La buena decisi¨®n de Valls

Manuel Valls ha dado un paso acertado al postularse como candidato socialista a las elecciones presidenciales francesas que se celebrar¨¢n el a?o pr¨®ximo.

Ante un panorama electoral en el que el Partido Socialista ten¨ªa previsto acudir a las urnas pr¨¢cticamente sin posibilidades de pasar a la segunda vuelta ¡ªy la renuncia de Fran?ois Hollande a la presentarse a la reelecci¨®n es una prueba de ello¡ª la candidatura de Valls supone una iniciativa que podr¨ªa ilusionar a sus correligionarios, que todav¨ªa tienen la posibilidad de no convertirse en meros espectadores de c¨®mo la presidencia de la Rep¨²blica se disputa entre un candidato de la derecha conservadora, Fran?ois Fillon, y una ultraderechista populista, Marine Le Pen.

Si Valls consigue imponerse en las primarias socialistas, su partido habr¨¢ elegido un muy buen candidato. Es un pol¨ªtico de largo recorrido y reconocida trayectoria. Como primer ministro ha demostrado el coraje necesario para llevar adelante las medidas que ha cre¨ªdo necesarias para el bien de Francia aunque tuviera que enfrentarse a una dura oposici¨®n en las filas de su propio partido. No representa a la cl¨¢sica figura que frecuenta desde hace d¨¦cadas los c¨ªrculos de poder, pero tampoco al candidato desconocedor de los mecanismos de gobierno que enardece a sus simpatizantes a golpe de consigna. Su etapa como primer ministro en una ¨¦poca dur¨ªsima, por el azote del terrorismo y por las dificultades econ¨®micas, le ha proporciondo un significativo bagaje para aspirar a ocupar el El¨ªseo.

Este barcelon¨¦s de origen representa a la perfecci¨®n la idea de una Francia abierta, multicultural y tolerante. Para Espa?a, su elecci¨®n ser¨ªa una excelente noticia. Sus posibilidades reales dependen en gran medida de la unidad de la izquierda. Eso s¨ª, los enemigos en las propias filas suelen ser los m¨¢s feroces.