Desastre libio
El balance de Libia a los cinco a?os de la ca¨ªda de Gadafi es el de un Estado fallido y una grav¨ªsima crisis migratoria
Los cinco a?os transcurridos desde el derrocamiento y muerte del dictador libio Muamar el Gadafi, lejos de suponer un periodo de estabilizaci¨®n y progreso para Libia ¡ªdespu¨¦s de d¨¦cadas de sangrienta dictadura¡ª han presenciado la aparici¨®n de un Estado fallido en la ribera sur del Mediterr¨¢neo.
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Se trata de un triste balance del que no est¨¢n eximidas de responsabilidad las naciones europeas y organizaciones internacionales que colaboraron activamente en la ca¨ªda de dictador en 2011 pero se desentendieron de todo el proceso posterior. Las brutales im¨¢genes de la ca¨®tica detenci¨®n y linchamiento de Gadafi en Sirte constituyeron un toque de advertencia para otros dictadores de la zona sobre lo que les podr¨ªa ocurrir en el caso de que Primavera ?rabe triunfara en sus pa¨ªses. La guerra civil en Siria y la brutal represi¨®n practicada por Bachar el Asad son el paradigma de esta actitud.
El resultado de este lustro de desgobierno es un pa¨ªs somalizado con diversas facciones en guerra abierta por el poder, entre las que es imposible obviar al Estado Isl¨¢mico y otros grupos terroristas de car¨¢cter yihadista que tienen en su haber, por ejemplo, el asesinato de un embajador de EE?UU. A esto hay que sumarle un flujo completamente descontrolado de inmigrantes que quieren llegar a Europa y que son v¨ªctimas de las mafias de trata de personas que les embarcan por millares y les lanzan a una peligrosa traves¨ªa finalizada a menudo con la muerte. El mar Mediterr¨¢neo entre Libia e Italia se ha convertido en una gigantesca fosa com¨²n, sin que las diversas operaciones militares europeas lo hayan podido evitar.
Urge que la Uni¨®n Europea adopte ya una estrategia seria y viable en Libia. La inestabilidad en el pa¨ªs norteafricano es una amenaza directa para la seguridad de Europa. De la normalizaci¨®n libia dependen miles de vidas y la evoluci¨®n del yihadismo en la ribera sur mediterr¨¢nea.
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