Canon digital: patata caliente del nuevo Gobierno
La justicia europea tumb¨® el sistema implantado por Zapatero y tambi¨¦n la reforma de Rajoy. El Tribunal Supremo le ha dado la puntilla
Pocas decisiones pol¨ªticas han desatado protestas m¨¢s virulentas como el canon digital. Varios ministros se han abrasado en un camino que al final ha llevado a ninguna parte. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero dise?¨® un modelo para compensar a los creadores por las copias realizadas por los usuarios para su uso privado que desencaden¨® la ira popular. Los socialistas optaron por gravar la venta de CD, DVD, reproductores de m¨²sica MP3, fotocopiadoras, tel¨¦fonos y agendas electr¨®nicas, toda vez que se supon¨ªa que estos instrumentos eran masivamente utilizados para copiar y almacenar contenidos sujetos a propiedad intelectual. El plan se basaba en repartir el dinero recaudado de manera equitativa entre los titulares de los derechos.
Antes de llegar Mariano Rajoy al poder, el PP se uni¨® al coro que abander¨® furibundos ataques contra este mecanismo, mientras acusaba a los artistas que respaldaban a Zapatero de querer vivir a costa del canon digital. Durante la campa?a electoral de 2011 el propio Rajoy prometi¨® acabar con el pol¨¦mico gravamen. Y cumpli¨®. En su lugar instaur¨® (a trav¨¦s del real decreto, su gran baza legislativa) un sistema por el que las entidades de gesti¨®n de derechos recib¨ªan anualmente una cantidad a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado.
Ambas regulaciones, la socialista y la popular, han acabado tumbadas por la justicia europea. En el primer caso por entender que se aplicaba de forma indiscriminada, ya que todos los compradores de un DVD estaban obligados a pagar un recargo, independientemente de que lo usaran para grabar las canciones del hit parade o para almacenar el ¨¢lbum de fotos familiares. El m¨¦rito se lo apuntaron los due?os de Padawan, una peque?a tienda de inform¨¢tica de Barcelona, que propiciaron la sentencia. En el segundo caso, el Tribunal de Luxemburgo declar¨® el canon incompatible con la normativa comunitaria porque al estar vinculado a los Presupuestos Generales reca¨ªa en todos, incluidas empresas y otros entes no sujetos al pago.
Con estas dos sentencias, el vilipendiado canon digital estaba inevitablemente tocado de muerte. Ahora el Tribunal Supremo, que present¨® una cuesti¨®n prejudicial, le ha dado la puntilla definitiva. Ha declarado ¡°nulo¡± e ¡°inaplicable¡± el real decreto. Las entidades de gesti¨®n de derechos que recurrieron la ley estudian reclamar una indemnizaci¨®n. Alegan que tras la reforma del PP el importe anual que recib¨ªan rondaba los cinco millones de euros, frente a los 150 millones que facturaban con el m¨¦todo de Zapatero.
El Gobierno se ha apresurado a intentar calmar al sector. Pretende aprobar cuanto antes un sistema alternativo que satisfaga la jurisprudencia europea y espa?ola y a la vez cumpla con la directiva sobre derechos de autor. Ser¨¢ una patata caliente para el nuevo Ejecutivo. Aunque hasta ahora la regulaci¨®n ha estado en manos del Ministerio de Cultura, habr¨¢ que ver qu¨¦ tiene que decir el nuevo titular de Agenda Digital (adem¨¢s de Energ¨ªa y Comercio), ?lvaro Nadal.
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