Fan Fic Fun: ?Y si nuestro presidente fuese Julio Iglesias?

Acababa de descabezar una siesta discreta y, con los pies sumergidos en una tina de platino llena de peces turcos que exfoliaban sus pellejos, se dispon¨ªa a revisar las ofertas que le hab¨ªa cribado su agente: un d¨²o con Romina Power, una gala ben¨¦fica en un palacete de las Islas Caim¨¢n, un anuncio de crema solar en Qatar y la presidencia del gobierno de Espa?a.

Accion¨® un mando a distancia para abrir el techo de su despacho descapotable y llam¨® a un nuevo mayordomo apellidado Zaplana para que le secara los pies. Los rayos de sol restallaban contra el terrazo plateado mientras se dirig¨ªa al armario empotrado del Sal¨®n de los Espejos, donde lo aguardaban 25 trajes negros id¨¦nticos. Cogi¨® el primero.

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Las mejores ideas son como los camiones de basura: solo pasan de noche y te desvelan sin remedio. Eso acababa de suceder. Tres d¨ªas atr¨¢s su m¨®vil Alcatel hab¨ªa registrado una llamada que no hab¨ªa podido contestar por estar haciendo cola en Hacienda. Cuando la devolvi¨®, respondi¨® una telefonista del Ministerio de Interior.

El Gobierno de Espa?a requer¨ªa los servicios de este pobre novelista. Ante el bloqueo institucional para encontrar a un candidato alternativo de consenso, cundida la alarma por la an¨¦mica audacia narrativa para inventar nuevas ficciones con las que justificar gobierno, lo necesitaban. Viv¨ªa tan bloqueado como sus cuentas de tel¨¦fono y de cr¨¦dito. Acept¨®. ?Por qu¨¦ ¨¦l? Era tan m¨ªnimo su prestigio que, si alg¨²n d¨ªa le daba por cantar, no le dar¨ªan cr¨¦dito ni en los programas del coraz¨®n.

Se necesitaba a un quijote incre¨ªblemente seguro de s¨ª mismo. Hizo una lista de personajes de su pa¨ªs que hablaran en tercera persona. Descartada Bel¨¦n Esteban por imprevisible y los futbolistas por una ret¨®rica demasiado similar a la del anterior presidente, pens¨® en grandes pr¨®ceres de la historia. Dio con el nombre de Julio C¨¦sar que, r¨¢pidamente, lo condujo a otro Julio de conexiones ultraliberales y apellido remotamente socialista.

El ¨²nico problema era convencerlo. Ah¨ª, entre las volutas de su cigarrillo, atrap¨® la idea. La soluci¨®n resid¨ªa en Miami.

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¡ª?Pero te has vuelto majara? ¡ªel funcionario del Ministerio del Interior intent¨® aflojar la nuez de su corbata.

Espa?a, que hab¨ªa sido tradicionalmente gobernada por personas que apenas sab¨ªan hablar, sol¨ªa premiar un cierto aire de incompetencia campechana. Cuando la mujer de Eisenhower vio a Franco, exclam¨®: "En nuestro pa¨ªs no servir¨ªa ni para vender lavadoras". Y el anterior presidente hab¨ªa aguantado en el cargo gracias a frases cr¨ªpticas de construcci¨®n cubista absolutamente incomprensibles.

¡ªAhora queremos ese mismo perfil, pero con m¨¢s carisma ¡ªse defendi¨® el escritor¡ª. Adem¨¢s, ¨¦l mismo cant¨® a Galicia y el pa¨ªs desde hace tiempo se rige por la prudencia gallega.

Su idea era clara. Espa?a necesitaba a un superhombre. Alguien con un universo moral propio, que valorara el humor y la m¨²sica, que reverdeciera los laureles del reino, cuando el sol, y aqu¨ª cit¨® a los cl¨¢sicos (Los Nikis), no se pon¨ªa en nuestro imperio.

¡ªNo hay nadie mejor para eso: preguntado por si no le preocupaba el c¨¢ncer de piel, nuestro candidato contest¨®: "El sol es mi amigo". El ¨²ltimo conquistador de nuestro imperio.

¡ªPero se le identifica con la derecha¡­

¡ªEn absoluto. Nuestro hombre afirma "ser feliz con un vino y un trozo de pan", para luego a?adir "y tambi¨¦n, c¨®mo no, con caviar y champ¨¢n". Es una opci¨®n transversal. Ser¨¢ imbatible en los debates: padre secuestrado por ETA, apariencia de tonto y en realidad muy listo.

El escritor argument¨® que los lemas estaban claros: cambiar¨ªan "Que no se rompa la noche" por "Que no se rompa la Espa?a". Incluso las siglas del nuevo partido imprimir¨ªan un sello optimista del que carec¨ªan todos los esl¨®ganes por el cambio de las ¨²ltimas campa?as.

¡ªPi¨¦nselo. Internacional y muy nuestro: World Espa?a Arriba y Humana.

¡ª ?WEAH?

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El candidato lleg¨® en su jet privado y, recibido ya por un mar de micr¨®fonos, ataj¨® toda pol¨¦mica sobre el uso de coches oficiales:

¡ªTodo espa?ol deber¨ªa tener un jet.

Julio Iglesias bes¨® el suelo del Aeropuerto Barajas Adolfo Su¨¢rez. Solo parec¨ªa preocuparle algo ante la traca de flashes: mostrar su perfil bueno, el derecho, mientras lo rondaban sus tres caniches: Bamb¨², Hey y Me va.

El escritor sab¨ªa por qu¨¦ el cantante de mayor ¨¦xito de nuestra historia aceptar¨ªa faena tan ingrata como la presidencia del Gobierno. La gran idea: le hab¨ªa prometido acu?ar moneda con su efigie. Inmortalizar su perfil bueno. Como en todo misterio de este pa¨ªs, solo hab¨ªa que hacer algo para desentra?arlo: seguir el dinero.