En desagravio de Turing y otros homosexuales

Alan Turing era un genio de las matem¨¢ticas. Sus conocimientos contribuyeron de forma decisiva al salto cient¨ªfico que m¨¢s tarde permitir¨ªa la revoluci¨®n de la inform¨¢tica y fue considerado un h¨¦roe nacional por haber logrado descifrar el c¨®digo Enigma que los nazis utilizaban en sus comunicaciones secretas, lo que contribuy¨® decisivamente a la victoria de los aliados en la II Guerra Mundial. Pero todo eso no le sirvi¨® de nada ni pudo impedir que, unos a?os despu¨¦s, en 1952, fuera condenado por atentar contra la moral p¨²blica por mantener relaciones con otro hombre de 19 a?os. La sanci¨®n penal result¨® devastadora para Turing. Se someti¨® a castraci¨®n qu¨ªmica para eludir la c¨¢rcel, pero su vida estaba destrozada. Apenas dos a?os despu¨¦s se suicid¨® mordiendo una manzana impregnada de cianuro.

Ahora, una ley lleva su nombre, pero no es una ley de la f¨ªsica, sino un hito jur¨ªdico destinado a restablecer el honor y reparar la memoria de los m¨¢s de 65.000 brit¨¢nicos que se estima que fueron condenados bajo las ominosas leyes de la decencia moral por mantener relaciones con personas del mismo sexo. Para desgracia de miles de homosexuales, este tipo de relaciones siguen penalizadas en numerosos pa¨ªses, la mayor¨ªa de ellos musulmanes, pero en Reino Unido segu¨ªa abierta una herida que ahora se quiere suturar de forma definitiva con una ley impulsada por el diputado liberal dem¨®crata John Sharkey, tras una campa?a que reuni¨® 640.000 firmas y fue apoyada por renombrados cient¨ªficos y personalidades de la cultura.

Todo empez¨® cuando en diciembre de 2013 la reina Isabel II firm¨® un indulto a t¨ªtulo p¨®stumo para reparar la memoria y los tormentos de Alan Turing. El gesto era justo y necesario, pero ?por qu¨¦ solo Turing y no los otros miles de condenados, muchos de ellos an¨®nimos y sin relevancia p¨²blica, que tambi¨¦n fueron sentenciados por mantener ¡°relaciones indecentes¡±? Turing hubiera estado de acuerdo. Como ha ocurrido en otros pa¨ªses, la despenalizaci¨®n aprobada en 1967 no inclu¨ªa la reparaci¨®n de los casos juzgados. Unos 50.000 condenados est¨¢n ya muertos, de modo que la reparaci¨®n es m¨¢s bien simb¨®lica. Se les cancelar¨¢n los antecedentes penales y su historial c¨ªvico quedar¨¢ limpio. Pero se estima que otros 15.000 siguen con vida y en este caso, aunque la reparaci¨®n incluye la supresi¨®n de antecedentes penales, la forma de hacerlo no ha satisfecho a todos.

Al contrario. La figura del indulto implica de alg¨²n modo reconocer una culpabilidad por una conducta que, de acuerdo con la nueva sensibilidad social y la correspondiente realidad jur¨ªdica, no es merecedora de sanci¨®n. No se trata, pues, de pedir perd¨®n. Adem¨¢s, el procedimiento previsto obliga a cada condenado a solicitar la revisi¨®n formal de su expediente a las autoridades gubernativas. Es cierto que en algunos casos pod¨ªan concurrir otras conductas que a¨²n son delito, como mantener relaciones con menores, pero eso podr¨ªa haberse subsanado de otra forma, sin necesidad de que cada afectado tenga que pedir el indulto en un procedimiento que puede ser enrevesado y oneroso.