Las arrugas son el signo m¨¢s representativo de la edad. Los hombres parten con ventaja: su piel presenta caracter¨ªsticas m¨¢s apropiadas para mantenerse firme con los a?os, seg¨²n un trabajo publicado en el ¡®Journal of Dermatological Science¡¯. Aunque la estructura cut¨¢nea y sus capas son iguales en ambos sexos, la piel masculina es hasta un 20% m¨¢s gruesa, lo que la hace m¨¢s resistente a los efectos del tiempo. Adem¨¢s, posee m¨¢s col¨¢geno, encargado de otorgar firmeza y resistencia a nuestra dermis y huesos, y mayor cantidad de elastina que, como su nombre indica, aporta elasticidad. Seg¨²n la Escuela de Medicina Sackler de Tel Aviv (Israel), la piel masculina tambi¨¦n es m¨¢s grasa, lo que deriva en que tiene menos arrugas pero, una vez que aparecen, ¨¦stas son m¨¢s marcadas y profundas.Nuestros rasgos faciales cambian con el tiempo y, adem¨¢s de las arrugas, nuestra cara refleja los signos de la edad de manera m¨¢s destacada que cualquier otra parte del cuerpo. La p¨¦rdida de tono muscular y el hecho de que la piel pierde grosor hacen que nuestra cara resulte menos firme y m¨¢s fl¨¢cida. La exposici¨®n continuada al sol a lo largo de los a?os facilita la aparici¨®n de manchas oscuras, sobre todo en f¨¦minas ya que poseen una piel m¨¢s fina. En hombres, es m¨¢s frecuente que las orejas, y en menor medida la nariz, se hagan mayores a consecuencia del continuo crecimiento del cart¨ªlago del que est¨¢n compuestas. En ambos sexos, las enc¨ªas suelen retraerse con los a?os y, si sumamos la p¨¦rdida de piezas dentales, la boca y los labios ofrecen una apariencia a¨²n m¨¢s arrugada.Todas las personas perdemos masa ¨®sea con el paso del tiempo, pero esta disminuci¨®n se ve incrementada en mujeres por la disminuci¨®n de estr¨®genos tras la menopausia. La prevalencia de la osteoporosis en nuestro pa¨ªs asciende al 8,2% de los varones y 21,9% de las mujeres de entre 51 y 70 a?os, y esta brecha entre sexos se incrementa a¨²n m¨¢s con el paso de los a?os alcanzando al 8,4% de los varones y 40,9% de las mujeres de m¨¢s de 70 a?os. Otras patolog¨ªas relacionadas con huesos y articulaciones, como oseoartritis, lumbalgias, gota, artrosis o fibromialgias, tambi¨¦n tienen como protagonistas principales a las mujeres. Por ejemplo, el riesgo de desarrollar una artritis reumatoide a lo largo de la vida es de 3,6% para las mujeres y de 1,7% para los varones, como cuenta una investigaci¨®n de la Universidad de Oxford (Reino Unido).Si en el anterior apartado las mujeres presentaban m¨¢s complicaciones, en cuanto a salud cardiovascular, son los varones quienes llegan en peor estado a la vejez. La mortalidad causada por complicaciones cardiacas es muy superior en ellos, aproxim¨¢ndose al doble en algunos casos como cardiopat¨ªas isqu¨¦micas o infartos de miocardio. Una buena parte de la protecci¨®n cardiovascular femenina le viene otorgada por sus propias hormonas, aunque tambi¨¦n hay que tener en cuenta que a partir de la menopausia, y con la disminuci¨®n de ¨¦stas, se multiplica el riesgo de padecerlas. Por otra parte, Fundaci¨®n Espa?ola del Coraz¨®n recuerda que otros factores como el tabaquismo, la hipertensi¨®n, la obesidad, la diabetes y el sedentarismo, est¨¢n m¨¢s presentes en hombres lo que influye en que sean ellos quienes est¨¦n afectados en un mayor porcentaje por estos problemas cardiacos.La ca¨ªda del pelo tambi¨¦n es una se?al caracter¨ªstica del envejecimiento y, aunque tanto hombres como mujeres tienden a perder grosor y cantidad, en esta ocasi¨®n, ellos son los m¨¢s perjudicados. La inmensa mayor¨ªa de las calvicies est¨¢ causada por la alopecia androgen¨¦tica cuyos elementos son gen¨¦ticos y hormonales. La p¨¦rdida de pelo de manera natural y debida al paso de los a?os es principalmente cosa de hombres, aunque en un peque?o porcentaje tambi¨¦n afecta a f¨¦minas. Las causas son diferentes y en el caso femenino aspectos como la menopausia (con la consiguiente disminuci¨®n de andr¨®genos) pueden actuar como desencadenantes.El pigmento por excelencia encargado de darle color a nuestra piel, a nuestro pelo e incluso a nuestro iris, es la melanina. Con el paso del tiempo la cantidad de melanina en los fol¨ªculos pilosos disminuye y comienzan a aparecer m¨¢s cabellos plateados. La canicie afecta a partes iguales a hombres y mujeres, aunque la en ellos aparece unos cinco a?os antes (generalmente a partir de los 30). Los genes son el principal desencadenante de las canas, por lo que las diferencias var¨ªan dependiendo de la persona. No obstante, los estudios que la etnia es uno de los mayores condicionantes. As¨ª los cauc¨¢sicos son los primeros en tener canas, despu¨¦s los asi¨¢ticos y finalmente los afroamericanos que son los menos propensos a la canicie.El cerebro masculino envejece algo m¨¢s r¨¢pido que el femenino, como explica este trabajo de Universidad de Szeged (Hungr¨ªa). Esto se traduce en una mayor incidencia en hombres de determinadas enfermedades neurodegenerativas como p¨¢rkinson, en el que los varones casi doblan los casos femeninos. Una excepci¨®n es el alzh¨¦imer: aproximadamente el 70% de los pacientes que sufren esta demencia son mujeres, seg¨²n un estudio del Servicio de Neurolog¨ªa del Hospital Virgen del Roc¨ªo de Sevilla. A¨²n no sabemos exactamente a qu¨¦ puede deberse este mayor n¨²mero de casos en lado femenino, pero estudios m¨¢s recientes , como este del Centro M¨¦dico de la Universidad Duke de Durham (EE UU), apuntan a que al menos una de las posibles causas sea la mayor presencia en ellas de una prote¨ªna llamada APOE4.
