El ¡®president¡¯ ausente

Los cuatro a?os de mayor¨ªa absoluta del PP y los 10 meses de Gobierno en funciones se han convertido en el escenario id¨®neo para el Ejecutivo catal¨¢n. Durante todo este tiempo, desde Ciudadanos hemos insistido en que no bastaba con que el Gobierno de Espa?a respondiera al desaf¨ªo separatista apost¨¢ndolo todo ¨²nicamente a los tribunales. Es evidente que los pol¨ªticos, como todos los ciudadanos, han de acatar y respetar las normas y no deben tener privilegios; pero los que gobiernan, adem¨¢s de hacer cumplir las leyes, deben ser capaces de hablar, rebatir argumentos, reconocer errores y ser persistentes en la b¨²squeda de soluciones a cualquier problema. Es decir: deben hacer pol¨ªtica.

Cuando hablamos de Catalu?a no estamos divagando sobre una realidad abstracta: nos referimos a las necesidades reales y concretas de siete millones y medio de personas. Esto implica poner en el centro de la agenda las reformas inaplazables, hasta ahora imposibles de implementar por el bloqueo total de los ¨²ltimos tiempos. Durante los ¨²ltimos a?os, tanto desde el Parlament como desde el Congreso, Ciudadanos ha reclamado di¨¢logo, responsabilidad y acuerdo. Algo que hasta ahora no se ha visto entre Generalitat y Gobierno de Espa?a.

Pero en estos d¨ªas ha habido novedades: en cumplimiento de una de las exigencias de Ciudadanos, Mariano Rajoy ha convocado la conferencia de presidentes auton¨®micos para establecer un diagn¨®stico compartido sobre la reforma del sistema de financiaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas. ?Y qu¨¦ ha hecho el president de la Generalitat? Decir que no piensa asistir. Con su negativa, Puigdemont se instala en el absentismo institucional y la irresponsabilidad, renunciando a su principal obligaci¨®n: defender los intereses de todos los catalanes.

Cuando hablamos de Catalu?a no estamos divagando sobre una realidad abstracta

Puigdemont y sus socios en el Gobierno se retratan: llevan a?os diciendo que no hab¨ªa di¨¢logo y, ahora que lo puede haber, le dan la espalda. Aunque tampoco deber¨ªa extra?arnos: esta es una muestra m¨¢s de que desde el Gobierno catal¨¢n no buscan soluciones porque han encontrado en la confrontaci¨®n su manera de hacer pol¨ªtica. Con esta actitud, Puigdemont ni siquiera est¨¢ defendiendo a los independentistas, porque renunciar a dialogar con el Ejecutivo central para solicitar mejoras para Catalu?a supone dejar en la cuneta a todos los catalanes, tengan la ideolog¨ªa que tengan. Supone renunciar a crear m¨¢s y mejores empleos y a tener una mejor educaci¨®n, mejores infraestructuras o un mejor sistema de sanidad. Pero llegar¨¢ el d¨ªa en el que Puigdemont no podr¨¢ esconder que su proyecto es irresponsable e irrealizable y tendr¨¢ que mirar a los ojos de todos los catalanes y reconocer que les minti¨®.

Con el Govern ausente de los foros de di¨¢logo y la antigua Convergencia relegada a una posici¨®n irrelevante en el Congreso de los Diputados, ?qui¨¦n luchar¨¢ en Madrid para que el Corredor Mediterr¨¢neo sea una prioridad? ?Qui¨¦n trabajar¨¢ para que se mantengan y se ampl¨ªen los servicios p¨²blicos en Catalu?a? ?Qui¨¦n propondr¨¢ medidas para ayudar a las familias a llegar a fin de mes? ?Qui¨¦n va a garantizar que podamos seguir siendo catalanes, espa?oles y europeos?

Ciudadanos es hoy quien mejor defiende los intereses de los catalanes, conscientes de que todas las reformas que son buenas para Catalu?a, lo ser¨¢n tambi¨¦n para el conjunto de Espa?a. Mediante las exigencias planteadas al nuevo Gobierno central, hemos instado al PP a que en los primeros 30 d¨ªas de legislatura se cree un grupo de trabajo para reformar la ley de financiaci¨®n auton¨®mica. Ciudadanos trabajar¨¢ para que los partidos se pongan de acuerdo en un nuevo sistema de financiaci¨®n que no alimente la lucha entre territorios sino que garantice los derechos de todas las personas, con independencia de donde vivan.

Mientras unos persistir¨¢n en el enfrentamiento y la separaci¨®n, otros trabajaremos por el di¨¢logo, las reformas y la regeneraci¨®n

Y para ello defendemos, entre otros, los siguientes cuatro principios. En primer lugar, garantizar la igualdad en el acceso a los servicios p¨²blicos esenciales como la sanidad, la educaci¨®n y las prestaciones sociales. Segundo, asegurar la equidad y la suficiencia financiera de las Administraciones auton¨®micas, sin arbitrariedad en el reparto de los recursos entre las mismas. Tercero, reforzar el principio de corresponsabilidad fiscal delimitando claramente el ¨¢mbito de financiaci¨®n de los servicios p¨²blicos garantizados por el sistema. Finalmente, el modelo de reparto debe de ser transparente, claro y predecible ¡ªsin el galimat¨ªas de fondos existente¡ª para que las comunidades puedan tomar sus decisiones adecuadamente y los ciudadanos sepan a d¨®nde va su dinero.

Todas estas son cuestiones esenciales para el bienestar y el futuro de todos. En Catalu?a llevamos a?os pidiendo que se aborden. Y por fin, por el empe?o de Ciudadanos, esto suceder¨¢ en las pr¨®ximas semanas. Pero los actuales responsables del Gobierno de Catalu?a prefieren despreciar esta oportunidad.

As¨ª, en esta nueva etapa, mientras unos persistir¨¢n en el enfrentamiento y la separaci¨®n, otros trabajaremos por el di¨¢logo, las reformas, la regeneraci¨®n y la uni¨®n para tener un mejor futuro, real y tangible, para todos.

In¨¦s Arrimadas es presidenta de Ciudadanos y l¨ªder de la oposici¨®n en el Parlamento catal¨¢n.