La cr¨®nica de un suceso bochornoso
El mi¨¦rcoles 19 de octubre, un grupo de j¨®venes con el rostro cubierto interrumpi¨® violentamente un acto que se celebraba en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad Aut¨®noma de Madrid (UAM), y en el que interven¨ªan Juan Luis Cebri¨¢n, presidente del Grupo PRISA editor de este diario, y el expresidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez. EL PA?S inform¨® ampliamente del vergonzoso suceso, que ha merecido amplia condena, en su edici¨®n digital ese mismo d¨ªa, y el jueves en la edici¨®n impresa. La noticia principal llevaba un titular claro: Un grupo de violentos impide una conferencia en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Y en el sumario, se a?ad¨ªa: Los manifestantes, con el rostro tapado, revientan un acto de Felipe Gonz¨¢lez y Juan Luis Cebri¨¢n. Podemos, encabezado por Iglesias, hab¨ªa multiplicado estos d¨ªas los ataques a los conferenciantes.
Tanto en la noticia como en el editorial del jueves se otorgaba a Iglesias el papel de inspirador de los hechos. Algunos lectores se han dirigido a m¨ª para protestar por lo que consideran una conexi¨®n no demostrada entre un hecho bochornoso y el l¨ªder de Podemos, Pablo Iglesias. Estoy en contra del boicot sufrido por Felipe Gonz¨¢lez y el se?or Cebri¨¢n en la Universidad, pero me parece extremadamente grave su utilizaci¨®n pol¨ªtica haciendo responsable al se?or Iglesias de los hechos, escribe Santiago Ben¨ªtez Molano, que se declara decepcionado, con el peri¨®dico. Otro lector, J.N.H., considera igualmente intolerable que se establezca una conexi¨®n entre el l¨ªder de Podemos y el boicot a Gonz¨¢lez y a Cebri¨¢n, sin que el peri¨®dico lo sustente en pruebas concluyentes. Marcelo Guill¨¦n Ib¨¢?ez, alude en su correo a la exageraci¨®n con la que se ha tratado el incidente, coincidiendo en parte con la opini¨®n de Jes¨²s Mart¨ªnez Elgezabal, que escribe desde Alemania. Alberto Piris, Miguel Alonso y Gonzalo Joya me escriben para anunciar sus respectivas bajas como suscriptores o lectores, tras las informaciones sobre el boicot en la UAM.
Otro lector, Xisco J. Sim¨®n, recoge en su mensaje argumentos interesantes. Sim¨®n se refiere a los titulares, y a algunos de los p¨¢rrafos de la noticia, y expone lo siguiente: Vaya por delante mi repulsa ante este tipo de actos. El derecho a la libertad de expresi¨®n, a la protesta, debe ser compatible con la de los otros, incluso cuando se trata de dos personajes medi¨¢ticos y controvertidos, como los se?ores Gonz¨¢lez y Cebri¨¢n. Si no les gustan o no les interesan sus opiniones con no ir al acto o bien rebatir sus argumentos en otros lugares o foros, tienen m¨¢s que suficiente.
Lo que no veo por ning¨²n sitio es qu¨¦ relaci¨®n tienen el partido pol¨ªtico Podemos y sus l¨ªderes con esta actuaci¨®n (¡) Si se cita como posible relaci¨®n causa-efecto, deber¨ªamos recordar que los se?ores conferenciantes tampoco son apreciados por otros colectivos como, por ejemplo, los independentistas catalanes o los separatistas vascos. Sin embargo en ning¨²n momento se deja caer que puedan tener relaci¨®n con estos actos. Si el redactor tiene, contrastada y verificada, esa relaci¨®n que la publique y todos los lectores podremos apreciarla y valorarla. Si no es as¨ª, se trata de un simple juicio de intenciones, sin m¨¢s valor, y prescindible en buen periodismo. S¨¦ que la l¨ªnea editorial de su medio no comulga con las ideas de esa formaci¨®n, pero no desear¨ªa que eso influyera en el buen juicio y criterio de redactores y responsables.
He trasladado a Rafael de Miguel, redactor jefe de Espa?a, las quejas recibidas y esta es la respuesta que me ha enviado:
En ning¨²n momento atribuimos la responsabilidad directa de lo sucedido a Podemos ni a sus dirigentes, pero tambi¨¦n somos conscientes del contexto en el que se produjo el incidente. Precisamente estos d¨ªas ha surgido en la prensa de EEUU un debate sobre la falsa ecuanimidad mantenida por a?os por los medios de comunicaci¨®n al limitarse a contar los hechos, o las versiones de parte, sin comprometerse del todo en contar la verdad de las cosas.
A ning¨²n periodista de informaci¨®n pol¨ªtica que se haya encargado de cubrir las actividades recientes de Podemos se le escapa que, en las ¨²ltimas semanas, el l¨ªder de la formaci¨®n, Pablo Iglesias, ha desplegado una estrategia sistem¨¢tica y constante de ataques al grupo Prisa, dirigidos concretamente contra su presidente, Juan Luis Cebri¨¢n. Hace poco m¨¢s de dos semanas, dentro de esa estrategia y al referirse a la fractura interna del PSOE, habl¨® de la estrategia m¨¢s brutal, la que se ha impuesto, la de Felipe Gonz¨¢lez y Juan Luis Cebri¨¢n. Acus¨® a ambos de ser los autores intelectuales de un golpe en la c¨²pula de Ferraz, e intensific¨® las cr¨ªticas en sus intervenciones, entrevistas y comentarios en las redes sociales. Recientemente, en una entrevista a Eldiario.es, defini¨® a EL PA?S como una estructura del r¨¦gimen o el diario que de alguna manera domestica a los progresistas. M¨¢s all¨¢ de mostrar cierto desprecio a los cientos de miles de lectores del peri¨®dico, que no creo que se sientan domesticados por ¨¦l, dejaba claro que, dentro del objetivo de Iglesias de acabar con lo que ¨¦l considera el r¨¦gimen del 78 y, para otros muchos, un tiempo de democracia y libertades a preservar, el grupo Prisa y el diario El Pa¨ªs forman parte de sus objetivos.
Alguna de las pancartas que portaban los violentos durante el incidente en la Universidad Aut¨®noma repet¨ªa literalmente la frase que el propio Iglesias lanz¨® en el debate de investidura de Pedro S¨¢nchez, como la acusaci¨®n contra Felipe Gonz¨¢lez de 'tener las manos manchadas de cal viva'.
Creo que es una muestra de honestidad intelectual y un esfuerzo por explicar el contexto de las cosas a?adir en la misma pieza todos estos antecedentes. Nada en pol¨ªtica es casual, y pretender desvincular lo sucedido de un clima previo de tensi¨®n creciente alimentado por los dirigentes de Podemos ser¨ªa no solo err¨®neo sino probablemente ingenuo.
Puedo entender que muchos lectores de buena fe se vieran sorprendidos por el modo tan directo en el que la informaci¨®n se?alaba esta coincidencia, e incluso admitir que algunos no vean tan clara la relaci¨®n causa-efecto, pero creo que haber contado lo sucedido como una protesta espont¨¢nea y desvinculada del discurso pol¨ªtico alimentado desde Podemos habr¨ªa sido contar las cosas a medias. Y eso puede resultar peor que no contarlas.
Por mi parte, estoy de acuerdo con De Miguel en que la prensa debe contextualizar los sucesos. Sin embargo, creo que la noticia sobre lo sucedido en la UAM informa muy sumariamente de los responsables directos de los hechos -una federaci¨®n libertaria-, y hace una contextualizaci¨®n simplificada de los mismos, limit¨¢ndose a se?alar a Pablo Iglesias como su inspirador. Aun cuando las declaraciones del l¨ªder de un partido que cuenta con cinco millones de votos puedan haber tenido considerable influencia en el boicot, intervienen m¨¢s factores en la crispaci¨®n pol¨ªtica que se observa en la sociedad espa?ola y que explica lo ocurrido en la UAM. La grav¨ªsima crisis del PSOE, al borde de la fractura entre partidarios y detractores del ex secretario general Pedro S¨¢nchez, -que ha dejado para la historia escenas de inusitada violencia verbal protagonizadas por algunos militantes a las puertas de la sede federal de Madrid, el pasado 1 de octubre-, ha generado una fuerte hostilidad en un sector de la militancia socialista hac¨ªa todos a quienes consideran responsables de la ca¨ªda de S¨¢nchez. Y no ser¨ªa descabellado pensar que este estado de ¨¢nimo haya podido influir en la lamentable acci¨®n.
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