Para acabar con el populismo
La gente acusa en todas partes a las ¨¦lites de estar al servicio de s¨ª mismas, y no del pueblo
La elecci¨®n de Donald Trump para presidir la primera potencia mundial ha fortalecido a todos los populistas del mundo. Las presidenciales de EE?UU han sido un aut¨¦ntico Prozac para los candidatos antisistema. Las razones de este empuje en Europa y EE?UU son m¨²ltiples y complejas. Pero tienen que ver, en gran parte, con el fracaso del sistema a la hora de hacer realidad las promesas de seguridad y prosperidad hechas a sus ciudadanos. El ¨²ltimo informe de Transparency International considera que la incapacidad de las autoridades para contener la corrupci¨®n es fundamental en el desarrollo del populismo. ¡°Da a los ciudadanos corrientes la sensaci¨®n de que el dinero p¨²blico s¨®lo beneficia a unos pocos¡±.
Uno de los recursos del populismo, por supuesto, es el rechazo al inmigrante, que sirve de chivo expiatorio para las angustias del deterioro social; otro, el sentimiento de la gente de que la globalizaci¨®n es un enga?o. Pero existe otro vector que se analiza con menos frecuencia: el rechazo a las ¨¦lites y al sistema. ?En qu¨¦ consiste este fen¨®meno? Acu¨¦rdense del lema del viejo gru?¨®n de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen: ¡°La cabeza alta y las manos limpias¡±. Trump lo ha repetido durante su campa?a. Su eslogan, ¡°Hagamos que Am¨¦rica vuelva a ser grande¡±, hace resonar un orgullo nacional que debe ser recuperado. Y cuando repite que no necesita a los lobbies para financiar una campa?a que ha pagado de su propio bolsillo, ni los 370.000 d¨®lares de sueldo anual de presidente, ?qu¨¦ est¨¢ diciendo? Que no se ha presentado para enriquecerse. Lo parad¨®jico es que el riesgo de que haya conflictos de intereses no ha sido nunca tan grande como con la elecci¨®n del neoyorquino.
Esa sospecha, a veces corroborada, de la corrupci¨®n de las ¨¦lites, es el mayor factor de desarrollo del populismo. ?Y los viejos partidos han convertido la lucha contra la corrupci¨®n en una prioridad? No. Condenan el populismo en nombre de la moral y los valores. Sin embargo, muchos pa¨ªses esperan que cambien las cosas en materia de transparencia y lucha contra la corrupci¨®n. No abundan las iniciativas para luchar contra sobornos. Hay una que acaba de adoptarse en Ginebra y que podr¨ªa ayudar a asegurar la situaci¨®n. La Organizaci¨®n Internacional de Normalizaci¨®n (ISO), el organismo no gubernamental que dirige la creaci¨®n de normas internacionales, ha establecido el mes pasado una denominada ISO 37001; la primera norma estandarizada de la historia contra la corrupci¨®n.
La sospecha, a veces corroborada, de la corrupci¨®n de las ¨¦lites es el mayor factor de desarrollo del populismo
En Ucrania, que est¨¢ entre los pa¨ªses m¨¢s afectados por esta plaga, la publicaci¨®n, a principios de noviembre, de la declaraci¨®n de patrimonio de 50.000 ministros, diputados, fiscales, jueces y altos funcionarios produjo una gran conmoci¨®n. En este pa¨ªs, que organiz¨® la revoluci¨®n del Maidan contra ese tipo de pol¨ªticos, el hecho de que la corrupci¨®n persista es desolador para una gran parte de la poblaci¨®n que sobrevive con 300 d¨®lares al mes. No obstante, con la publicaci¨®n en Internet del impresionante patrimonio de sus dirigentes, los nuevos mandatarios de Kiev, tan corruptos como los anteriores, s¨ª se distinguen en que ejercen una transparencia total.
En Francia, los cargos electos est¨¢n obligados a declarar su patrimonio al comenzar y al terminar su mandato. Ahora bien, dado que los datos oficiales no est¨¢n al alcance del p¨²blico, es la sucursal nacional de Transparency la que ha hecho p¨²blicas las condenas de cargos p¨²blicos y empresarios en casos de corrupci¨®n. Las mentiras de Jer?me Cahuzac ¡ªel ministro de Presupuestos que ocultaba al fisco la existencia de una cuenta en Suiza¡ª han terminado de convencer a los franceses de que algo huele a podrido en el coraz¨®n de la Rep¨²blica.
?Y qu¨¦ decir de Espa?a, donde el PP est¨¢ sembrado de casos similares? Espa?a es ya uno de los tres pa¨ªses europeos en los que m¨¢s percepci¨®n existe de que la corrupci¨®n es uno de los principales problemas, ?junto con Moldavia y Kosovo! Y, para colmo, la incorporaci¨®n de un antiguo presidente de la Comisi¨®n Europea, el portugu¨¦s Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, a Goldman Sachs ¡ªel banco acusado de haber contribuido al maquillaje de las cuentas p¨²blicas en una Grecia en bancarrota¡ª ha rematado el deterioro de la imagen de los dirigentes europeos.
En Francia, los cargos electos est¨¢n obligados a declarar su patrimonio, pero los datos oficiales no est¨¢n al alcance del p¨²blico?
La gente reprocha en todas partes a las ¨¦lites de estar al servicio de s¨ª mismas, y no del pueblo. Y es una cr¨ªtica no poco importante a unas personas que han sido elegidas de manera democr¨¢tica para defender el inter¨¦s general.
Olivier Bot es jefe de Internacional de Tribune de Gen¨¨ve.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
? Lena (Leading European Newspaper Alliance)
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