Deportaciones sumarias
El aumento de las expulsiones expr¨¦s reduce las posibilidades de defensa de los inmigrantes irregulares
La deportaci¨®n de un joven de 19 a?os que llevaba en Galicia desde los cinco y tiene a su familia en Santiago ha puesto de nuevo bajo sospecha de arbitrariedad la forma en que se producen las expulsiones de inmigrantes. El joven fue detenido el martes y el domingo aterrizaba en Paraguay sin medios ni v¨ªnculos a los que recurrir. La expulsi¨®n se produjo de forma sumaria, sin haber podido defenderse y hacer valer su situaci¨®n de arraigo en el pa¨ªs. El joven hab¨ªa estado bajo la protecci¨®n de la Xunta y se le expuls¨® porque un a?o despu¨¦s de alcanzar la mayor¨ªa de edad y perder la condici¨®n de menor tutelado no hab¨ªa logrado encontrar trabajo. Como la mayor¨ªa de j¨®venes de su edad.
Editoriales anteriores
Pese a que la ley contempla el arraigo como un motivo de regularizaci¨®n, una vez que se inicia el proceso de expulsi¨®n pocas veces se toma en consideraci¨®n. El caso de otro joven de 19 a?os que viv¨ªa con su familia en Madrid ya alert¨® hace un a?o sobre la opacidad y la falta de garant¨ªas con las que se ejecutan las llamadas expulsiones expr¨¦s. Fue detenido cuando iba al instituto y deportado en apenas 40 horas a Honduras. Diversas organizaciones humanitarias y el Consejo General de la Abogac¨ªa han advertido de que estas expulsiones, que se realizan directamente desde las dependencias policiales en menos de 72 horas, reducen las posibilidades de defensa.
Las expulsiones expr¨¦s han aumentado hasta el punto de que en 2013 ya fueron m¨¢s numerosas (el 58%) que las realizadas a trav¨¦s de los centros de internamiento de Extranjeros (CIE). En concreto, 6.642 deportaciones expr¨¦s frente a 4.726 a trav¨¦s de los CIE. Interior recurre a este sistema porque es m¨¢s r¨¢pido, eficaz y barato, pero es intolerable que sea a costa de vulnerar los derechos de los inmigrantes. No es razonable adem¨¢s que se expulse del pa¨ªs a personas que pueden acreditar a?os de arraigo en los que han contribuido como cualquier ciudadano. La mayor¨ªa han ca¨ªdo en situaci¨®n irregular al perder el trabajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.