La oveja negra de los Trump
Fue excluida de los v¨ªdeos de campa?a y le controlan las redes sociales
Tiffany Trump se llama as¨ª en homenaje a la tienda de diamantes de Nueva York que est¨¢ justo al lado de la torre que lleva el apellido de su millonario padre. As¨ª que, a partir de ah¨ª, su vida solo pod¨ªa transcurrir entre el bling bling y el lujo. Que abran paso Nicole Ritchie, Paris Hilton y, si se apura, las Kardashian.
Tiffany Trump llega con un ecl¨¦ctico curr¨ªculo que incluye un t¨ªtulo en Derecho en la Universidad de Pensilvania (la misma Ivy League en la que estudi¨® toda su familia), un puesto de becaria en Vogue y un sencillo pop dance titulado Like a bird que nadie escuch¨® en 2011. Pero, sobre todo, tiene un perfil con 490.000 seguidores en Instagram que, incluso despu¨¦s de haber sido filtrado para no da?ar la imagen de su padre, echa chispas. All¨ª conviven filtros de Snapchat, im¨¢genes patri¨®ticas, fiestas en biquini, poses sensuales, cerdos vietnamitas comiendo helados o postales en la nieve.
En muchas de las fotos aparece con su madre, la segunda mujer de Trump, Marla Maples, quien la cri¨® en Los ?ngeles lejos del presidente electo de EE?UU. Se casaron pocos meses despu¨¦s de que naciera la peque?a Tiffany el 13 de octubre de 1993 y se divorciaron en 1999.
A pesar de que ella dice haber sido educada por una madre soltera y lleva consigo la impronta de chica californiana, siempre tuvo una muy buena relaci¨®n con su padre, al que apoy¨® en la convenci¨®n republicana con un discurso en el que se defini¨® con el mismo gen que ¨¦l: ¡°Como mi padre, nunca me he amilanado ante los retos¡±. Tambi¨¦n a?adi¨® que Trump siempre la ha llevado a sacar ¡°la mejor versi¨®n de s¨ª misma¡±.
Parece, en cambio, que su padre ha concluido que esa versi¨®n no est¨¢ en la Casa Blanca ni tampoco en las juntas directivas de sus multimillonarias empresas. De momento, Tiffany ha quedado al margen de esa imagen de marca Trump a la que s¨ª pertenecen sus hermanos Donald y Erik, ni tiene el r¨¦dito pol¨ªtico de su hermana Ivanka, casada con el llamado poder en la sombra del magnate, Jared Kushner.
Tampoco vivir¨¢ con ¨¦l en la residencia presidencial como s¨ª har¨¢ el peque?o Barron. Aunque tambi¨¦n tiene un novio influyente, Ross Mechanic, de familia de abogados dem¨®cratas, ella ha sido excluida de los v¨ªdeos promocionales de la familia o del documental de Fox News titulado Meet the Trumps. ?Ser¨¢ la oveja negra del clan? ¡°Siempre he tenido los pies en la tierra. La gente no lo cree por ser qui¨¦n soy, pero siempre he sido educada con muchos principios por parte de mis padres. Quiero que se me d¨¦ la oportunidad de crecer y ser simplemente Tiffany, no Tiffany Trump¡±, confes¨® a Oprah Winfrey con apenas 17 a?os.
En cualquier caso, a sus 23, no parece haberlo necesitado demasiado, pues forma parte de una nueva familia que tambi¨¦n ha llenado p¨¢ginas en The New York Times: el llamado snap pack que da el relevo a los Frank Sinatra y Dean Martin del rat pack o a los Rob Lowe y Emilio Est¨¦vez del brat pack. Est¨¢ liderado por el dise?ador de moda Andrew Warren, que ha enrolado con eventos extravagantes (como una fiesta de pijamas en la tienda de Dolce & Gabbana de la Quinta Avenida en marzo) a grandes apellidos de diversa procedencia: Barron Hilton, Kyra Kennedy, Gaia Matisse y, s¨ª, Tiffany Trump. Todo queda registrado en sus tel¨¦fonos m¨®viles y, por si cab¨ªa alguna duda, nunca hablan de pol¨ªtica.
¡®Primeros hijos¡¯
Cuando John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en 1963, su hijo peque?o, John-John, despidi¨® su f¨¦retro con un enternecedor saludo militar a sus escasos 3 a?os. La imagen qued¨® para el recuerdo, pero, adem¨¢s, dio idea del mundo emocional tan distinto en el que vive el hijo de un presidente de EE?UU. Todo el mundo sabe c¨®mo fue el resto de la vida de John-John, truncada tr¨¢gicamente a los 38 a?os.
En la larga tradici¨®n de hijos de presidentes, Tiffany Trump puede ser la guinda de un pastel en el que ha habido ejemplos d¨ªscolos como las gemelas Janna y Barbara Bush, hijas y nietas de presidentes, o hijas pluscuamperfectas como Chelsea Clinton, dedicada a las labores filantr¨®picas. Tambi¨¦n pertenecen a esta especie Alice Roosevelt, hija de Teodoro Roosevelt. Fue la primera hija presidencial en convertirse en icono de estilo y cre¨® casi una crisis internacional cuando en un crucero en plena misi¨®n diplom¨¢tica en Jap¨®n se lanz¨® vestida a la piscina. En el otro extremo de la responsabilidad est¨¢ Margaret Wilson. La hija mayor de Woodrow Wilson tuvo que sustituir a su madre como primera dama cuando esta muri¨® en 1913.
Con estos antecedentes, los Obama entraron en la Casa Blanca prometiendo que sus dos hijas vivir¨ªan una adolescencia normal en la medida de lo posible. Aparentemente, Malia y Sasha lo han conseguido.
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