ONU: ?acercarnos al para¨ªso?
Hay que garantizar la sostenibilidad social, econ¨®mica y ambiental de la sociedad internacional desarrollando los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los Acuerdos del Clima
Dag Hammarskj?ld, de inconfundible nombre sueco, pacifista, fue secretario general de las j¨®venes Naciones Unidas entre 1953 y 1961. Falleci¨® en septiembre de 1961 al estrellarse su avi¨®n cuando sobrevolaba la entonces Federaci¨®n de Rodesia y Niasalandia. Iba en son de paz y mediaci¨®n al entonces Congo belga en relaci¨®n con el intento secesionista de la provincia de Katanga. Se especul¨® en la ¨¦poca si su muerte se debi¨® a accidente o sabotaje.
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Dag era un apasionado y entusiasta defensor de los valores, principios y fines de la organizaci¨®n, de su compromiso por la paz y seguridad internacionales. Ya en su ¨¦poca exist¨ªan cr¨ªticos y esc¨¦pticos de la misma. Acu?¨® entonces una frase que ha hecho historia: "Las Naciones Unidas no fueron creadas para traernos el para¨ªso sino para alejarnos del infierno". D¨¦cadas despu¨¦s cobra actualidad y contribuye a refutar las cr¨ªticas: excesiva burocracia, ineficiencia, dispendio... irrelevancia. Se sobredimensionan los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, los abusos sexuales cometidos por miembros de las fuerzas de paz. Algo, por supuesto, intolerable, pero la propia organizaci¨®n ha tomado cartas en el asunto para castigar a los culpables e iniciado un procedimiento para que resulte dif¨ªcil que tales actuaciones puedan llevarse a cabo. Hay que se?alar que desde 1948 la ONU ha protagonizado 71 operaciones de paz en diversos lugares del planeta que han salvado numerosas vidas y estabilizado situaciones que llevaban al caos humanitario.
Otro n¨®rdico, el noruego Trygve Lie, primer secretario general (1946-1952), es autor de una frase que tambi¨¦n se recuerda a menudo: "El trabajo del secretario general de la ONU es el m¨¢s dif¨ªcil del mundo". Frase que el reci¨¦n designado nuevo secretario general, Ant¨®nio Guterres, no ignora. Tampoco lo que implica. Tarea dif¨ªcil s¨ª, pero imprescindible. Y loable. En la denominada Cumbre del Milenio (2000) los l¨ªderes mundiales asumieron el compromiso de "no escatimar esfuerzos para liberar a nuestros semejantes... de las condiciones abyectas y deshumanizadoras de la pobreza extrema". La ONU se sustenta en tres pilares clave: paz y seguridad internacionales, derechos humanos y desarrollo, cimientos del bienestar colectivo. El compromiso asumido en dicha cumbre no se lograr¨¢ si esos tres pilares, ¨ªntimamente relacionados, no son impulsados, algo a lo que el nuevo secretario general debe dedicar m¨¢ximo esfuerzo. Hay que garantizar la sostenibilidad social, econ¨®mica y ambiental de la sociedad internacional, conseguible unicamente implementando los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los parisinos Acuerdos del Clima.
Muchos Estados contin¨²an sin adherirse a tratados internacionales b¨¢sicos sobre la protecci¨®n de las poblaciones y algunos que s¨ª los han firmado incumplen sus obligaciones
De no ser as¨ª, a los 22 millones de refugiados y 41 millones de desplazados de hoy en d¨ªa, se unir¨¢n muchos millones m¨¢s de refugiados "ambientales" (provenientes de las ¨¢reas afectadas por el cambio clim¨¢tico) y aquellos en fuga de las dram¨¢ticas condiciones en Oriente Pr¨®ximo, ?frica y Asia. Sobre esto Guterres deber¨¢ acometer sin dilaci¨®n conversaciones con la industria, instituciones financieras y sociedad civil. Y deber¨¢ convencer a los miembros permanentes (P5) del Consejo de Seguridad para que se unan a la empresa. Solo una acci¨®n coordinada podr¨¢ evitar que las agencias humanitarias onusianas resulten desbordadas.
Sin duda, empresa dif¨ªcil, no solo por lo que respecta a poner de acuerdo al P5, sino asimismo por el desolador panorama imperante en relaci¨®n con uno de los cap¨ªtulos estrella de la obra onusiana, la Responsabilidad de Proteger. Institucionalizada en 2005 persigue combatir el genocidio, la depuraci¨®n ¨¦tnica y los cr¨ªmenes de guerra y de lesa humanidad, lacras causantes de emigraciones masivas. En este sentido es desesperanzador el alarmante desprecio de los principios fundamentales del derecho internacional. A menudo las dos partes en un conflicto conscientemente conculcan el derecho internacional humanitario. Muchos Estados contin¨²an sin adherirse a tratados internacionales b¨¢sicos sobre la protecci¨®n de las poblaciones y algunos que s¨ª los han firmado y ratificado incumplen sus obligaciones. Por otro lado, los Estados partes del Estatuto de Roma no cooperan plenamente con el Tribunal Penal Internacional y, por si fuera poco, el Consejo de Seguridad se muestra cada vez m¨¢s reacio a remitir actuaciones a dicho ¨®rgano.
El documento final de la cumbre de 2005 afirm¨®: "Reconocemos que los acontecimientos actuales exigen que construyamos urgentemente un consenso sobre desaf¨ªos y amenazas graves. Nos comprometemos a traducir ese consenso en acciones concretas...".
Una d¨¦cada despu¨¦s la situaci¨®n es mucho m¨¢s grave. Vivimos un per¨ªodo de tensi¨®n ciertamente preocupante (ISIS, Siria, Rusia versus Occidente...). La b¨²squeda de ese consenso es tarea urgente del nuevo secretario general, quien, adem¨¢s, habr¨¢ de propiciar una revoluci¨®n (al menos un en¨¦rgica sacudida) moral conjunta ONU/gobiernos para detener la degradaci¨®n de la sociedad internacional.
Emilio Men¨¦ndez del Valle es embajador de Espa?a.
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