La diplomacia de la e?e
Nadia Djadji, estudiante de espa?ol marfile?a, sirve de int¨¦rprete durante el proyecto de cooperaci¨®n cultural Abidjan Vis ¨¤ Vis
¡°La ense?anza del espa?ol en ?frica subsahariana tiene una dimensi¨®n de cooperaci¨®n al desarrollo que se olvida con frecuencia¡±, explicaba el profesor Javier Serrano Avil¨¦s (M¨¢laga, 1975) hace un par de a?os, en el contexto de la presentaci¨®n de La ense?anza del espa?ol en ?frica subsahariana. Corr¨ªa el mes de octubre de 2014 y el catedr¨¢tico se quejaba de tasas para certificados que no se adaptan a la media de los bolsillos africanos, aulas virtuales que naufragan por la mala conexi¨®n y escasa penetraci¨®n de internet en la zona subsahariana, ex¨¢menes que no tienen en cuenta las diferencias socioculturales y medios inexistentes en universidades e institutos que se sit¨²an al sur del Magreb.
¡°A nivel global, Espa?a realiza un esfuerzo mucho m¨¢s importante por atender a los 30.000 estudiantes de espa?ol en China que a los m¨¢s de 300.000 que hay en Costa de Marfil, por ejemplo¡±, denunci¨® entonces. ¡°Y existen grandes desigualdades dentro del propio continente, donde hay m¨¢s medios y un lectorado para el centenar de alumnos de Namibia mientras que no hay nada para los 8.000 de Madagascar. O se abre un Aula Cervantes en Dakar para toda la regi¨®n subsahariana frente a las doce sedes del Instituto Cervantes en el Magreb, casi todas en Marruecos, con poco m¨¢s de 82.000 estudiantes de espa?ol en territorio alau¨ª¡±.
El profesor Serrano reclamaba tomar el testigo de la ense?anza reglada heredada del colono franc¨¦s y adaptar ex¨¢menes y textos a las realidades africanas, publicar manuales actualizados dirigidos a los alumnos del sur del Magreb, acercar al espa?ol a trav¨¦s de las lenguas locales y expandir la presencia de los lectorados, los intercambios y el Cervantes.
Parec¨ªa estar condenado a clamar en el desierto...
La Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) es el organismo que ha ejercido hasta el momento como ¨²nico baluarte de la promoci¨®n de la lengua espa?ola en la zona, a trav¨¦s de un programa de becas que, en su momento, form¨® a docenas de universitarios africanos y les permiti¨® estudiar en Espa?a y otro de lectorados para mantener a profesores de espa?ol en universidades africanas. Estas iniciativas hoy agonizan con motivo de la crisis y los recortes: ya no quedan becas y el programa de lectorados consisti¨® en diez ¨²nicas plazas en ?frica subsahariana el a?o pasado. El profesor Serrano denunci¨®, de nuevo, este verano que algunas de esas plazas se encontraban en pa¨ªses como Namibia o Mauritania, sin apenas presencia de alumnos, y ninguna en los cinco pa¨ªses con m¨¢s estudiantes de espa?ol.
Llega el Cervantes
Han pasado apenas dos a?os desde que Javier Serrano realizara su radiograf¨ªa agridulce de la ense?anza ¡°oficial¡± del espa?ol en ?frica subsahariana. Una radiograf¨ªa que hablaba de un amor africano sin corresponder por Espa?a y de una cantera de estudiantes tan entusiastas como desamparados. Este verano, el Instituto Cervantes ha decidido recoger el guante de Serrano y ?frica subsahariana: acaba de hacer p¨²blica su intenci¨®n de paliar el tradicional desinter¨¦s de Espa?a por esta parte del planeta trasladando el foco y la prioridad en la ense?anza del espa?ol hacia ese territorio.
V?DEO (17'). Rueda de prensa. El Cervantes promover¨¢ el espa?ol en ?frica Subsahariana: https://t.co/Y73LlhsyPJ pic.twitter.com/1PrN2fAxXy
— Instituto Cervantes (@InstCervantes) July 28, 2016
El secretario general de la instituci¨®n, Rafael Rodr¨ªguez-Ponga, reconoc¨ªa ante Efe este verano que la instituci¨®n "no ha tenido todav¨ªa la capacidad de reacci¨®n para estar m¨¢s presente en ?frica". Tambi¨¦n adelant¨® que se est¨¢ elaborando un plan de expansi¨®n que deber¨ªa estar terminado en los pr¨®ximos dos a?os. "Es el momento de plantearlo seriamente, pero hay que hacer un plan bien razonado, elegir bien los sitios y, sobre todo, elegir bien a las contrapartes", declar¨®.
En esta l¨ªnea, el Cervantes comienza a apoyarse en alianzas como la que firm¨® en verano con Casa ?frica, destinadas a promocionar el espa?ol en ?frica subsahariana. En la firma de del convenio de colaboraci¨®n entre ambas instituciones, el director general del Cervantes, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, afirmaba que la presencia espa?ola en el norte de ?frica es satisfactoria, antes de remachar: ¡°completamente distinto a lo que ocurre en el ¨¢rea subsahariana¡±.
El Cervantes tiene centros en Marruecos (Marrakech, Casablanca, Rabat, T¨¢nger, Tetu¨¢n y Fez), Egipto (El Cairo y Alejandr¨ªa) y Argelia (Or¨¢n) y una sola Aula para el resto de ?frica que se sit¨²a en Dakar, con un presupuesto m¨ªnimo y m¨¢s pundonor que sost¨¦n y recursos.
La cooperaci¨®n y la lengua
Espa?a empez¨® a participar m¨¢s activamente en la ense?anza del espa?ol en ?frica subsahariana hace apenas una d¨¦cada, con lectorados y becas para estudiantes y profesores de espa?ol. Sin embargo, la expansi¨®n del Cervantes al sur del S¨¢hara y otros ambiciosos proyectos para reforzarla se truncaron con la desaparici¨®n de becas y lectorados en la ola de recortes provocada por la crisis.
Jean-Ars¨¨ne Yao es un profesor universitario marfile?o, que tambi¨¦n destaca como historiador, conferenciante, escritor y periodista. Especializado en afrodescendencia e historia de Am¨¦rica Latina, lleva a?os radicado en Madrid. Se decant¨® por el espa?ol con catorce a?os, algo normal en una familia en la que era tradici¨®n estudiar espa?ol y vinculada al Colegio San Viator, en Buak¨¦, al norte del pa¨ªs. No se contenta con dar clases en las universidades de Alcal¨¢ de Henares y Abiy¨¢n: tambi¨¦n ha logrado la firma de un acuerdo de cooperaci¨®n interuniversitaria entre ambas entidades cuyo primer fruto fueron una exposici¨®n y un coloquio hispanista que se desarrollaron en julio en la capital econ¨®mica marfile?a.
¡°La cooperaci¨®n espa?ola ha tenido un papel fundamental en mi formaci¨®n¡±, reconoce. ¡°En primer lugar, dispon¨ªamos de una biblioteca en su d¨ªa bastante actualizada en Abiy¨¢n, donde ya estaba en la universidad. Posteriormente, gracias a esta misma cooperaci¨®n, tuve una beca de la AECID para continuar mis estudios en la Universidad de Alcal¨¢, donde me doctor¨¦ en Historia de Am¨¦rica en 2002¡±.
Yao rememora que, hasta el a?o 1999, Espa?a daba becas de verano para que los profesores se formaran en Espa?a. ¡°Adem¨¢s, hab¨ªa becas para estudiantes: yo mismo fui uno de los beneficiarios", explica. "Todo esto se ha acabado. Creo que se deber¨ªan recuperar estos programas. A falta de ello, Espa?a podr¨ªa equipar nuestras bibliotecas, facilitar los viajes (supresi¨®n de visado) de los profesores que con sus propios medios quieren acudir a congresos o consultar archivos y bibliotecas. Tambi¨¦n puede apoyar la organizaci¨®n peri¨®dica (con env¨ªo de expertos) de seminarios para estudiantes y profesores en Costa de Marfil¡±, teclea el profesor desde Madrid.
Coincide con ¨¦l otra profesora marfile?a de espa?ol, adem¨¢s de escritora, animadora radiof¨®nica y cuentacuentos: Michelle Tanon-Lora. ¡°Lo que podr¨ªa ayudarnos en nuestra tarea de ense?anza del espa?ol es, primero, documentos en todos los formatos: libros, pel¨ªculas, peri¨®dicos, etc. Tambi¨¦n ser¨ªa bueno que la cooperaci¨®n reanudara los viajes de verano para que los mejores alumnos puedan descubrir Espa?a con sus realidades. Intentamos iniciar proyectos de intercambio con escuelas espa?olas pero las cosas van muy lentamente, ya que los estados no nos ayudan. Son microproyectos de poco alcance medi¨¢tico¡±, se lamenta.
Yolanda L¨®pez, editora y colaboradora de la Embajada de Espa?a en Costa de Marfil y la Universidad F¨¦lix Houphou?t-Boigny, reconoce que la informaci¨®n que llega de Espa?a al pa¨ªs africano es poca. En algunos casos, como sucede en el interior del pa¨ªs, nula. ¡°El acceso a libros para conocer la lengua es muy muy escaso¡±, apunta. ¡°Respecto a la cultura, lo mismo: no llegan cine ni libros, nada de nada. La Embajada es la ¨²nica que hace algo, pero cuenta con material antiguo y no s¨®lo me refiero a los libros, que tambi¨¦n, pero respecto a pel¨ªculas, documentales y dem¨¢s¡±.
Biblioteca de la Embajada de Espa?a en Costa de Marfil
A Inmaculada D¨ªaz-Narbona, profesora universitaria, traductora e hispanista radicada en C¨¢diz, todav¨ªa le hierve la sangre tras su experiencia en la quinta edici¨®n del prestigioso congreso de hispanistas africanos de Accra, al que acudi¨® en agosto. Protesta que pudo ver anuncios de ex¨¢menes (car¨ªsimos) de espa?ol en franc¨¦s y constatar con sus propios ojos el ¡°afrancesamiento¡± de la Sala Hisp¨¢nica de la Universidad de Accra, pagada con fondos de la AECID. A?ade que cuatro colegas hispanistas marfile?os se presentaron en Ghana viajando por carretera y pagando todos sus gastos. S¨®lo tres acad¨¦micos espa?oles estuvieron presentes en el encuentro, uno de los m¨¢s reputados y estables en el continente africano.
¡°Hay algo fundamental¡±, empieza v¨ªa correo electr¨®nico desde C¨¢diz. ¡°Los marfile?os, profesores y estudiantes, ese n¨²mero enorme, se encuentran sin material, sin apoyo, sin becas (como las que hab¨ªa antes), acerc¨¢ndose a la realidad espa?ola a trav¨¦s de los libros que quedaron despu¨¦s de la guerra¡ He tenido dos doctorandos en la Universidad de C¨¢diz que han tenido que desplazarse por cuenta propia, pues all¨ª no pod¨ªan consultar la bibliograf¨ªa para una tesis en literatura hispanoafricana. Pero, ?y los alumnos y estudiantes? Celebran que se les mande material tur¨ªstico, prensa, cualquier cosa que les suene a Espa?a. No s¨¦ de d¨®nde les viene ese ¡°amor¡±, porque no lo merecemos. Espa?a se aisl¨® de Africa siempre y sigue aislada, sin darnos cuenta que, quiz¨¢s, en un futuro no muy lejano, puede ser un territorio que necesitemos. En la Biblioteca Virtual Cervantes, se ha creado un portal africano en el que presentamos una selecci¨®n de textos que, aunque no completos, ayudan a profesores de espa?ol a ver qu¨¦ escriben autores africanos en nuestras lenguas. Es llamativo el hecho de que no son s¨®lo los guineanos, saharauis o marroqu¨ªes, del norte, los que lo hacen¡±.
Javier Serrano se?alaba hace dos a?os que en ?frica se hablan el 30 % de las lenguas del mundo, que es el continente con mayor densidad ling¨¹¨ªstica y que el africano medio se maneja en tres idiomas. Precisaba que, s¨®lo en la parte del continente que queda al sur del Magreb, se hablan 2.000 idiomas diferentes. Tambi¨¦n recordaba que, al contrario de lo que sucede en Estados Unidos, por ejemplo, el espa?ol es una lengua de prestigio en el contexto subsahariano, donde se considera que da brillo al curriculum y convierte a quien la habla en un candidato deseado por embajadas, empresas y agencias internacionales.
¡°A nivel laboral, quienes estudian la lengua representan un potencial humano que podr¨ªan aprovechar las empresas espa?olas¡±, apunta Jean-Ars¨¨ne Yao. ¡°A cambio, nosotros permitimos a la econom¨ªa espa?ola ampliar sus horizontes¡±.
¡°Quienes aprendemos espa?ol podemos ayudar a Espa?a, primero, explic¨¢ndoles a nuestros interlocutores la nociones y los matices socioculturales que no entienden aqu¨ª¡±, se?ala, por su parte, Tanon-Lora. ¡±La cooperaci¨®n entre nuestros dos pa¨ªses se hace en los dominios de la cultura, de la salud y del desarrollo del suministro de agua y luz. Los que aprendieron espa?ol pueden intervenir como traductores, pero tambi¨¦n pueden investigar en esos ¨¢mbitos para facilitar los proyectos de desarrollo econ¨®mico¡±.
Recordemos las cifras.
?frica subsahariana es la tercera regi¨®n del mundo en aporte de estudiantes de espa?ol. El 6,5 % de las personas que aprenden espa?ol en la Tierra se encuentran en esta parte del planeta. Hay pa¨ªses con m¨¢s de 100.000 estudiantes, como Ben¨ªn, Costa de Marfil, Senegal, Guinea Ecuatorial, Camer¨²n o Gab¨®n. En total, alrededor de un mill¨®n y medio de alumnos aprenden espa?ol en estas tierras.
Costa de Marfil se sit¨²a entre los diez pa¨ªses con m¨¢s estudiantes de espa?ol a nivel internacional. Cuenta con m¨¢s de 3.000 profesores de espa?ol repartidos por toda su geograf¨ªa, m¨¢s de 350.000 estudiantes de esta lengua en institutos y otros centros educativos, adem¨¢s de 4.000 universitarios en dos universidades p¨²blicas, una privada y la Escuela Normal Superior que forma a docentes.
Inmaculada D¨ªaz-Narbona subraya que el Cervantes es una pieza fundamental en un campo en el que est¨¢ pr¨¢cticamente todo por hacer, tras a?os de manuales obsoletos que se imprimen en Francia y gracias al ariete que conformaron las rumbas y chachach¨¢s que viajaron con la cooperaci¨®n latinoamericana. ¡°El Cervantes debe estar apoyando la expansi¨®n de la lengua all¨ª donde se necesita, m¨¢s all¨¢ de las necesarias relaciones pol¨ªtico-estrat¨¦gicas o con visi¨®n de futuro. Espa?a debe invertir en su lengua, en su cultura que ampl¨ªa su radio a tantos pa¨ªses¡±, concluye rotunda.
Leer tambi¨¦n: La pasi¨®n espa?ola de Nadia Djadji
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