Debate por el legado de Bill Cunningham
Un grupo de amigos cercanos del fot¨®grafo teme que su archivo sea vendido
Bill Cunningham (Massachusetts, 1929) era mucho m¨¢s que un fot¨®grafo de moda. El valor de su trabajo no radicaba solo en la calidad de sus im¨¢genes, sino en la historia que contaba a trav¨¦s de ellas. Tras su muerte, el pasado 26 de junio, su legado pas¨® a manos de su sobrina Patricia Jarvis Simonson y ahora un grupo de amigos, liderado por Alexandra Lebenthal, reconocida empresaria estadounidense, intentan mantener al alcance del p¨²blico su incalculable archivo.
Seg¨²n el portal Page Six, lo que Lebenthal pretende es que el material que Cunningham cre¨® durante su vida, y en especial en sus 40 a?os como fot¨®grafo de The New York Times, se mantenga intacto. Para lograrlo propone involucrar en este proyecto al Met de Nueva York o al Museo Isabella Stewart Gardner, de Boston. La web asegura que los amigos del fot¨®grafo temen que el material sea vendido y por ende se pierda para siempre.
Los temores sobre el destino del archivo de Cunningham surgen tras saberse que dej¨® dos testamentos. En 1993 leg¨® su fortuna a sus hermanos ¡ªya fallecidos¡ª y a una exmusa, Toni Suzette Cimino. Y en 2010 reparti¨® unos 450.000 euros entre cinco familiares, uno de ellos es su sobrina. Simonson, adem¨¢s, hoy se ha convertido en la ¨²nica propietaria de sus archivos fotogr¨¢ficos y sus grabados. A tal punto que The New York Times no tiene permiso de reimprimir el trabajo que ¨¦l realiz¨® para ellos.
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