Un oto?o m¨¢s oscuro en Siria
El desprecio por el derecho internacional humanitario la complejidad del juego de relaciones entre los actores en conflicto y el bloqueo entre EEUU y Rusia complican una soluci¨®n a la guerra. La diplomacia europea debe implicarse
Cada d¨ªa que pasa sin resolver el conflicto de Siria, la situaci¨®n se hace m¨¢s compleja y las perspectivas de futuro m¨¢s oscuras. La tragedia que viven los habitantes de Alepo a diario es el m¨¢ximo exponente de la sinraz¨®n a la que se ha llegado. La ruptura de la ¨²ltima tregua, acordada entre Estados Unidos y Rusia, ha sido particularmente dura por tener lugar durante la Asamblea General de Naciones Unidas, con todos los l¨ªderes mundiales reunidos.
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Hay tres aspectos especialmente dram¨¢ticos de la evoluci¨®n de la guerra en Siria que har¨¢n m¨¢s compleja la reconstrucci¨®n tras el fin del conflicto. En primer lugar, el desprecio por el derecho internacional humanitario. El bloqueo de la ayuda humanitaria y los ataques a civiles y lugares especialmente protegidos por la legalidad internacional, se han convertido en estrategias b¨¦licas. No solo no se respetan las normas b¨¢sicas sino que los lugares que m¨¢s protecci¨®n merecen son, precisamente, objetivos de guerra. Solo desde el pasado mes de abril hemos asistido a docenas de ataques a hospitales sirios y se ha impedido la llegada de ayuda humanitaria a poblaciones asoladas por los ataques. Lamentablemente, estos hechos ¡ªque pueden constituir cr¨ªmenes de guerra¡ª no son nuevos. Seg¨²n la organizaci¨®n M¨¦dicos sin Fronteras, en 2015 sus instalaciones m¨¦dicas en Siria sufrieron 94 ataques. Como consecuencia, 23 de sus trabajadores perdieron la vida y 58 resultaron heridos. A pesar de que, en el mes de mayo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara una resoluci¨®n pidiendo el respeto del derecho internacional humanitario, los propios miembros permanentes se acusan respectivamente de vulnerarlo. En Alepo, muchos de los hospitales han tenido que cerrar por ser objetivos de la terrible ofensiva que est¨¢ sufriendo la ciudad.
El segundo elemento a destacar es el complicado mapa de actores que habr¨¢ que tener en cuenta para lograr la paz. La composici¨®n de las partes en el conflicto ha cambiado mucho desde el inicio, pero ¨²ltimamente la fragmentaci¨®n de los partidarios y detractores de Bachar el Assad se ha hecho m¨¢s evidente. La decisi¨®n del grupo Jabhat al Nusra (ahora conocido como Jabhat Fateh al-Sham) de desvincularse de Al Qaeda, ha logrado que otras facciones rebeldes, que rechazaban sus v¨ªnculos con Al Qaeda, formen ahora alianzas con ellos. Este acercamiento entre los grupos les fortalece militarmente, a la vez que desdibuja la separaci¨®n entre rebeldes y radicales.
Muchos hospitales han cerrado por ser objetivos de la terrible ofensiva que sufre Alepo
Tristemente, la reagrupaci¨®n, junto con el debilitamiento de grupos rebeldes alejados de Al Nusra, ha brindado al r¨¦gimen sirio la oportunidad de enfatizar que el Gobierno de Assad est¨¢ librando una guerra contra el terrorismo en Siria. En el transcurso de la Asamblea General de Naciones Unidas, el ministro de exteriores sirio, Walid al-Mualem, acus¨® a Estados Unidos, y a la coalici¨®n de aliados, de ser c¨®mplices de organizaciones terroristas y militantes del Estado Isl¨¢mico. Mientras hace unos meses la discusi¨®n sobre c¨®mo lograr la paz se centraba en la figura de Bachar el Assad, y su inclusi¨®n o no en un Gobierno de transici¨®n, actualmente las miradas est¨¢n puestas en el antiguo Al Nusra. No obstante, entre los partidarios de Assad tambi¨¦n hay divisiones y fragmentaci¨®n. Actualmente hay, adem¨¢s del ej¨¦rcito ruso, una multitud de grupos sirios, iraqu¨ªes, iran¨ªes y afganos que luchan en favor del r¨¦gimen, pero manteniendo intereses distintos. Entre otros, Assad quiere mantenerse en el poder, Rusia demostrar su peso como gran potencia y su capacidad de resistir ante la oposici¨®n de Estados Unidos, e Ir¨¢n quiere aumentar su arco de influencia en la regi¨®n y lograr una salida al Mediterr¨¢neo. Con el fin del conflicto armado las distintas posturas ser¨¢n a¨²n m¨¢s manifiestas.
El ¨²ltimo gran obst¨¢culo en la senda hacia la paz en Siria es el bloqueo entre Estados Unidos y Rusia. La ruptura de tantas treguas durante los ¨²ltimos meses ya indicaba la falta de confianza entre las partes. Pero, como ha se?alado Dmitri Trenin, las consecuencias de esta ¨²ltima tregua vulnerada son a¨²n m¨¢s preocupantes: Estados Unidos y Rusia han roto las negociaciones bilaterales y pone en peligro los acuerdos nucleares entre ambos. Por el momento, tras haber sido acusado de cometer cr¨ªmenes de guerra, Mosc¨² ha suspendido el acuerdo sobre el uso del plutonio y ha condicionado la reanudaci¨®n del mismo a la compensaci¨®n por los da?os que las sanciones por su actuaci¨®n en Ucrania han causado al pa¨ªs.
Estados Unidos se encuentra en una situaci¨®n de gran incertidumbre. Por un lado, la recomposici¨®n de los grupos rebeldes y la ruptura de las conversaciones con Rusia complica su participaci¨®n en el conflicto; por otro, el breve tiempo que le queda a la Administraci¨®n Obama hace casi imposible cualquier cambio de rumbo. La batalla por Alepo, de vital importancia para la eventual victoria de Assad, se est¨¢ librando en pleno desarrollo de la campa?a electoral norteamericana en la que la pol¨ªtica exterior ha sido ensombrecida.
Tras m¨¢s de cinco a?os de conflicto no cabe pensar en replegarse sin lograr una soluci¨®n
Tras m¨¢s de cinco a?os de conflicto no cabe pensar en replegarse sin lograr una soluci¨®n. El nuevo mapa de actores complica las conversaciones de paz y desequilibra a las partes, sin embargo, no se puede perder de vista que todos los grupos, de una u otra manera, deben participar en el proceso de paz si se pretende que ¨¦sta sea estable y duradera. De igual modo, para reconstruir el Estado sirio, tendr¨¢n que depurarse las responsabilidades por los cr¨ªmenes cometidos por todos los actores en el conflicto y ¨¦ste ser¨¢ uno de los puntos m¨¢s costosos de las negociaciones de paz. Para esta labor, se necesitan l¨ªderes comprometidos, dentro y fuera de las fronteras sirias. Las elecciones norteamericanas pueden ser decisivas, pero la experiencia de estos a?os de guerra nos demuestra que Estados Unidos y Rusia no est¨¢n siendo capaces de lograr un acuerdo.
Los l¨ªderes europeos debieran implicarse en el desbloqueo de las negociaciones. Ha sido un error, por parte de los europeos, dejar pasar estos a?os sin una mayor implicaci¨®n en unas conversaciones cuyo resultado es tan importante para nuestra seguridad y nuestros intereses, adem¨¢s de una responsabilidad frente a los ciudadanos sirios. La Uni¨®n Europea tiene que desplegar ahora toda su capacidad diplom¨¢tica y humanitaria, con todas las partes implicadas, para poner fin cuanto antes a la violencia y empezar la senda de la reconstrucci¨®n de Siria.
Javier Solana es distinguished fellow en la Brookings Institution y presidente de ESADEgeo, el Centro de Econom¨ªa y Geopol¨ªtica Global de ESADE.
? Project Syndicate, 2016.
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