Las primeras bicis p¨²blicas de ?frica ya funcionan en Marrakech
Medina Bike, un ejemplo pionero para descongestionar las urbes africanas y una huella de la COP22 para la ciudad marroqu¨ª
Un trayecto de dos kil¨®metros, que normalmente se recorrer¨ªa en coche o en autob¨²s entre ocho y diez minutos en cualquier ciudad del mundo, puede convertirse en una odisea de m¨¢s de una hora en los picos de tr¨¢fico de algunas ciudades africanas. La congesti¨®n vial, provocada por la deficiencia en infraestructuras, la mala planificaci¨®n de urbes que albergan a muchos m¨¢s residentes de los que podr¨ªan o el exceso de veh¨ªculos en las principales arterias viales, provoca situaciones absolutamente ca¨®ticas en el d¨ªa a d¨ªa de las metr¨®polis. ?Podr¨ªa el proyecto piloto de Medina Bike, las bicicletas p¨²blicas reci¨¦n estrenadas en Marrakech, ser el ant¨ªdoto para los problemas de circulaci¨®n vial en las ciudades africanas?
Mientras Alejandr¨ªa, El Cairo, Ciudad del Cabo, Johannesburgo y Lagos se sit¨²an como las cinco ciudades africanas con mayor proyecci¨®n internacional para los negocios, el tr¨¢fico urbano representa uno de los principales frenos para el desarrollo econ¨®mico en estas metr¨®polis del continente. Puede que Marrakech no sea uno de los centros neur¨¢lgicos para los emprendedores del continente, pero en sus tur¨ªsticas callejuelas, conviven pac¨ªficamente burros, viandantes, bicicletas, scooters, taxis, carros y autobuses en un ambiente tan confuso como cautivador, que no solamente atrae a visitantes de todo el mundo, sino que hace que la ciudad funcione en t¨¦rminos de movilidad.?
No es casualidad que hace justo un a?o se celebrara aqu¨ª la 4? Cumbre Mundial sobre Turismo Urbano. Ni tampoco que la ¨²ltima Cumbre del Clima,?la Conferencia de las Partes en la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico, o COP 22, se emplazara en la urbe al pie del Atlas.Y es que Marrakech est¨¢ liderando una transformaci¨®n urbana verde que podr¨ªas ser mod¨¦lica para otras ciudades del continente. La prohibici¨®n de las bolsas de pl¨¢stico en todo el pa¨ªs, que hasta la fecha era su segundo consumidor mundial, se hizo efectiva desde el pasado 1 de julio. Tambi¨¦n se ha implementado un sistema de 50 autobuses urbanos el¨¦ctricos, como parte de nuevas alianzas comerciales entre Marruecos y China. Y la COP 22 parece haber dejado su huella a una Marrakech, con el trono tur¨ªstico del Magreb ganado, dispuesta a adoptar las transformaciones necesarias para hacer de la ciudad un lugar m¨¢s limpio, sano, creativo y ¨¢gil.
Meet @mobi_bikes cousin in #Marrakech @medina_bike made. Y @Smoove_Off launched at @COP22 pic.twitter.com/6nuj1Hbfwz
— SMOOVE SAS (@Smoove_Off) November 17, 2016
Auspiciadas por la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO), otorgadas despu¨¦s de una licitaci¨®n p¨²blica a la empresa francesa Smoove y financiadas por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, las 300 bibicletas repartidas en 10 anclajes en el coraz¨®n de la ciudad del proyecto Medina Bike, han convertido Marrakech en la primera ciudad africana con un sistema urbano de bicis p¨²blicas. Situado en lugares tan emblem¨¢ticos como la Mezquita de Koutoubia o el Jard¨ªn Majorelle, este proyecto pretende reactivar un tipo de transporte verde que muchos marrakech¨ªes han abandonado a lo largo del tiempo debido a la incorporaci¨®n paulatina del transporte a motor, especialmente con el uso de scooters, que invaden las tripas de la Medina en una coexistencia an¨¢rquica con vendedores, transe¨²ntes y turistas.
Los carriles bicis ya se est¨¢n haciendo con las principales arterias del centro de la ciudad con el fin de favorecer el espacio vial necesario y seguro para la circulaci¨®n de las bicicletas. Sin embargo, mientras las bicis pueden ser un recurso de movilidad ¨²til para los turistas - con un precio de aproximadamente 5 euros diarios, 15 euros semanales o 50 euros anuales -, representa una opci¨®n cara para la mayor¨ªa de marroqu¨ªes residentes en Marrakech.
Mientras el salario medio de Marruecos es casi diez veces menor que el de Espa?a, tal y como detalla la C¨¢mara de Comercio de Marruecos en Espa?a para tratar de atraer la inversi¨®n espa?ola en el pa¨ªs, los precios de este servicio no parecen ser asequibles para la mayor¨ªa de ciudadanos y ciudadanas. El crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos 15 a?os en Marruecos redujo la tasa general de pobreza de 8,9% de la poblaci¨®n del pa¨ªs de 34,4 millones de habitantes en 2007 a 4,2% en 2014 seg¨²n datos del Banco Mundial. Sin embargo, un 15.5% de la poblaci¨®n marroqu¨ª sigue viviendo con 3 d¨®lares al d¨ªa y casi el 19% de la poblaci¨®n rural, mayoritariamente dependientes de la agricultura, vive en la pobreza. Las desigualdades econ¨®micas dentro del pa¨ªs y el desarrollo dispar entre regiones hacen que la esperanza escasee entre su poblaci¨®n, mientras el desempleo asciende al 38,8% en las zonas urbanas.
La falta de subsidios gubernamentales al sistema privado de Medina Bike, hace que alquilar una bicicleta en Marrakech sea m¨¢s caro que hacerlo en sistemas similares existentes en ciudades europeas como Par¨ªs o Barcelona. Sin embargo, la clase media de otras ciudades como Rabat ya ha expresado su inter¨¦s en la instalaci¨®n de sistemas de bicicletas p¨²blicas similares. E inversores kenianos, marfile?os o sudafricanos ya se han reunido con Smoove para barajar diferentes posibilidades de adaptar el sistema de Medina Bike a entornos urbanos de Nairobi, Abiy¨¢n o Johannesburgo.
En la regi¨®n de ?frica del Este, la Universidad de Nairobi empez¨® a trabajar este a?o en un modelo de bicicleta que podr¨ªa servir para descongestionar el terrible tr¨¢fico que azota la capital keniana diariamente. Sin embargo, los dilemas del elevado coste de este servicio en un continente que acumula una flagrante pobreza urbana que aumenta al mismo ritmo que su acelerada urbanizaci¨®n, suponen un revulsivo que se suma a la falta de infraestructura necesaria y segura para los ciclistas en las capitales africanas. El compromiso que cerca de 200 pa¨ªses adquirieron en Marrakech para conseguir la reducci¨®n del uso de combustibles f¨®siles y limitar el calentamiento global provocado en gran medida por el uso de autom¨®viles, hace que propuestas como Medina Bike sean imprescindibles. Pero a¨²n har¨¢n falta muchos cambios estructurales para que la poblaci¨®n pueda adaptar sus vidas a transportes ecol¨®gicos de este tipo en las ciudades africanas. Las decisiones de gobiernos, ayuntamientos y empresas privadas ser¨¢n esenciales para que las bicicletas sean una opci¨®n posible, tal y como lo empiezan a ser en otras ciudades de Europa o Estados Unidos. Al fin y al cabo, si el futuro de ?frica ser¨¢ urbano, que sea sostenible o no depender¨¢ en gran medida del tipo de movilidad que adopten sus ciudades.
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