?Y si la desigualdad no ha crecido?

La teor¨ªa (o la ideolog¨ªa, o la narrativa) dominante dice que la globalizaci¨®n aumenta la desigualdad y que la desigualdad produce populismo, nacionalismo y xenofobia, con etiquetas de derecha y de izquierda. Pero ?y si la desigualdad no hubiera aumentado, o no hubiera aumentado tanto, o hubiera aumentado por razones distintas de la globalizaci¨®n?

La desigualdad no parece haber aumentado en Europa. Eurostat, la oficina estad¨ªstica europea, calcula que el ¨ªndice de Gini (que vale 0 cuando todos consiguen lo mismo y 100 cuando uno se lo queda todo) de la renta disponible de los individuos estaba entre 30 y 31 hacia mediados de los noventa y ha estado entre 30 y 31 en los ¨²ltimos a?os, los de la gran recesi¨®n en los 15 pa¨ªses que forman la UE desde 1995.

Resulta extra?o que Eurostat no calcule la desigualdad en el conjunto de Europa; pero diversos investigadores (Troiti?o para los a?os noventa, Brandolini para los 2000) encuentran ¨ªndices de Gini dos o tres puntos por encima del ¨ªndice medio para el conjunto de la Europa de los 15, tambi¨¦n sin variaci¨®n en el tiempo. Desde 1995 hasta ahora, la desigualdad creci¨® en algunos pa¨ªses, como Dinamarca, Finlandia y (menos) Alemania, pero disminuy¨® en otros, como B¨¦lgica, Irlanda, Holanda y Portugal. Durante la crisis, el ¨ªndice de Gini creci¨® m¨¢s de dos puntos en Dinamarca y Espa?a, pero disminuy¨® otro tanto en el Reino Unido del Brexit y el Scotexit.

Con Reino Unido, Francia, Italia y Grecia, Espa?a forma el grupo de pa¨ªses donde la desigualdad es ahora igual que en los noventa. En Espa?a la desigualdad aument¨® durante la crisis, si bien menos de lo que pareci¨® en el primer momento. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) estim¨® que el ¨ªndice de Gini hab¨ªa pasado de 32 a 34,5 entre 2007 y 2010; nadie prest¨® mucha atenci¨®n a estas cifras hasta que la OCDE resalt¨® en un informe de 2013 (Crisis Squeezes¡­) que el ¨ªndice de Gini hab¨ªa crecido en Espa?a tres puntos, de 31 a 34, y destac¨® en otro informe del mismo a?o (Panorama social) el contraste entre el 10% m¨¢s pobre, cuyas rentas hab¨ªan menguado entre 2007 y 2010 a un ritmo del 14% anual, con el 10% m¨¢s rico, que se empobrec¨ªa a un ritmo de solo el 1%.

En la misma magnitud que aumentan los pobres severos disminuyen las clases medias

Este p¨¢rrafo dedicado a Espa?a fue contagiosamente reproducido en los medios, muchas veces exagerado como ¡°los pobres son cada vez m¨¢s pobres y los ricos cada vez m¨¢s ricos¡±, para explicar o justificar, seg¨²n la ideolog¨ªa de cada uno, los comportamientos pol¨ªticos de los ciudadanos. Ahora bien, en el a?o 2013 el INE mejor¨® sus estimaciones, resultando que en 2007 el ¨ªndice de Gini hab¨ªa sido de 32,4 y en 2010, de 34; en los tres a?os siguientes, hasta 2013, ha llegado a 34,7 puntos, totalizando en todo el per¨ªodo de crisis un aumento de 2,3 puntos. El ¨²ltimo dato es de 34,6 para 2014. El ¨ªndice de Gini oscilaba tambi¨¦n entre 34 y 35 a mediados de los noventa, cuando no hab¨ªa desafecciones pol¨ªticas ni populismos que explicar; en cuanto a la globalizaci¨®n, parece que por aquellos a?os disminu¨ªa la desigualdad.

Como apuntaba la OCDE, el aumento de la desigualdad en Espa?a durante la crisis puede reducirse a un fen¨®meno mucho m¨¢s simple, el aumento de la pobreza. Los pobres severos pasaron de ser el 2% de la poblaci¨®n en 2007 a ser el 5% en 2009 y en 2013. En la misma magnitud que han aumentado los pobres severos han disminuido tambi¨¦n las clases medias. ?Qui¨¦nes son los nuevos pobres? En t¨¦rminos muy aproximados, durante los primeros a?os de la crisis la mayor parte eran aut¨®nomos con empresas en p¨¦rdidas, que han ido dejando paso a los parados, muchos de ellos inmigrantes. Resulta sugerente relacionar esta composici¨®n de los pobres en ingresos anuales con la evoluci¨®n de la desigualdad del gasto. Pues el aumento de la desigualdad de ingresos no se ha traducido en un aumento de la desigualdad de gasto, sino en una disminuci¨®n.

Seg¨²n c¨¢lculos de Francisco G?rlich, el ¨ªndice de Gini del gasto en bienes de consumo disminuy¨® durante los primeros a?os de la crisis, de 30 en 2006 a 28,1 en 2009, y se ha mantenido en este nivel hasta 2014, cuando ha crecido hasta 28,6. Podemos imaginar que los aut¨®nomos dejaron de importar bienes de lujo cuando sus empresas entraron en n¨²meros rojos, pero sin llegar al punto de ¡°pasarlo muy mal¡± en el d¨ªa a d¨ªa. En cuanto a la pol¨ªtica, quiz¨¢s algunos se radicalizaran, aunque m¨¢s bien parece que fueron otros los que se radicalizaron por ellos.

En Estados Unidos s¨ª que parece haber estado aumentando la desigualdad de ingresos en los ¨²ltimos 40 a?os, pero tampoco all¨ª la secuencia causal est¨¢ clara. Algunos investigadores, como Guner, apuntan como causa principal la composici¨®n de los hogares, no la globalizaci¨®n. La desigualdad de ingresos individuales, los que directamente dependen de los mercados, apenas habr¨ªa variado. Pero el aumento por un lado de hogares individuales, m¨¢s pobres que la media, y por otro de parejas de profesionales, m¨¢s ricos que el com¨²n, habr¨ªa incrementado la desigualdad entre los hogares.

En Estados Unidos s¨ª que parecen haber bajado los ingresos en los ¨²ltimos 40 a?os

Otro factor importante podr¨ªa ser la inmigraci¨®n desde Latinoam¨¦rica, que mantiene bajos los ingresos m¨¢s bajos. En todo caso, el aumento de la desigualdad en los Estados Unidos de Am¨¦rica es un proceso largo y de ritmo oscilante; desde los a?os noventa, cuando la globalizaci¨®n se intensifica, el ¨ªndice de Gini de la renta disponible de los hogares habr¨ªa aumentado seg¨²n la OCDE de 36,5 a 40, y de 38 a 40 en los a?os de la crisis; pero seg¨²n los datos del Census Bureu, el ¨ªndice de Gini de las ganancias individuales habr¨ªa pasado de 45 a 46 durante los primeros a?os de la crisis y no habr¨ªa variado desde 2011. Lo cual es quiz¨¢s insuficiente para explicar el ¨¦xito de las propuestas de Donald Trump.

En fin, si las cosas fueran as¨ª, si la desigualdad no hubiera aumentado, o no hubiera aumentado tanto, o no hubiera aumentado a causa de la globalizaci¨®n, cabr¨ªa negar la relaci¨®n entre globalizaci¨®n y populismos o habr¨ªa que buscar un intermediario distinto entre ellos; se podr¨ªa comenzar por la simple creencia en el aumento de la desigualdad, pero no creo que baste.

Julio Caraba?a es profesor de Sociolog¨ªa en la UCM. La Catarata acaba de publicar su libro Pobres y ricos.