Do?ana se muere

La semana pasada se cumpli¨® el plazo para que Espa?a (el Gobierno y la Junta de Andaluc¨ªa) enviase a la Unesco su evaluaci¨®n sobre Do?ana a ra¨ªz de las advertencias del organismo internacional sobre el estado de una de nuestras m¨¢s preciadas joyas ecol¨®gicas y la mejor representaci¨®n que tenemos de ecosistemas tan valiosos como los humedales. En funci¨®n del an¨¢lisis que haga la Unesco de ese informe (y de la realidad), Do?ana puede pasar de ser patrimonio protegido a entrar en la lista negra de patrimonio amenazado.

La actual preocupaci¨®n por el estado de Do?ana no es algo nuevo; las advertencias, tanto de la Unesco, como de la UE, como de las ONG, vienen ya de lejos. Sin embargo, no se est¨¢n tomando medidas. Ni las urgentes ni las importantes; ni pensando en el medio y largo plazo, ni tampoco en el corto, para resolver la situaci¨®n de permanente amenaza que pende sobre el espacio, hasta ahora presuntamente protegido. La autorizaci¨®n del Ministerio de Energ¨ªa ¡ªmientras el de Medio Ambiente mira para otro lado¡ª del proyecto para convertir Do?ana en un almac¨¦n de gas solo es la ¨²ltima de las lamentables decisiones que se est¨¢n tomando sobre este entorno privilegiado.

Los desaf¨ªos para blindar esta joya llamada Do?ana son muchos; desde la extracci¨®n de hidrocarburos hasta el proyecto de dragado del Guadalquivir, pasando por la extracci¨®n ¡ªm¨¢s all¨¢ de lo razonable¡ª del agua del acu¨ªfero, que es un ataque directo al coraz¨®n de la marisma. A esto hay que a?adir la contaminaci¨®n de esas aguas con pesticidas y productos usados en la agricultura intensiva que lo cercan, las presiones urban¨ªsticas que no cesan, o las exigencias recurrentes de proyectos de infraestructuras de carreteras que atraviesen el parque.

Si la UNESCO decide nombrar a Do?ana patrimonio amenazado, es posible que sea el punto de inflexi¨®n para salvar el parque

Ante todo ello la respuesta enviada a la Unesco es que el estado de Do?ana es ¡°satisfactorio¡±. Y luego incorporan toda una serie de matices a esa respuesta: aseguran que no se autorizar¨¢ el dragado ¡°en profundidad¡± del r¨ªo Guadalquivir, sin aclarar qu¨¦ implica el t¨¦rmino ¡°en profundidad¡±; o que la mina de Azn¨¢lcollar, cuyo desastre en 1998 alcanz¨® el parque, no tiene ¡°proyecto de explotaci¨®n¡±; aunque existe una adjudicaci¨®n y el Ayuntamiento ya est¨¢n lanzando los procesos de contrataci¨®n. Todas esas excusas no suenan mucho mejor que cuando esgrimieron el cambio clim¨¢tico para evitar la sanci¨®n por el deterioro de Do?ana. Ese cambio clim¨¢tico tan preocupante que ni se acordaron de ratificar el Acuerdo de Par¨ªs hasta que lleg¨® la cumbre de Marraquech.

El informe tambi¨¦n asegura que se ¡°han clausurado pozos ilegales¡± y es cierto. En una primera fase, se ha producido la clausura de pozos en el ¨¢mbito de la cuenca hidrogr¨¢fica Tinto-Odiel-Piedras. Y dentro de la aplicaci¨®n del Plan Especial de la Corona Forestal de Do?ana planean cerrar 41 pozos. Sin embargo, son m¨¢s de 2.000 los que est¨¢n causando una sobrexplotaci¨®n del acu¨ªfero de Do?ana, el continuo deterioro de los recursos h¨ªdricos y la deforestaci¨®n del entorno del Parque Nacional. La Junta tambi¨¦n ampli¨® el espacio natural en 14.400 hect¨¢reas, pero a la vista est¨¢ que es claramente insuficiente.

Desde luego, esta situaci¨®n dista mucho de ser satisfactoria y pone de manifiesto el escaso o nulo inter¨¦s por la protecci¨®n de un entorno no solo de asombrosa belleza, sino lleno de recursos. Recursos que nos ofrece si somos capaces de no explotarlos hasta su desaparici¨®n. En Do?ana confluyen un conjunto de ecosistemas que le dotan de una personalidad ¨²nica que atrae a miles de visitantes. Sus tierras son ricas y f¨¦rtiles, ya que la marea deposita sedimentos que enriquecen suelos que pueden acoger una agricultura y desarrollo sostenibles. Adem¨¢s, las marismas se encargan de amortiguar y minimizar las corrientes marinas cuando hay mucho viento o tormentas.

No sabemos cu¨¢l ser¨¢ la respuesta de la Unesco. Si da por bueno el informe y Do?ana conserva el estatus de patrimonio, se habr¨¢ salvado un match point, pero se perder¨¢ el partido a corto plazo, ya que no hay sobre la mesa de ninguna instituci¨®n un plan para blindar Do?ana y conservarla para el futuro. Si la Unesco decide nombrar a Do?ana patrimonio amenazado, es posible que sea el punto de inflexi¨®n para que se deje de mirar hacia otro lado y comencemos de verdad a trabajar para que uno de nuestros parques m¨¢s emblem¨¢ticos no desaparezca. Porque lo habremos enterrado nosotros.

Juantxo L¨®pez de Uralde es coportavoz de EQUO y diputado, y Carmen Molina es diputada del Parlamento de Andaluc¨ªa.