Da?os fiscales secundarios

Los cambios en el impuesto de Sociedades decididos por el Gobierno para cubrir el objetivo de d¨¦ficit han provocado malestar en algunas empresas, debido a que fuerzan a realizar cambios en la planificaci¨®n fiscal de las compa?¨ªas. Hacienda introdujo modificaciones en el impuesto que no alcanzan la categor¨ªa de una reforma del tributo con el objetivo de aumentar la recaudaci¨®n ¡ªespera conseguir unos 4.400 millones de euros¡ª y hacer frente a las exigencias de d¨¦ficit que ha recordado Bruselas. Si poco hay que decir sobre la decisi¨®n de cargar el aumento de ingresos tributarios sobre Sociedades, la forma de instrumentar t¨¦cnicamente los cambios ofrece dudas que Montoro y su equipo har¨ªan bien en explicar y corregir.

La limitaci¨®n de cr¨¦ditos fiscales, por ejemplo, es una medida correcta, aunque el ministerio no ha explicado a todos los ciudadanos que el beneficio fiscal puede retrasarse, pero no anularse; limitarlo solo significa que la empresa tendr¨¢ que aplic¨¢rselo durante m¨¢s a?os. Se trata de una correcci¨®n de baja intensidad (un parche) que, en principio, no causa inconvenientes a las empresas m¨¢s all¨¢ de contar con una limitaci¨®n legal que antes no exist¨ªa.

Otros cambios s¨ª pueden afectar a la planificaci¨®n fiscal en Sociedades. En algunos casos, se permit¨ªa la reversi¨®n, seg¨²n se fueran realizando, de las p¨¦rdidas estimadas que en su d¨ªa redujeron la base imponible de las empresas antes de 2013; Hacienda ha establecido una incorporaci¨®n m¨ªnima del 20% anual en la base imponible del impuesto en un m¨¢ximo de cinco a?os. De forma que la planificaci¨®n fiscal en marcha de las empresas queda modificada por normas dictadas a posteriori.

El Gobierno ha acertado con el qu¨¦ (subir los ingresos a trav¨¦s de Sociedades) pero ha sido torpe en el c¨®mo. Cuando se aprueban correcciones fiscales es conveniente evitar a los contribuyentes da?os secundarios. Hacienda deber¨ªa mitigarlos durante su aplicaci¨®n concreta.