Un discurso pol¨ªtico
El Rey inaugura la Legislatura con un mensaje de regeneraci¨®n y di¨¢logo
El Rey ten¨ªa ayer dos opciones en la apertura de la XII Legislatura de las Cortes Generales: pod¨ªa pronunciar un discurso protocolario, casi lit¨²rgico, o pod¨ªa aprovechar la oportunidad para realizar una intervenci¨®n de calado pol¨ªtico. Felipe VI opt¨® por esta segunda v¨ªa y asumi¨® su papel como jefe del Estado en un pa¨ªs que ha estado casi un a?o sin Gobierno.
Como ya hiciera en su discurso de proclamaci¨®n hace casi 30 meses, el Monarca reafirm¨® sus compromisos con los ciudadanos, con la democracia y con Espa?a. Tres mensajes que pretenden ser signo de su reinado, por lo que supone de defensa del inter¨¦s general, de los principios de soberan¨ªa nacional, la separaci¨®n de poderes y el Estado de derecho, y de la unidad dentro de la diversidad.
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Felipe VI es consciente de los retos y dificultades que tiene Espa?a desde el punto de vista pol¨ªtico, econ¨®mico y social. Tambi¨¦n sabe que vivimos tiempos de profundos cambios y que la permanencia de la Monarqu¨ªa depender¨¢ de su capacidad de adaptarse a esa nueva realidad social y a demostrar su utilidad como jefe del Estado, dentro de las limitaciones que le fija la Constituci¨®n.
Por eso es digno de resaltar que los mensajes que eligi¨® sean precisamente los de fortalecer el Estado del bienestar para impulsar la cohesi¨®n social, regenerar la vida democr¨¢tica (por primera vez habl¨® abiertamente de la corrupci¨®n), el respeto a la Ley en una Espa?a diversa y potenciar nuestro papel internacional, con especial atenci¨®n a la UE y a la comunidad iberoamericana.
En unos momentos en que desde determinados sectores se est¨¢ poniendo en cuesti¨®n la transici¨®n a la democracia en Espa?a, don Felipe puso en valor el camino emprendido hace casi cuarenta a?os: ¡°El camino de la reconciliaci¨®n, el de la paz y el perd¨®n; el camino de la desaparici¨®n para siempre del odio, de la violencia y de la imposici¨®n¡±. Palabras muy de agradecer en unos momentos en que los mensajes del odio y del miedo han vuelto a aparecer en el escenario pol¨ªtico espa?ol e internacional.
El Rey ha tenido que afrontar durante casi un a?o la incertidumbre por la crisis de gobernabilidad que ha llevado a los espa?oles a votar dos veces en apenas seis meses. Se ha llegado a cuestionar si pod¨ªa haber intervenido m¨¢s y mejor en el proceso, en cumplimiento de sus funciones de ¨¢rbitro y moderador de la vida pol¨ªtica. Sin embargo, desde la Corona se ha mantenido la calma, intentando cumplir sus funciones constitucionales con neutralidad e independencia.
Ayer, Felipe VI record¨® la compleja situaci¨®n que ha vivido Espa?a, que gener¨® ¡°inquietud y malestar en la sociedad, desencanto y distanciamiento de nuestra vida pol¨ªtica en muchos ciudadanos y preocupaci¨®n en nuestros socios y aliados¡±. Es positivo que el Rey llame la atenci¨®n a los pol¨ªticos sobre los problemas que ha generado la falta de actitud para negociar y pactar. Y tambi¨¦n es bueno que recuerde que la crisis de gobernabilidad se ha resuelto con di¨¢logo, responsabilidad y generosidad. Es el momento del di¨¢logo permanente para avanzar en las reformas que requiere nuestro pa¨ªs.
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