La ventana de Pablo
El l¨ªder de Podemos se sirve de la crisis del sistema para imponer una deriva personalista
Un polit¨®logo norteamericano propuso un filtro anal¨ªtico que lleva su nombre: la ventana de Overton. As¨ª se designa al espacio acotado entre cuyos l¨ªmites resulta aceptable por la opini¨®n un mensaje pol¨ªtico. Dentro del mismo se encuentran jerarquizadas las distintas ideas, con las ¡°impensables¡± marcando la frontera exterior. El inter¨¦s de un emisor consiste entonces en situarse dentro del marco de la ventana. Ahora bien, no por eso los portadores de ideas ¡°impensables¡± permanecen siempre inactivos: como sucede hoy con Trump en los Estados Unidos, su discurso antisist¨¦mico se dirige con toda energ¨ªa a la descalificaci¨®n global de la democracia. Rompen el marco de la ventana y tratan de imponer otro desde el espacio exterior que conviene ¨²nicamente a su ansia de poder personal. Una deriva totalitaria, que ahora encuentra terreno abonado en la conciencia extendida de crisis del sistema, que incluye certificados de defunci¨®n preventivos. As¨ª la reciente profec¨ªa de Manuela Carmena, de que ¡°el mundo de la democracia representativa se est¨¢ acabando¡±.Van Reybrouck lo llama ¡°s¨ªndrome de fatiga democr¨¢tica¡±.
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La opci¨®n de aprovechar los resultados de diciembre para desplazar al PP parec¨ªa inmejorable para Podemos, ampliando sensiblemente el espacio radical en la ventana. Solo que no encaja en la pol¨ªtica definida por Pablo Iglesias, quien juega para s¨ª mismo, no para Podemos. No es simple impaciencia. Fue ¨¦l quien ceg¨® de antemano una alianza con el PSOE suplantando a S¨¢nchez en la propuesta ante el Rey. La prioridad del objetivo de absorber y/o desplazar a los socialistas ha estado ah¨ª desde siempre, con Yo Pablo como L¨ªder M¨¢ximo, dispuesto solo a hacer concesiones transitorias (elecciones de comunidad, Ayuntamientos) para consolidar su rampa de lanzamiento personal. El PP, mero pretexto.
Si bien Podemos se mont¨® en la cresta de la ola de indignaci¨®n social tras el 15-M, no nace entonces. El planteamiento estrat¨¦gico, ret¨®rica y violencia inclu¨ªdos, arranca a?os atr¨¢s de la experiencia de ¡°organizar la rabia¡± (hoy ¡°politizar el dolor¡±: odio) desde su antecedente Contrapoder en Pol¨ªticas, con la voluntad de afirmar un monopolio de mando, no de hegemon¨ªa, usando la violencia contra cualquier adversario. Toda alianza es vista por Iglesias desde el ¨¢ngulo de instrumentalizaci¨®n y captaci¨®n. Los m¨¦todos del comunismo a?os 30 est¨¢n ah¨ª, lo mismo que en el modelo organizativo leninista.
Conviene releer su libro Disputar la democracia, para apreciar la centralidad de la destrucci¨®n del otro en dicha estrategia, sobre la base de que los movimientos antisistema son el motor de los avances de la humanidad. En definitiva, todo en el orden constitucional resulta arrrumbado desde un izquierdismo, para nada de izquierdas, aut¨¦ntica enfermedad senil del comunismo. Y es que para Pablo Iglesias, la democracia solo existe cuando expresa ¡°el poder de los m¨¢s¡±, de ¡°la gente¡± frente a ¡°los privilegios de los menos¡±. De ah¨ª que en definitiva no sea un procedimiento, sino una situaci¨®n de poder, cuyo liderazgo le corresponde.
Todo en el orden constitucional resulta arrrumbado desde un izquierdismo, que no izquierda, aut¨¦ntica enfermedad senil del comunismo
De incumplirse tal objetivo, las instituciones democr¨¢ticas no deben ser respetadas, sino denunciadas y combatidas. Si los menos vencen es por ¡°manipulaci¨®n¡±, nuevo mantra de Pablo: semejante democracia no vale. Por eso tiene sentido la movilizaci¨®n de masas, con un acoso al Congreso, frente al gobierno Rajoy nacido de la Gran Coalici¨®n (PP/PSOE). La acci¨®n pol¨ªtica se desplazar¨¢ a la calle, a los ataques a la libre expresi¨®n del otro, sistem¨¢ticamente difamado -a golpe de tuit-, siguiendo un patr¨®n totalitario convenientemente enmascarado. Igual que fue un desconocido con coleta quien dirigi¨® el boicot a Rosa D¨ªez, ayer era una organizaci¨®n libertaria la que montaba el cirio en la UAM, habiendo aprendido bien la vieja lecci¨®n podemita sobre tapar la cara a los l¨ªderes. Hoy es ¡°la gente¡± quien prepara el rodeo al Congreso. ?l se limita a expresar su ¡°simpat¨ªa¡± ante esa ¡°gente¡± tan creativa que lo hace todo sin Podemos pero al lado de Podemos. ¡°El aldeano tir¨® la piedra y mano escondi¨®¡±, dec¨ªa una canci¨®n vasca. El derecho de manifestaci¨®n debe respetarse; apadrinar manifestaciones de masas para deslegitimar al Congreso, desde un partido parlamentario cada vez que resulta derrotado es otra cosa. Se llama estrategia de la desestabilizaci¨®n. Antidemocracia.
Como Trump o Maduro, Pablo Iglesias desecha la ventana de las opciones democr¨¢ticas, de lo posible. La sustituye otra a la cual solo uno, ¨¦l, puede asomarse, con el firme prop¨®sito de derribar la primera.
Antonio Elorza es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica.
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