135 latigazos para el azote de los reformistas iran¨ªes

Said Mortazav¨ª, el infame fiscal general de Teher¨¢n durante las protestas electorales de 2009, ha sido condenado a 135 latigazos en un juicio por corrupci¨®n concluido a principios de este mes. Los activistas de derechos humanos, que le responsabilizan de los abusos sistem¨¢ticos cometidos entonces contra los opositores, han tachado de inhumana la sentencia a la vez que la critican como una mera pantalla ante los graves delitos que cometi¨®.

¡°Ni siquiera alguien como ¨¦l, que ha estado involucrado en la brutal represi¨®n de numerosos iran¨ªes, merece un castigo corporal¡±, ha declarado Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de Human Rights Watch, una organizaci¨®n que en 2010 describi¨® a Mortazav¨ª como ¡°un violador sistem¨¢tico de los derechos humanos¡±. En su opini¨®n, la sentencia ¡°socava y distrae del fundamento de las acusaciones en su contra¡±.

Aun as¨ª, el final de este aliado del expresidente Mahmud Ahmadineyad no deja de ser parad¨®jico para alguien que presidi¨® el Tribunal Revolucionario de Teher¨¢n y en 2003 se convirti¨® en fiscal general de la capital. Su intervenci¨®n en el cierre de decenas de peri¨®dicos reformistas y el encarcelamiento de numerosos blogueros le granje¨® el apelativo de ¡°carnicero de la prensa¡±. Tras las protestas de 2009, el Parlamento le ces¨® por la muerte en detenci¨®n de tres manifestantes. Dos a?os despu¨¦s fue absuelto. EE?UU le incluy¨® en su lista de sancionados por ¡°continuos y graves¡± abusos. Adem¨¢s, Canad¨¢ le vincul¨® con la muerte de la fot¨®grafa irano-canadiense Zahra Kazemi cuando se encontraba detenida en 2003. A pesar de su ca¨ªda en desgracia a la vez que se apagaba la estrella pol¨ªtica de Ahmadineyad, Mortazav¨ª ha logrado evadir esas acusaciones. Los ominosos 135 latigazos le castigan por ¡°apropiaci¨®n y despilfarro de fondos p¨²blicos¡±. Est¨¢ por ver si el hombre que se convirti¨® en s¨ªmbolo de la violenta represi¨®n contra los reformistas llega a probar el l¨¢tigo del verdugo sobre su espalda. Mortazav¨ª puede recurrir. Tambi¨¦n los afectados van a hacerlo porque ni siquiera se le condena a la restituci¨®n de lo sustra¨ªdo.