D¨®nde ha ido a parar el dinero de ¡®Operaci¨®n Triunfo¡¯
Uno de los concursantes se compr¨® tres casas en un a?o. De c¨®mo 16 chicos, candorosos y maleables, pasaron a tenerlo todo
En un a?o, uno de los concursantes del primer Operaci¨®n Triunfo (OT) se compr¨® tres casas. Hablamos del a?o 2001, cuando la crisis econ¨®mica no hab¨ªa transformado para siempre las vidas de la clase media espa?ola. "No voy a decir qui¨¦n es el que hizo esa compra. Me lo cont¨® esa misma persona. Se compr¨® tres casas. Y se quejaba mucho, porque Hacienda le iba a meter una clavada. Le tuve que hacer entender que si ganas una burrada en tan poco tiempo, esas cosas pasan".
El que habla es Alejandro Abad (54 a?os, Chile), compositor de la canci¨®n estrella de aquella fastuosa primera edici¨®n, Mi m¨²sica es tu voz. Esta compra inmobiliaria, que ocurri¨® durante los meses despu¨¦s del final de OT 1, cuando todo pueblo de Espa?a quer¨ªa para sus fiestas a alguno de los concursantes, retrata una de las situaciones m¨¢s llamativas del programa que revolucion¨® el mundo del espect¨¢culo en nuestro pa¨ªs. En unos meses, unos chicos que ganaban 300 euros semanales por dejarse la piel tocando en orquestas, se hab¨ªan convertido en nuevos (e ingenuos) ricos. Por cierto, Mi m¨²sica es tu voz sigue reportando dinero a Abad, todav¨ªa en 2016.
"[Uno de los concursantes] se compr¨® tres casas. Y se quejaba mucho, porque Hacienda le iba a meter una clavada. Le tuve que hacer entender que si ganas una burrada en tan poco tiempo, esas cosas pasan
Los entresijos del programa de entretenimiento m¨¢s exitoso en Espa?a en los ¨²ltimos tiempos siguen rodeados de misterio, rumores y pol¨¦micas. Y dinero, mucho dinero. Los tres documentales emitidos por TVE (el ¨²ltimo, el domingo 30 de octubre) apuestan por la honestidad, pero tambi¨¦n pasan de puntillas por la escabrosa controversia que ha estado varias veces a punto de contaminar el recuerdo de OT. Concursantes insatisfechos, contratos blindados cuya copia a¨²n no ha sido enviada a los cantantes y denuncias de favoritismos que, si no han sido publicadas ya, es probable que nunca lo hagan.
Para entender c¨®mo funcionaron los engranajes de aquella aventura hist¨®rica, hay que presentar primero a los protagonistas: Gestmusic, la productora del programa; Vale Music, la discogr¨¢fica que edit¨® los discos y fich¨® a los concursantes; TVE, la cadena que emiti¨® el programa que paraliz¨® un pa¨ªs; y 16 chavales, llenos de esperanza, c¨¢ndidos, maleables.
Los magos detr¨¢s de la cortina que hicieron que los mundos de Oz nos mantuviesen pegados a la televisi¨®n fueron los hermanos Ten, Toni (56 a?os, Sabadell) y Xasqui (52, Sabadell), productores subcontratados por la discogr¨¢fica Vale Music. Ellos fueron los responsables de la producci¨®n de la mayor¨ªa de las canciones de las galas, con un ritmo de trabajo que Toni lamenta no haber podido disfrutar. "Entre Barcelona y Madrid, trabaj¨¢bamos sin parar y a toda prisa. Fueron cuatro meses de trabajo, 10 o 12 horas diarias, siete d¨ªas a la semana", recuerda para ICON. Vale Music no fue la primera opci¨®n para la productora del programa, Gestmusic. Seg¨²n Xasqui, el proyecto "se ofreci¨® a las [discogr¨¢ficas] multinacionales, pero nadie se interes¨® demasiado. No le dieron credibilidad a la idea. En aquellos momentos la m¨²sica en televisi¨®n no funcionaba, los programas musicales no gustaban".
Xasqui Ten recuerda que les pidieron dedicaci¨®n exclusiva durante tres meses, porque no tendr¨ªan tiempo para nada m¨¢s. "A mitad de semana te solicitaban que cambiases el tono de la canci¨®n, y aunque ya la tuvieses grabada deb¨ªas volver a empezar. En un disco normal sueles tardar dos o tres meses para grabar 10 canciones, aqu¨ª se hac¨ªan esas 10 canciones en siete d¨ªas. Cada semana, se editaba un CD con las versiones en estudio de las canciones interpretadas por los concursantes en la gala. Estos discos (que sal¨ªan con un precio de 6 euros) no entraban en los planes iniciales de la productora, pero ante el creciente ¨¦xito de audiencia decidieron editarlos. Todos sobrepasaron las 100.000 unidades vendidas. Una barbaridad. Pero hay m¨¢s: el disco de OT que se edit¨® en la Navidad de 2001 es el cuarto m¨¢s vendido de la historia en Espa?a, con 1,2 millones de unidades.
Para hacer frente a la fabricaci¨®n masiva de CDs, Vale Music le encarg¨® la manufactura a una empresa holandesa ya que en Espa?a no hab¨ªa f¨¢bricas con capacidad para producir miles de CDs en tan poco tiempo. Hab¨ªa que sacar adelante la abrumadora demanda, y los concursantes acabaron sufriendo las consecuencias.
Nuria Ferg¨® bromea sobre c¨®mo cerraban tiendas enteras para ella, en las que ni siquiera miraba el precio de la ropa. Y se pone m¨¢s seria para reconocer que necesit¨® ayuda psicol¨®gica
La agenda era dura para todos, pero emocionalmente result¨® agotadora para los concursantes, que al estar encerrados en la Academia ni siquiera entend¨ªan por qu¨¦ ten¨ªan que trabajar tanto, seg¨²n explica Abad. Toni Ten corrobora este agotamiendo: "Grab¨¢bamos al d¨ªa siguiente de la gala, y todos llegaban con caras de sue?o. Algunos me preguntaban que qu¨¦ dec¨ªa la gente en la calle. Algo se ol¨ªan, pero no eran realmente conscientes de la que se estaba montando".
Su hermano Xasqui coincide en esta sensaci¨®n, y recuerda a unos chavales con mucho miedo. "Nosotros ten¨ªamos prohibido decirles nada que no estuviese relacionado con la grabaci¨®n. La Academia estaba muy controlada. Entr¨¢bamos con micr¨®fonos, as¨ª que te estaban oyendo desde el control todo lo que hablabas con los chavales. Nos recog¨ªan en la puerta, nos acompa?aban al estudio, grab¨¢bamos y nos acompa?aban a la salida. Hab¨ªa bastante tensi¨®n. Recuerdo un d¨ªa que los dejaron salir a hacer firmas en centros comerciales y volvieron locos, porque se dieron cuenta de la repercusi¨®n que estaba teniendo el programa. A partir de ah¨ª se mosquearon un poco". Ellos percibieron la tremenda popularidad del programa. La mayor¨ªa de las firmas de discos tuvieron que ser canceladas ante la avalancha de fans. Fueron a los centros comerciales sin saber si habr¨ªa 20 o 100 personas, y se encontraron con miles de fans. El programa estaba siendo un fen¨®meno y nadie les hab¨ªa contado nada.
La enorme cantidad de dinero que movi¨® el programa (se hablaba de un mill¨®n de euros a la semana s¨®lo gracias a los votos de los espectadores) siempre ha despertado la frustraci¨®n de los concursantes, y hoy sigue siendo motivo de conflicto
El punto de inflexi¨®n fue el descanso durante las navidades de 2001. Los concursantes pudieron irse a sus casas y, aunque segu¨ªan controlados por la organizaci¨®n, se relajaron y perdieron el miedo. "Volvieron m¨¢s tranquilos", explica Xasqui, que junto a su hermano sigue trabajando con Gestmusic en Tu cara me suena y afirma llevarse bien con los Bisbal, Bustamante, Chenoa y compa?¨ªa. "Hab¨ªa llegado un momento en el que exist¨ªa much¨ªsima tensi¨®n all¨ª dentro, fruto del ¨¦xito del programa. Est¨¢bamos ensayando y grabando las canciones de la gala semanal, pero adem¨¢s el ¨¢lbum de Navidad, cuyas canciones deb¨ªan aprenderse. Justo antes de Navidad estaban muy jodidos y cansados, porque era una locura de curro", a?ade el productor.
Tras la finalizaci¨®n del concurso, alargado mediante galas especiales, Eurovisi¨®n y el seguimiento televisivo de los primeros pasos profesionales de los concursantes, las cosas se fueron colocando y cada uno volvi¨® a su casa (o en el caso de ese concursante misterioso aficionado al mundo inmobiliario, a sus casas). En la segunda parte del documental, varios de ellos han mostrado una sorprendente sinceridad al rememorar aquella vuelta a la no-normalidad.
Javi¨¢n recuerda que le perturbaba tanto pasar de cobrar 80 euros por un concierto completo (antes de OT) a 6.000 por cantar tres canciones (despu¨¦s de OT), que repet¨ªa ese min¨²sculo repertorio para sentirse m¨¢s rentable. Nuria Ferg¨® bromea sobre c¨®mo cerraban tiendas enteras para ella, en las que la malague?a ni siquiera miraba el precio de la ropa. Y se pone m¨¢s seria para reconocer que necesit¨® ayuda psicol¨®gica.
Inevitablemente, algunos se fueron quedando relegados. En menos de un a?o, pasaron del anonimato a ser idolatrados por un pa¨ªs entero, s¨®lo para ser despachados por la industria con un "hala, ya puedes irte, gracias por todo". El productor Alejandro Abad recuerda aquella decepci¨®n, para la que nadie les hab¨ªa preparado. "Algunos se preguntaban, pasados los meses, por qu¨¦ tuvieron que cantar esa canci¨®n o por qu¨¦ firmaron aquel contrato seg¨²n el cual ced¨ªan un porcentaje tan alto a la productora. Era una porci¨®n grande de una tarta muy grande. Firmaron un contrato de cesi¨®n de imagen, que conllevaba unos derechos discogr¨¢ficos razonables, quiz¨¢ un poco por encima de lo ideal. Pero ese extra se puede justificar porque tuvieron una carrera expr¨¦s dentro de un veh¨ªculo que en la vida volver¨ªan a tener". Y a?ade: "Otra cosa es que ellos hablasen con otros artistas y vieran que sus condiciones eran algo peores de lo habitual. Y si no triunfas, empiezas a plantearte si es por culpa de las canciones que te pusieron. Se convirtieron en estrellas en tres meses, con todas sus consecuencias"
"Algunos se preguntaban, pasados los meses, por qu¨¦ tuvieron que cantar esa canci¨®n o por qu¨¦ firmaron aquel contrato seg¨²n el cual ced¨ªan un porcentaje tan alto a la productora"
La enorme cantidad de dinero que movi¨® el programa (se hablaba de un mill¨®n de euros a la semana s¨®lo gracias a los votos de los espectadores) siempre ha despertado la frustraci¨®n de los concursantes, y hoy sigue siendo motivo de conflicto. Varios de ellos consideran que el concierto de El reencuentro (el 31 de octubre en Barcelona) ni siquiera les dar¨¢ para cubrir gastos de desplazamiento. A los hermanos Ten, por su parte, les correspondi¨® un porcentaje en torno al 3% de los beneficios. Toni aclara que es el porcentaje habitual en la industria: "Era muy bajo porque hab¨ªa mucha gente comiendo de ese pastel. Los creadores del programa ten¨ªan la tarta, y nos dejaban comer de ella, pero al fin y al cabo era suya. Tambi¨¦n com¨ªa TVE, los concursantes, Vale Music, Gestmusic y los productores".
Quien sigue recibiendo dinero gracias a Mi m¨²sica es tu voz es Alejandro Abad. "Gener¨® muchos derechos. La utilizan en Holanda, Alemania e incluso ?frica en cursos de espa?ol. En Estados Unidos los derechos de autor se respetan much¨ªsimo, as¨ª que las instituciones de idiomas generan mucho dinero. El formato de OT era nuevo, se export¨® a muchas partes de Am¨¦rica Latina e incluso se emiti¨® la edici¨®n espa?ola. Y en bastantes pa¨ªses la pieza final que cantaban los concursantes tambi¨¦n era Mi m¨²sica es tu voz".
El estigma de ser un triunfito ha encontrado su catarsis 15 a?os despu¨¦s gracias al entra?able pero amargo documental OT. El reencuentro. Y, en cada confesi¨®n, se nota que esas 16 personas necesitaban reconciliarse con aquella vor¨¢gine. La decisi¨®n deliberada de Gestmusic de moldear un casting de personas corrientes, que hiciesen que los espectadores sintiesen que cualquiera pod¨ªa triunfar, se cobr¨® 16 v¨ªctimas. Se convirtieron en lo que los elitistas llaman "nuevos ricos", y la industria les trat¨® en alguna ocasi¨®n con recelo, pero tambi¨¦n quisieron utilizarles. Alguien dijo refiri¨¦ndose al devenir de los concursantes: "Nadie deber¨ªa tener que aprender tanto en tan poco tiempo". Abrazaron su viaje, con las luces (brillantes) y las sombras (silenciadas) y han conseguido que Espa?a vuelva a prestarles atenci¨®n. Pero esta vez, no porque son chavales que representan la generaci¨®n con m¨¢s entusiasmo de la democracia, sino porque han vivido para contarlo.
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