El pa¨ªs que somos
Seguimos sin asumir que el poder debe ser siempre una realidad compartida y que damos lo mejor de nosotros mismos cuando nos apremia la necesidad de entendernos
Las comunidades aut¨®nomas, que gestionamos el 73% del gasto social en Espa?a, hemos permanecido en un espacio secundario en un pa¨ªs que acumula m¨¢s de 300 d¨ªas con un Gobierno en funciones. M¨¢s de diez meses en los que la incertidumbre sobre nuestro futuro y la sucesi¨®n de acontecimientos sociales, econ¨®micos y pol¨ªticos no han sido suficientes para que el Gobierno del Estado haya convocado a las autonom¨ªas para perfilar entre todos c¨®mo gestionar el periodo de transici¨®n hasta la constituci¨®n de un Gobierno que nos devuelva la estabilidad. Vivimos en un Estado auton¨®mico en el que las autonom¨ªas muchas veces no cuentan para el Estado. Ni siquiera en una etapa de tanta inquietud, con un presupuesto a las puertas de ser prorrogado, y sin que las comunidades aut¨®nomas sepamos muy bien con qu¨¦ criterios debemos elaborar nuestras cuentas, ha habido un gesto de apertura al di¨¢logo con los territorios a los que nos corresponde garantizar la gesti¨®n de los pilares de nuestro Estado de bienestar.
Como presidente del Gobierno de Canarias he tenido siempre abiertas las puertas de los Ministerios para aclarar dudas sobre asuntos que requieren una respuesta inmediata, pero el voluntarismo de algunos ministros y ministras no es suficiente si queremos que exista una arquitectura institucional y unos mecanismos de trabajo conjunto m¨¢s s¨®lidos para afrontar periodos como el que vivimos. Durante los dos ¨²ltimos meses he mantenido reuniones y contactos por v¨ªa telef¨®nica con diferentes presidentes y presidentas de comunidades aut¨®nomas para analizar conjuntamente c¨®mo debemos abordar el tiempo que resta hasta que se constituya un nuevo Gobierno en Espa?a.
Todos somos conscientes de que el Gobierno en funciones tiene limitadas sus competencias y que su capacidad de maniobra es m¨ªnima, pero todos compartimos tambi¨¦n una misma preocupaci¨®n sobre los criterios que debemos aplicar para la elaboraci¨®n de los presupuestos de 2017 y las consecuencias que sufriremos en el caso de que se prorrogue el actual presupuesto del Estado.
El anuncio de una nueva ronda de consultas por parte del Rey para los pr¨®ximos d¨ªas 24 y 25 de octubre apunta a una salida inmediata a la crisis que vivimos desde el pasado mes de diciembre. Una salida que previsiblemente supondr¨¢ la constituci¨®n de un nuevo Gobierno con un ciclo de vida que desconocemos. Existen m¨¢s inc¨®gnitas que certezas sobre c¨®mo gestionar¨¢ el pr¨®ximo presidente una etapa que va a estar marcada por la ausencia de una mayor¨ªa parlamentaria en el Congreso de los Diputados.
Todos compartimos una misma preocupaci¨®n sobre los criterios que debemos aplicar para la elaboraci¨®n de los presupuestos de 2017 y las consecuencias si se prorroga el presupuesto actual
Pase lo que pase en los pr¨®ximos d¨ªas, es necesario que las comunidades aut¨®nomas, que hasta ahora hemos sido m¨¢s estrictas que el Estado en la gesti¨®n de nuestros limitados recursos, demos un paso al frente para analizar conjuntamente cu¨¢les son las v¨ªas que existen para que la actual situaci¨®n pol¨ªtica tenga el menor impacto posible sobre la gesti¨®n de los recursos p¨²blicos.
En nuestro pa¨ªs existen pocos foros para que los presidentes y presidentas de las comunidades aut¨®nomas compartamos nuestra visi¨®n sobre la sostenibilidad de los servicios p¨²blicos e intercambiemos conocimientos sobre experiencias de ¨¦xito que podr¨ªan ser asumidas por otros territorios. La actividad en la Comisi¨®n General de Comunidades Aut¨®nomas del Senado es casi nula y la Conferencia de Presidentes solo se ha reunido en cinco ocasiones, la ¨²ltima vez hace cuatro a?os, el 12 de octubre de 2012.
El pa¨ªs que somos es la suma de todas las Administraciones que diariamente tenemos que ofrecer una respuesta a los ciudadanos. A las comunidades aut¨®nomas nos corresponde garantizar que cada d¨ªa abran las consultas m¨¦dicas, los quir¨®fanos, las aulas de los centros educativos o la red de centros sociales que contribuyen a que aquellos que no dispongan de recursos puedan tener un cobijo.
Seguimos sin asumir que el poder debe ser siempre una realidad compartida. Y seguimos sin asumir tampoco que todos damos lo mejor de nosotros mismos cuando tenemos que ponernos de acuerdo, cuando nos apremia la necesidad de entendernos. Y ese momento es ahora. Las comunidades no podemos esperar m¨¢s. Nosotros tenemos que ofrecer respuestas cada segundo. Y as¨ª lo han entendido aquellos presidentes y presidentas que me han expresado personalmente su deseo de que las comunidades aut¨®nomas debatan salidas para que la largu¨ªsima zona de sombra que vive nuestro pa¨ªs no genere m¨¢s inquietud.
No podemos seguir mirando hacia otro lado mientras en el Congreso de los Diputados cuadran las cuentas. Tenemos que enfrentarnos con determinaci¨®n para que, una vez que retornemos a la senda de la normalidad, no tengamos que trazar con urgencia un plan que nos sirva para atender el presente y gestionar un futuro lastrado por un largu¨ªsimo pasado de inacci¨®n.
Las 17 comunidades aut¨®nomas compartimos un proyecto com¨²n y un mismo objetivo. Las 17 trabajamos para lograr los mejores servicios para nuestros ciudadanos y sufrimos problemas id¨¦nticos que no todas solucionamos igual. Las 17 atesoramos en nuestros funcionarios y profesionales un enorme caudal de experiencias que deber¨ªamos poder compartir. Analizar de qu¨¦ forma se ha resuelto tal o cual asunto en un territorio y compartir la soluci¨®n. Que los casos de ¨¦xito puedan ser comunes y que los fracasos ayuden a todas las Comunidades a aprender y crecer. Debemos conseguir, en definitiva, que las comunidades aut¨®nomas tengamos, con o sin la presencia del Gobierno del Estado, un foro reglado en el que los presidentes nos reunamos peri¨®dicamente para colaborar en la gesti¨®n de un pa¨ªs que tendr¨¢ un mejor porvenir si logra la suma de todos sus territorios.
No se trata de ¡®ir contra¡¯ ni de crear un nuevo ¨®rgano de presi¨®n en la negociaci¨®n pol¨ªtica. Quien vea ese fantasma detr¨¢s del deseo de los presidentes auton¨®micos de reunirse es que no se ha enterado de nada. Quien tema eso no ha tenido claro lo que nos est¨¢n pidiendo, exigiendo con su voto, los ciudadanos. Acabemos con la pol¨ªtica de gestos y centr¨¦monos en la pol¨ªtica de gesti¨®n. Aparquemos las diferencias ideol¨®gicas para debatirlas donde debe hacerse y empecemos a centrarnos en la soluci¨®n a los problemas. Este foro es el espacio ideal para ello.
Fernando Clavijo Batlle es presidente del Gobierno de Canarias.
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