Una bici contra el abuso sexual
Una iniciativa usa el deporte para empoderar a las ni?as y adolescentes en un municipio cerca de Bogot¨¢
Algunas bajan las calles no pavimentadas con una sonrisa t¨ªmida en sus rostros. A medida que se acercan al punto de encuentro, buscan abrazar a las j¨®venes voluntarias que les ense?ar¨¢n a montar bicicleta o acompa?arlas en el trayecto ese d¨ªa. En Soacha, un municipio ubicado a unos 45 minutos en bus desde Bogot¨¢, la inseguridad reina por lo que ni?as y adolescentes de entre siete y 14 a?os llegan solas corriendo o con sus padres hasta el almac¨¦n de bicicletas de la Fundaci¨®n Ni?as sin Miedo.
¡°Descubrimos que aqu¨ª hay dos problem¨¢ticas: el abuso sexual y el embarazo de adolescentes¡±, explica Natalia Espitia, fundadora de la organizaci¨®n sin fines de lucro. Conoci¨® Soacha hace tres a?os cuando trabaj¨® en proyectos de impacto social en la localidad, cuya gran parte de la poblaci¨®n es considerada como estrato 1 (de extrema pobreza) y alrededor del 40% de los habitantes son desplazados del conflicto armado, seg¨²n calcula el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). De los m¨²ltiples barrios de la zona, unas 16.000 ni?as y adolescentes forman parte de la demograf¨ªa vulnerable en Ciudadela Sucre, seg¨²n datos de la fundaci¨®n.
¡°Soacha es uno de los municipios, por detr¨¢s de Bogot¨¢, con mayor denuncia de abuso sexual a ni?as menores de 16 a?os en el departamento de Cundinamarca¡±, cuenta. A ese dato, se suman estad¨ªsticas oficiales de 2010 del Departamento de Cundinamarca: Soacha es la localidad con mayores casos de maltrato infantil, violencia en pareja y violencia intrafamiliar.
A pesar del tiempo que llevaba viajando y trabajando en la zona, el reciente reconocimiento de un intento de abuso sexual fue lo que llev¨® a Espitia a emprender su propio proyecto social para empoderar a ni?as en situaciones vulnerables. ¡°No quiero ver que a una generaci¨®n le pase lo mismo que a m¨ª¡±, relata.
Alrededor de 30 ni?as participan en el programa piloto, que combina clases de ayuda psicosocial con rutinas de ejercicio en bicicleta
Mientras investigaba c¨®mo crear su fundaci¨®n, que comenz¨® a operar el pasado mes de marzo, la joven comunic¨®loga aprendi¨® a montar bicicleta y superar ciertos miedos de compartir espacios p¨²blicos tras el intento de asalto sexual que le marc¨® la vida. ¡°Me ayud¨® much¨ªsimo y tom¨¦ la decisi¨®n de que la bici iba a hacer bien a las ni?as as¨ª como me hizo a m¨ª. T¨² necesitas equilibrio mental para montar la bicicleta y una vez estas montada, est¨¢ comprobado a trav¨¦s de la historia que la bicicleta le ha permitido a las mujeres a sentirse independientes y movilizarse¡±, explica.
Alrededor de 30 ni?as participan en el programa piloto, que combina clases de ayuda psicosocial con rutinas de ejercicio en bicicleta. Con la ayuda de la Junta de Acci¨®n Comunal de los Pinos, la convocatoria ha tenido buena acogida y se prev¨¦ que para 2017 se expanda la iniciativa para capacitar a unas 200 ni?as.
Johana, una de las j¨®venes participantes asegura que montar bicicleta ha mejorado su confianza en s¨ª misma: "Ellas nos hablan de qu¨¦ hacer si alguien nos irrespeta [sic]. Me he dado cuenta que tengo derechos y que como mujer me tengo que hacer respetar pase lo que pase. Yo nunca hab¨ªa contado lo que me paso a nadie y ellas me han ayudado a sanar cosas que me duelen".
Seg¨²n relata Cindy Johnson,?directora psicosocial del proyecto, est¨¢n llevando dos casos de abuso sexual. "Las ni?as est¨¢n denunciando estos casos y en esta comunidad no hay quien los atienda¡±, dice.
Precisamente, la Fundaci¨®n se ha aliado con el Instituto de Bienestar Familiar en Bogot¨¢ ¡ªque reporta diariamente 45 casos de maltrato infantil¡ª para capacitarse y eventualmente poder ofrecer servicios profesionales de psicolog¨ªa en Ciudadela Sucre en un per¨ªodo de dos a?os. En la localidad, los altos niveles de desempleo, los problemas econ¨®micos y la falta de infraestructura y buena vivienda son algunos de los factores que contribuyen a un aumento en los casos de violencia dom¨¦stica, intrafamiliar y de g¨¦nero.
Soacha es uno de los municipios con mayor denuncia de abuso sexual a ni?as menores de 16 a?os en el departamento de Cundinamarca
¡°Cuando ya tenemos casos espec¨ªficos, s¨ª se realiza un investigaci¨®n psicol¨®gica, se realizan pruebas sobre los diferentes v¨ªnculos con la familia¡±, explica Johnson, quien a?ade que los talleres, que se imparten todos los s¨¢bados, buscan ¡°crear un fortalecimiento desde temprana edad para que ayude a las ni?as a entrar a la adolescencia¡±.
El programa de deporte para el desarrollo incluye clases sobre sexualidad, autoestima, cuidado personal y discusiones sobre c¨®mo identificar y prevenir situaciones de abuso as¨ª como crear relaciones interpersonales y familiares saludables.
Son m¨¢s de cinco las j¨®venes universitarias que se han unido voluntariamente al proyecto logrando una mayor conexi¨®n con las ni?as y adolescentes. ¡°Nosotros tuvimos hombres voluntarios pero yo creo que las mujeres tenemos un sue?o de ver una generaci¨®n vivir algo diferente a la que nos toc¨® a nosotras¡±, relat¨® Espitia.
El impacto de este proyecto se ver¨¢ dentro de unos cinco a?os, seg¨²n asegura la joven activista, porque para ese tiempo y con la mira en conseguir los fondos necesarios para implementar el programa a una escala mayor se conocer¨¢ si la cifra de embarazos y abusos sexuales ha disminuido o no. ¡°Tambi¨¦n si las ni?as empiezan a hablar, eso significa que hab¨ªa un espacio nulo de di¨¢logo y ahora lo hay¡±, defendi¨®.
Con sus camisas rosas y bicicletas azules, las participantes del programa recorren el barrio los Pinos con entusiasmo y diversi¨®n sin reparar en las condiciones precarias de las casas a su alrededor o la inconsistencia del terreno transitado. Son muchas las que quieren ir adelante por competencia, protagonismo o aventura pero todas comparten una misma sensaci¨®n de tristeza cuando entregan las bicicletas al fin de la clase y preguntan qu¨¦ habr¨¢ para la pr¨®xima.
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