B¨¦lgica pierde a su Amancio Ortega
Alexandre Van Damme se muda a Suiza con su fortuna creada en torno a la cerveza
El rey de la cerveza. El hombre invisible. El futbolero mecenas del Anderlecht. Muchos son los apelativos con los que se le denomina, pero poco se sabe en B¨¦lgica sobre Alexandre Van Damme, el hombre m¨¢s rico del pa¨ªs. Tanto es as¨ª que podr¨ªa pasear por la calle sin que casi nadie le reconociera: su primera fotograf¨ªa se public¨® hace apenas un a?o y ni siquiera se tiene constancia de la cuant¨ªa exacta de su fortuna, estimada en una amplia horquilla de entre 3.000 y 8.000 millones de euros.
Las ¨²ltimas noticias sobre el discreto Van Damme no son, sin embargo, buenas para B¨¦lgica. Al menos para su Hacienda. Su m¨¢s importante contribuyente, m¨¢ximo accionista individual de AB InBev, un imperio que vende una de cada tres cervezas que se comercializan en el mundo y due?o de marcas como Budweiser o Corona, se va del pa¨ªs.
Van Damme, de 54 a?os, ha decidido cambiar su hogar de Bruselas por el pueblo de Ch¨¦serex, una localidad suiza cercana a Ginebra de apenas 1.200 habitantes, donde ha comprado una mansi¨®n en un terreno de 21.000 metros cuadrados. En consonancia con la opacidad que rodea su figura, el multimillonario no ha explicado las razones de su marcha, pero m¨¢s all¨¢ de las ventajas fiscales, la prensa belga cita el miedo a un secuestro y el clima de inseguridad que vive el pa¨ªs tras los atentados de marzo para explicar su adi¨®s.
Los expertos cifran en torno a 70 millones de euros anuales el agujero que deja en las arcas p¨²blicas belgas, aunque como en casi todo lo que rodea a Van Damme, tampoco hay certeza en esto. Pese al cambio de domicilio, se espera que acuda con frecuencia a B¨¦lgica en su avi¨®n privado por razones de trabajo. Tambi¨¦n para seguir desde la grada alg¨²n partido del Anderlecht.
Aunque su fortuna est¨¢ lejos de acercarse a la de los m¨¢s ricos del planeta, su obsesi¨®n por el anonimato le ha alejado del escrutinio p¨²blico y le ha evitado, hasta ahora, la catarata de cr¨ªticas que, con plena seguridad, no podr¨ªan esquivar Amancio Ortega o Bill Gates si un d¨ªa decidieran, euros y d¨®lares por delante, establecerse m¨¢s all¨¢ de las fronteras espa?olas o estadounidenses.
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