Sentimientos mezclados
La lecci¨®n del triunfo de Trump es que globalizaci¨®n que ha tenido ¨¦xito en tantos pa¨ªses, ha llevado tambi¨¦n a crecientes diferencias sociales
Los comentarios oficiales m¨¢s entusiastas vinieron de Mosc¨² y de Pek¨ªn. Con escasas excepciones, los ciudadanos de la UE estamos sorprendidos por no decir asustados. La econom¨ªa mundial tendr¨¢ otro choque cuando menos se esperaba, pero la nueva situaci¨®n pol¨ªtica de Estados Unidos nos toca m¨¢s que a nadie.
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No sorprende que el presidente Francois Hollande al felicitar al presidente electo?¡ªcomo es natural entre jefes de Estado¡ª recordara que ante el nuevo per¨ªodo de incertidumbre, Francia ¡°emprender¨¢ cuanto antes las discusiones bilaterales con vigilancia y franqueza¡±.
Angela Merkel, tras congratularlo, fue m¨¢s discreta pero m¨¢s precisa. Subray¨® que los dos pa¨ªses est¨¢n unidos por valores de democracia, libertad, respeto por el derecho y el valor de todo humano independientemente de su origen, color de la piel, religi¨®n, g¨¦nero, orientaci¨®n sexual u opiniones pol¨ªticas.
Stefan L?fv¨¦n, primer ministro sueco, fue m¨¢s directo: ¡°Yo hubiera preferido que Hillary Clinton ganara, pero quien quiera que fuera el presidente, tendremos que cooperar con Estados Unidos. El proteccionismo anunciado es mala noticia para el pa¨ªs; el comercio internacional representa el 50 por ciento del PNB de Suecia¡±.
Theresa May fue la que demor¨® mas en saludar al nuevo presidente. Parece que en su af¨¢n de opinar sobre diversas nacionalidades, Donald Trump le hab¨ªa dirigido un comentario post-Brexit, considerando que tras Brexit el Reino Unido ya no ser¨ªa el aliado preferido de EE UU.
Veo en eso una iron¨ªa de la historia. Los ingleses, siempre los aliados m¨¢s fieles de Washington, fueron instrumentos para asegurar que todos los exclientes de la URSS tras ser recibidos por la OTAN entraran cuanto antes en la UE. La oferta combinada se consideraba tan necesaria que a¨²n hoy, el general Jim Stavridis, excomandante de la OTAN, escribi¨® hace poco que Washington no debe tardar en ofrecer esta doble membres¨ªa a Turqu¨ªa.
La integraci¨®n militar en la OTAN deseada por esos pa¨ªses de Europa oriental era para crear cuanto antes una defensa moderna seg¨²n modelos occidentales. La otra tarea, asumida por la UE, era m¨¢s compleja: asimilar o reinventar las econom¨ªas, hasta entonces de corte comunista, en un sistema de mercado dentro de las normas sui generis de la Uni¨®n Europea. Tras lo cual, una vez cumplida la tarea, el ReinoUnido se retira de la Uni¨®n!
En la ausencia de una amenaza sovi¨¦tica, la OTAN se orient¨® hacia tareas fuera de Europa
En comparaci¨®n, las amenazas del candidato Trump ¡ªsi no pagan como deben por nuestra protecci¨®n, los echaremos¡ª son poquita cosa. Los Estados no tienen amigos, sino intereses. Desde la II Guerra Mundial, Estados Unidos considera de su inter¨¦s nacional contribuir a la defensa de pa¨ªses europeos y estos aprecian ser protegidos por la gran potencia. Curiosamente, la desaparici¨®n de la URSS y de la Guerra Fr¨ªa no ha cambiado nada. Las convulsiones de la exYugoslavia facilitaron a Washington que desempe?ara un importante papel que determin¨® la supervivencia del pacto.
En la ausencia de una amenaza sovi¨¦tica, la OTAN se orient¨® hacia tareas fuera de Europa que no siempre entusiasmaban a sus socios europeos. Eso s¨ª, crearon y crean crecientes problemas para la Union Europea, principalmente para recibir el flujo masivo de refugiados de las guerras en Oriente Pr¨®ximo, Asia Central y el norte de ?frica.
La canciller de la UE, Federica Mogherini, asegura que la UE seguir¨¢ en estrecha cooperaci¨®n con EE UU en el marco de la OTAN ¡ªa la vez que urge a los Estados miembros para que se comprometan en la realizaci¨®n de la fuerza com¨²n que la Uni¨®n ha decidido establecer para sus propias tareas urgentes¡ª.
La lecci¨®n principal de lo sucedido es muy diferente y m¨¢s urgente: la misma globalizaci¨®n que ha tenido ¨¦xito en tantos pa¨ªses, ha llevado tambi¨¦n a crecientes diferencias sociales entre y dentro de ellos. It's the economy, stupid! fue la frase que Bill Clinton aprendi¨® de su consejero James Carville. Hoy hay que corregirla: es la distribuci¨®n de los recursos econ¨®micos la que importa. Lo de stupid sigue v¨¢lido.
Mientras los due?os del capital y los pr¨ªncipes de la pol¨ªtica no acepten o no sepan corregir los efectos de la acumulaci¨®n de capital, sus tronos seguir¨¢n vacilando. Qui¨¦n imagina que su pa¨ªs es inmune se equivoca; Hitler lleg¨® 1930 al Gobierno de Alemania a trav¨¦s de elecciones democr¨¢ticas.
Peter Landelius, exembajador de Suecia, es escritor.
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