Esc¨¢ndalo clave
El 'caso G¨¹rtel' es m¨¢s que una serie de sobornos, es un retrato del peor Partido Popular
Francisco Correa, el principal acusado por el caso G¨¹rtel, puso ayer en evidencia la falta de explicaciones del PP sobre los muchos a?os en que este partido convirti¨® el soborno masivo y la presunta corrupci¨®n de cargos p¨²blicos en el m¨¦todo natural de financiaci¨®n de parte de sus pol¨ªticos.
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Correa, para quien se piden m¨¢s de 100 a?os de c¨¢rcel, puso el foco en la etapa en que el Partido Popular estuvo dirigido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, tiempo en que asegura haber pasado m¨¢s tiempo ¡°en G¨¦nova¡± ¡ªla sede nacional del PP¡ª que en su despacho. Afirma que sus actividades en el edificio central del PP terminaron "en 2004 o 2005", coincidiendo con el nombramiento de Rajoy como presidente del partido; pero desliz¨® que a partir de entonces empez¨® a trabajar para el PP valenciano ¡ªclaramente en la ¨®rbita de Rajoy¡ª hasta la desarticulaci¨®n de la trama en 2009, por orden del entonces juez Baltasar Garz¨®n.
?Significa esto que la nueva direcci¨®n del PP, capitaneada por Rajoy, supo de las andanzas de Correa y en lugar de poner fin a ellas o denunciarlas prefiri¨® trasladarlo de puesto, como se hace con un colaborador inc¨®modo? Esa aclaraci¨®n, como tantas otras que se han hurtado a la ciudadan¨ªa, ser¨ªa imprescindible.
Correa reconoci¨® un copioso cat¨¢logo de comportamientos irregulares, tanto de s¨ª mismo como de un friso de pol¨ªticos con notables responsabilidades al lado de Esperanza Aguirre en el PP madrile?o, as¨ª como de Luis B¨¢rcenas, exgerente y extesorero de la organizaci¨®n central. Tambi¨¦n de Jes¨²s Sep¨²lveda, exalcalde, antiguo parlamentario nacional y exmarido de Ana Mato.
Tras la declaraci¨®n de Correa vendr¨¢n otras de los aludidos por ¨¦l, que sin duda tratar¨¢n de contrarrestar las confesiones del jefe de la trama. Por eso, y con independencia de cu¨¢l sea el futuro de los acusados, lo que subsiste es la falta de explicaciones del PP sobre el irregular funcionamiento de este partido y el falseamiento de la competici¨®n electoral que se produce cuando el dinero il¨ªcito financia campa?as electorales y otros vistosos actos (convenciones, primeras piedras, etc¨¦tera) destinados a cuidar la imagen de los pol¨ªticos.
Las consecuencias han sido duras. El PP fue sancionado por los electores con la p¨¦rdida de la mayor¨ªa absoluta en 2015 y su implicaci¨®n en graves asuntos de corrupci¨®n ha complicado notoriamente sus relaciones con partidos que, en circunstancias menos oscuras, habr¨ªan sido bastante m¨¢s fluidas. La corrupci¨®n ha tenido mucho que ver con los diez meses de bloqueo pol¨ªtico acumulados en Espa?a. Por lo tanto, Rajoy y los suyos tienen mucho que explicar y que rectificar.
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