Samantha Cameron se reinventa como dise?adora de moda
La ex primera dama brit¨¢nica lanza de su propia firma, Cefinn
Como primera dama brit¨¢nica, Samantha Cameron respald¨® incondicionalmente la industria de la moda de su pa¨ªs: fue embajadora del British Fashion Council (BFC), recibi¨® a representantes del sector en la residencia oficial brit¨¢nica en el n¨²mero 10 Downing Street, fue jurado en el certamen de dise?o del BFC/Vogue Fashion Fund y apoy¨® a marcas consagradas y emergentes sent¨¢ndose en la primera fila de sus desfiles y luciendo sus prendas en actos oficiales y privados. Cinco meses despu¨¦s de la renuncia de su marido como primer ministro, Samantha Cameron ha decidido estrenarse en un nuevo rol. Seg¨²n ha contado en exclusiva en el n¨²mero de enero del Vogue brit¨¢nico, acaba de lanzar su propia firma de moda, Cefinn, cuya primera colecci¨®n debutar¨¢ en la temporada primavera-verano 2017 y estar¨¢ formada por 40 prendas con un rango de precio de entre 100 y 300 libras (117 y 352 euros). El origen del nombre de la marca es a¨²n un misterio, pero se especula con que responde a las iniciales de sus hijos. La l¨ªnea se comercializar¨¢ en la prestigiosa boutique online Net-a-Porter, en los grandes almacenes de lujo Selfridges y en su propia web, Cefinn.com, que ya est¨¢ operativa.
Sam Cam ha declarado a Vogue -cuya subdirectora, Emily Sheffield, es su hermana- que su firma busca llenar un hueco de mercado que a su juicio existe en la moda inglesa: el de marcas con un dise?o contempor¨¢neo a precios no desorbitados. La ex primera dama ha posado en la revista con algunas de sus nuevas piezas, inspiradas en las necesidades y compromisos de la mujer trabajadora actual. Y para crearlas, asegura en la revista, no se ha dejado guiar ¨²nicamente por sus gustos: ¡°No puedes pensar solo en ti porque entonces no tendr¨ªa sentido. He dedicado mucho tiempo a testar la ropa en mis amigas¡±. Por su parte, Alexandra Shulman, directora de Vogue, ha revelado a The Times que es probable que Cefinn ¡°atraiga a un tipo de mujer que est¨¢ dispuesta a gastar una cierta cantidad de dinero en su ropa pero que quiere estar segura de que la inversi¨®n merece la pena¡±.
Se especulaba desde hac¨ªa semanas con la posibilidad de que Cameron lanzara su propia firma. En el pasado fue directora creativa de la marca de papeler¨ªa y complementos Smythson, por la que en 2009 gan¨® el premio de la revista Glamour como mejor dise?adora de accesorios. Adem¨¢s, el pasado octubre se hizo p¨²blico que hab¨ªa registrado a su nombre una empresa llamada Samantha Cameron Studio Ltd. El movimiento, aunque in¨¦dito, no deja de tener sentido. Habitual en las listas de las mejor vestidas, en su papel oficial siempre destac¨® por un estilo que era a la vez elegante y atrevido, con combinaciones de color y estampados inesperados y un guardarropa repleto de firmas inglesas como Preen, Erdem, Roksanda o Emilia Wickstead -que mezclaba sin complejos con prendas de Zara o Marks and Spencer-. Hay consenso; como icono de moda, Cameron aprob¨® con nota. Su siguiente examen, sin embargo, se prev¨¦ algo m¨¢s complicado.
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