12.768 km? de ruina y ceniza

L A DESTRUCCI?N de Amatrice nos conmovi¨® porque dej¨® m¨¢s de 300 muertos, pero apenas reparamos en que el ¨¢rea arrasada fue de 174 kil¨®metros cuadrados. Por fortuna los incendios de verano jam¨¢s rozan semejante proporci¨®n de v¨ªctimas, aunque las superficies devastadas s¨ª alcanzan dimensiones terror¨ªficas. No obstante, mientras que los terremotos son cat¨¢strofes naturales e impredecibles, la mayor¨ªa de los incendios es provocada por antisociales y la reforestaci¨®n de los bosques calcinados supone un m¨ªnimo de tres d¨¦cadas de ¨ªmprobos trabajos y cuidados.

Todos los veranos tenemos que soportar que el fuego devore miles de hect¨¢reas como si se tratara de una inevitable costumbre estival. ?Cu¨¢ntos kil¨®metros cuadrados han calcinado las llamas en lo que llevamos de siglo? La web Espa?a en Llamas ofrece un dato escalofriante: desde 2001 hasta 2013 han ardido en Espa?a 1.276.000 hect¨¢reas; es decir, 12.768 km? asolados, destruidos y arrasados. ?Nos hacemos una idea de la magnitud de semejante tragedia?

A la mayor¨ªa de pol¨ªticos le importa un r¨¢bano que se queme cualquier cosa que no est¨¦ debajo de una moqueta.

Hablar¨ªamos, por ejemplo, de la desaparici¨®n simult¨¢nea de las islas Baleares (4.992 km?) y las islas Canarias (7.493 km?); de la destrucci¨®n conjunta de la comunidad de La Rioja (5.045 km?) y el Pa¨ªs Vasco (7.234 km?); de un ¨¢rea calcinada superior a la superficie de la Comunidad de Madrid (8.030 km?) y de una tragedia que habr¨ªa borrado del mapa a M¨®naco (24 km?), Liechtenstein (160 km?) y Luxemburgo (2.586 km?). Pero como se trata de bosques, matorrales, ¨¢rboles y la fauna propia de cada lugar, a la mayor¨ªa de pol¨ªticos le importa un r¨¢bano que se queme cualquier cosa que no est¨¦ debajo de una moqueta.

La provincia de Salamanca tiene una superficie de 12.349 km?. Por lo tanto, si todos los incendios que hemos soportado en lo que llevamos de siglo se hubieran concentrado en esa provincia, ahora mismo estar¨ªa carbonizada y habr¨ªa dejado de existir.

Ahora que abundan las ficciones audiovisuales de asunto dist¨®pico y posapocal¨ªptico que transcurren en territorios abrasados, humeantes y des¨¦rticos, tenemos el dudoso privilegio de contar con un ¨¢rea de 12.768 km? de zonas reci¨¦n destruidas, ideales para filmar las pr¨®ximas entregas de Mad Max, 2012 o Resident Evil. Una superficie tan grande como un pa¨ªs centroeuropeo reducida a cenizas y escombros, semejante a la reserva natural de una destrucci¨®n nuclear. Esqueletos de ¨¢rboles y le?a animal que nadie quiere ver, como quien esconde un cad¨¢ver delator en el jard¨ªn de casa.

12.768 km? de tierra quemada con su correspondiente fauna achicharrada y cientos de miles de ¨¢rboles ¨Cquiz¨¢ centenarios¨C perdidos para siempre. Dentro del territorio espa?ol hay una decimoctava comunidad aut¨®noma de 12.768 km? de ruina y ceniza (m¨¢s grande que Murcia, Navarra y Asturias) y que cada a?o crece como un maligno tumor enloquecido.