Prohibido hacer salchichas o telescopios en los volcanes sagrados
La isla canaria de La Palma acaricia ser el plan B para un observatorio de 1.200 millones de euros que encuentra oposici¨®n en Haw¨¢i
Es noche cerrada en la Gran Isla de Haw¨¢i y dos centenares de personas se agolpan en una plataforma para ver la erupci¨®n del volc¨¢n Kilauea, uno de los m¨¢s activos del mundo. Los borbotones de magma dibujan llamaradas en la oscuridad, entre gritos de admiraci¨®n a coro. Fuera del cr¨¢ter, la lava forma un reguero rojo y luminoso que se desliza a c¨¢mara lenta hacia el oc¨¦ano Pac¨ªfico. Los turistas persiguen la luz y el calor en las tinieblas para hacerse una foto. Y un cartel en el centro de visitantes advierte: est¨¢ prohibido hacer barbacoas sobre la lava.
La se?al no es una broma. Seg¨²n la mitolog¨ªa hawaiana, Pel¨¦, la diosa del fuego, habita en el volc¨¢n Kilauea. Los ge¨®logos llaman ¡°cabellos de Pel¨¦¡± a las hebras de vidrio volc¨¢nico que se forman en algunas erupciones. El volc¨¢n, para algunos habitantes de Haw¨¢i, es sagrado. Y no est¨¢ permitido hacer barbacoas sobre los dioses, aunque internet est¨¦ plagada de fotos de visitantes calentando salchichas sobre la lava.
Los peculiares dioses hawaianos han provocado una carambola que puede hacer que un telescopio de 1.200 millones de euros acabe en Espa?a. En otro volc¨¢n de la isla, Mauna Kea, la leyenda dice que vive Poli?ahu, la diosa de las nieves. All¨ª tambi¨¦n se encuentra el Observatorio Astron¨®mico de Mauna Kea, una red de 13 telescopios que ha servido, por ejemplo, para describir nuestro apabullante rinc¨®n del universo: Laniakea, un superc¨²mulo de galaxias con 100.000 billones de soles, incluido el nuestro. Y un consorcio internacional quiere construir el decimocuarto: el Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en ingl¨¦s), uno de los m¨¢s avanzados del mundo.
Mauna Kea es la monta?a m¨¢s alta de la Tierra. Mide 10.200 metros desde su base submarina. Su cumbre, a 4.205 metros sobre el nivel del mar, es f¨¢cilmente alcanzable por un sendero, una vez superado el mal de altura. Pero, te¨®ricamente, es inaccesible. "Aloha [Hola, en hawaiano]. Mauna Kea es importante hist¨®ricamente, culturalmente y medioambientalmente. Ayuda a preservar nuestro paisaje cultural y natural y muestra tu respeto no pasando m¨¢s all¨¢ de este punto hacia la cima¡±, reza un cartel a unos 300 metros de la cima. Pero los turistas no suelen hacer caso al consejo y le pisan la cara a la diosa Poli¡¯ahu, con el objetivo de llegar a la cumbre de la monta?a m¨¢s alta del planeta.
En el volc¨¢n se mezclan ciencia, religi¨®n, ecologismo y el legado del colonialismo. Y el c¨®ctel ha entrado en erupci¨®n. Las obras para construir el TMT deber¨ªan haber empezado en 2014, pero las protestas de centenares de personas pararon el proyecto, al grito de ¡°TMT, Too Much Telescopes!¡±, una expresi¨®n en ingl¨¦s que juega con las siglas del proyecto y significa ¡°Demasiados telescopios¡±.
¡°Quieren que cojamos el dinero y destruyamos nuestras tradiciones y nuestra cultura", opina Kalani Flores, activista contra el TMT
¡°Quieren que cojamos el dinero y destruyamos nuestras tradiciones y nuestra cultura. Debemos despertar y ver qu¨¦ le estamos haciendo al planeta. Tenemos una conexi¨®n divina con la Madre Tierra y los seres vivos¡±, sostiene Kalani Flores, un creyente en los dioses hawaianos que forma parte del grupo de activistas que llevaron el TMT a los tribunales.
El 2 de diciembre de 2015, el Tribunal Supremo de Haw¨¢i les dio la raz¨®n: las autoridades concedieron la licencia de construcci¨®n sin haber escuchado a las partes e ignorando las cr¨ªticas de ecologistas y nativos, que afirmaban que la cima del Mauna Kea es ¡°sagrada¡± y que ¡°la construcci¨®n de un observatorio con la altura de un edificio de 18 plantas ser¨ªa una profanaci¨®n¡±, seg¨²n recuerda la sentencia.
La cumbre del Mauna Kea parece otro planeta. Entre los telescopios destacan las dos pelotas blancas del Observatorio Keck, construido en 1993. El viento g¨¦lido y seco azota un suelo ¨¢rido y rojo, como marciano, que esconde enterramientos centenarios. Los atardeceres son tan limpios y tienen tanto color que parecen una fotograf¨ªa trucada. La noche muestra todas las estrellas robadas por la contaminaci¨®n lum¨ªnica al resto del mundo. Por todo ello, el paraje est¨¢ protegido tanto por sus valores medioambientales como culturales. Y, seg¨²n sus oponentes, el TMT incumple las leyes que blindan el lugar.
El proceso para obtener una licencia de construcci¨®n se ha puesto de nuevo en marcha. ¡°Al mismo tiempo, estamos estudiando otros emplazamientos potenciales, por si finalmente la opci¨®n de Haw¨¢i no es factible¡±, explica el astr¨®nomo Michael Bolte, profesor de la Universidad de California y director asociado del proyecto. Bolte reconoce ¡°¨¦xitos y fracasos¡± de los telescopios de Mauna Kea en el pasado y subraya que el proyecto ¡°se ha comprometido a hacer las cosas de otra manera¡±.
¡°El TMT ha prometido ser un fiel administrador de la monta?a, escuchar a la comunidad, ser un buen vecino y miembro de la comunidad de la isla. Y, globalmente, aspira a beneficiar a la humanidad al integrar cultura y ciencia¡±, expone el astr¨®nomo. ¡°El TMT necesita obtener el permiso a comienzos del a?o que viene para poder empezar la construcci¨®n en Mauna Kea en abril de 2018¡±, apremia. ¡°La Palma es uno de los emplazamientos alternativos que estamos considerando seriamente si Haw¨¢i resulta imposible¡±.
El director del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias, Rafael Rebolo, se entusiasma con la idea de que el TMT acabe en la isla de La Palma. ¡°Estamos haciendo todo lo posible por traerlo aqu¨ª¡±, afirma. Este verano, el Gobierno de Canarias declar¨® ¡°de inter¨¦s estrat¨¦gico¡± la instalaci¨®n del telescopio en el Observatorio del Roque de los Muchachos. El consorcio internacional del TMT ¡ªque incluye a Canad¨¢, China, India, Jap¨®n, la Universidad de California y el Instituto de Tecnolog¨ªa de California¡ª ha enviado tres delegaciones de cient¨ªficos e ingenieros a La Palma. Han estudiado todo, desde la capacidad de la red el¨¦ctrica de la isla hasta el ancho de las carreteras para subir las piezas del telescopio a la loma.
El pr¨®ximo viernes, seg¨²n Rebolo, el consejo de directores del TMT se reunir¨¢ en California para decidir cu¨¢l es el plan B para Haw¨¢i. Adem¨¢s de La Palma, el Observatorio Astron¨®mico Nacional de San Pedro M¨¢rtir, en M¨¦xico, y dos cerros de la regi¨®n de Antofagasta, en Chile, se han valorado como posibles suplentes de Haw¨¢i. ¡°Estamos en un momento clave¡±, asegura Rebolo.
Durante unos meses, no obstante, Mauna Kea seguir¨¢ siendo el plan A, sea cual sea el plan B, a la espera del anhelado permiso de construcci¨®n. Antes de morir en 1807, el astr¨®nomo franc¨¦s J¨¦r?me Lalande proclam¨®: ¡°He buscado a trav¨¦s de los cielos y no he encontrado ni rastro de Dios¡±. En Mauna Kea, no hay que buscar en los cielos, sino en la propia monta?a.
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