Fin del campamento de Calais
Francia inicia el desmantelamiento del asentamiento en el que malviv¨ªan miles de refugiados y migrantes
Las autoridades francesas iniciaron ayer el desmantelamiento del campamento de Calais, el poblado de tiendas y chabolas de pl¨¢stico en el que 6.500 demandantes de asilo y migrantes malviv¨ªan a la espera de cruzar a Reino Unido. El Gobierno franc¨¦s insiste en que es una operaci¨®n humanitaria basada en la voluntariedad. La mayor¨ªa de refugiados rechazaban pedir asilo en Francia porque manten¨ªan la esperanza de reunirse con sus familiares en Reino Unido. La clausura del campamento les obliga ahora a formalizar la solicitud. A lo largo de la semana ser¨¢n trasladados a diferentes centros de acogida. Los cerca de 1.300 menores no acompa?ados quedan de momento bajo la custodia del Gobierno franc¨¦s, aunque en este caso hay que celebrar la buena disposici¨®n demostrada por el Ejecutivo brit¨¢nico para asumir una parte de estos ni?os.
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Francia no pod¨ªa seguir manteniendo este vergonzoso lugar, en el que miles de personas viv¨ªan en condiciones inhumanas de fr¨ªo y humedad, con apenas una decena de letrinas m¨®viles y algunas fuentes de agua para cubrir sus necesidades de higiene. Aunque las ONG facilitaban ropa y comida, Calais se hab¨ªa convertido en el s¨ªmbolo de la degradaci¨®n moral de Europa, el paradigma de un fen¨®meno cada vez m¨¢s frecuente: la creaci¨®n de espacios sin ley, sin protecci¨®n y sin el reconocimiento de los m¨¢s m¨ªnimos derechos, no a las puertas de Europa, sino en el coraz¨®n mismo del continente. El nombre con el que hab¨ªa sido bautizado, La jungla, lo refleja muy bien.
El primer campamento levantado en Calais se desmantel¨® en 2002. Desde entonces se han derribado sucesivos campamentos, lo que no ha impedido que volvieran a formarse. Ahora es importante dar cobijo digno y ayuda a estas personas, pero un fen¨®meno migratorio y una crisis humana como la que afronta Europa requiere de pol¨ªticas globales basadas en el reparto equitativo de los refugiados y el control de los flujos migratorios en origen.
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