unos peque?os cortes verticales que los curanderos tradicionales les hacen para sanarlos. Cuando las madres comprueban que esa pr¨¢ctica no ha servido, acuden al centro m¨¦dico.

En el ¨¢rea de pediatr¨ªa del hospital de Diffa, el doctor Moustapha atiende a sus peque?os pacientes. Aqu¨ª se aprende que no todos los ni?os est¨¢n malnutridos por un problema de escasez, sino de falta de informaci¨®n. As¨ª ha ocurrido con Issa, de dos semanas, cuya madre muri¨® durante el parto en su casa. Dio a luz despu¨¦s del toque de queda y no llamaron a nadie para que les asistiera, aunque los bomberos s¨ª est¨¢n autorizados a salir. Dieron leche de cabra al reci¨¦n nacido pero su fr¨¢gil est¨®mago no lo aguant¨® y casi se muere.

Para evitar casos as¨ª se intenta trasladar a las madres consejos importantes, como que den exclusivamente el pecho hasta los seis meses como m¨ªnimo. ¡°Puede ser que la madre est¨¦ malnutrida y su leche no alimente. Tambi¨¦n se le puede haber cortado por haberse quedado embarazada, o a ra¨ªz de alg¨²n susto fuerte o episodio traum¨¢tico; en una zona de guerra esto ocurre. Puede ser porque tengan demasiados hijos y tareas dom¨¦sticas que atender y no encuentren un rato para sentarse tranquilas a amamantar, o porque por ignorancia no sepan que hay alimentos que no son adecuados para los beb¨¦s¡±, enumeran desde Unicef. Hassane, por ejemplo, solo come mijo hervido igual que el resto de su familia. Su madre asegura que no reciben asistencia humanitaria y no tiene dinero ni para comprar sal.

Combatir la inseguridad alimentaria no se logra con comida solo, tambi¨¦n con educaci¨®n. Por eso el Programa Mundial de Alimentos, que asiste a unas 270.000 personas en Diffa, no reparte comida sin m¨¢s. En Chetimari, una aldea a pocos kil¨®metros de la frontera con Nigeria y que acoge a 11.000 desplazados, es d¨ªa de reparto. Tras ense?ar sus tarjetas rosas para demostrar que tienen derecho a ayuda, los beneficiarios reciben en grupos de 20 una charla en la que se tratan diferentes temas relacionados con la salud. A finales de septiembre el elegido es, precisamente, c¨®mo supervisar que los ni?os se est¨¢n alimentando correctamente y por qu¨¦ es eso importante. Despu¨¦s, hombres y mujeres pasan a otra carpa en la que se les explica c¨®mo preparar correctamente el Supercereal, una papilla de cereales destinada exclusivamente a los ni?os. Y por ¨²ltimo, los peque?os son pesados para llevar un control de los casos de malnutrici¨®n.

Pero estas pr¨¢cticas no siempre llegan y ni?os como Hassan pagan las consecuencias. Tiene diez meses y est¨¢ ingresado en la unidad de pediatr¨ªa del doctor Mustapha, que se afana por salvarle la vida. Sufre malnutrici¨®n aguda severa agravada por una intoxicaci¨®n alimentaria y un fallo renal agudo, todo ello a causa de un bebedizo que su madre le suministr¨® tras consultar al curandero de su comunidad. Recurri¨® a ¨¦l porque el ni?o sufr¨ªa v¨®mitos y diarrea, probablemente a causa de la malnutrici¨®n. "Ha ingerido algo que ha da?ado mucho su organismo, ahora solo pudo realizar un lavado de est¨®mago y empezar a alimentarlo por v¨ªa parenteral ya que su cuerpo no est¨¢ preparado para digerir nada", explica el doctor. El ni?o entr¨® en shock y reposa en una cama del hospital en coma inducido. Podr¨¢ salir de la malnutrici¨®n pero no tiene los cuidados que necesita para su ri?¨®n da?ado porque conseguir un nefr¨®logo y una m¨¢quina de di¨¢lisis en Diffa es complicado. Jadea el peque?o Hassan entubado e inconsciente. Su pron¨®stico es reservado, igual que el de su tierra de acogida.