?Resucitar¨¢ el nuevo Gobierno una Cooperaci¨®n que agoniza?
La ca¨ªda de los fondos y el abandono pol¨ªtico llevan a la ayuda al l¨ªmite del cierre por olvido e inanici¨®n
El t¨ªtulo de este art¨ªculo puede sonar apocal¨ªptico. No lo es. Refleja lo que sentimos muchos. Lo que sent¨ª cuando visit¨¦ por ¨²ltima vez una casi vac¨ªa AECID, en una calurosa tarde de Septiembre, y dud¨¦ cu¨¢l de los murales del viejo Instituto de Cultura Hisp¨¢nica se me vendr¨ªa encima. Era un momento en el que la mayor parte de sus directivos hab¨ªan saltado del barco en medio de la zozobra. Considero la AECID mi casa, a pesar de no haber trabajado nunca en ella, ya que es la sede de la pol¨ªtica espa?ola de desarrollo por la que tantos hemos peleado tanto.
El hecho es que la combinaci¨®n de una ca¨ªda brutal de los fondos con el abandono pol¨ªtico sit¨²an a ¨¦sta, que fue una pol¨ªtica p¨²blica de peso internacional, al l¨ªmite de su cierre por olvido e inanici¨®n.
Hay que cambiar si se quiere recuperar una Cooperaci¨®n Internacional modernizada que vuelva a ser relevante, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en un mundo inquietante, donde los desaf¨ªos se reproducen a la misma velocidad que se diluyen los liderazgos positivos. Me limitar¨¦ a los tres cambios que considero m¨¢s urgentes. Basta con leer el ¨²ltimo informe de la OCDE sobre cooperaci¨®n al desarrollo. Hay buenos an¨¢lisis, como los del Real Instituto Elcano, la Coordinadora de ONGD y la propia Oxfam Interm¨®n, con propuestas m¨¢s detalladas sobre los caminos a seguir.?
El primer cambio no se refiere a los recursos sino al liderazgo pol¨ªtico, que es si cabe m¨¢s necesario cuando hay menos recursos. La Cooperaci¨®n morir¨¢ si sus responsables pol¨ªticos repiten el "nadie apoya la cooperaci¨®n en la sociedad espa?ola; hay cosas que hemos hecho muchos a?os y que no sirven; si a los espa?oles se les da a elegir entre un centro de salud en Alicante o un hospital en Maputo siempre eligen lo primero, etc, etc". Si ¨¦sta fuera la forma de hacer pol¨ªtica jam¨¢s se habr¨ªan rescatado bancos ni concesionarias de autopistas y el Ministerio de Defensa podr¨ªa ir echando el cierre a sus bestiales y crecientes inversiones.
Adem¨¢s, la Cooperaci¨®n sigue contando con un apoyo mayoritario entre la poblaci¨®n espa?ola, que no saldr¨¢ a la calle por ella ni por otras muchas cosas, pero que entiende y respalda esta pol¨ªtica desde su sentido de la solidaridad y como parte de nuestra identidad y responsabilidad internacional. Los 9000 socios y socias nuevos de Oxfam Interm¨®n cada a?o, sumados a las decenas de miles de otras ONGD, lo muestran claramente.
Necesitamos unos responsables pol¨ªticos, desde el Ministro a los parlamentarios, que se crean la cooperaci¨®n, que la expliquen y defiendan con valent¨ªa al interior del Gobierno y en la opini¨®n p¨²blica, y que aporten los muchos y contundentes argumentos positivos que la respaldan, as¨ª como sus resultados. No valen medias tintas ni tecnicismos: esto es apasionante y urgente o no es nada. Defender la Cooperaci¨®n, sus valores y principios en el mundo de hoy, supone arriesgar, incluso transgredir las l¨ªneas f¨¦rreas de gobierno. Tambi¨¦n gestionar, claro. Pero necesitamos liderazgo pol¨ªtico, por favor.
Vamos a los recursos. Es imposible recortar m¨¢s. El hueso qued¨® sin carne y solo puede hacerse caldo con ¨¦l. Con un 0.12 % del PIB -a la cola de los donantes de la OCDE- y recortes por encima del 70%, apenas da para sujetar los murales. Lo multilateral se limita a las cuotas obligatorias. Lo bilateral con recursos propios es irrelevante, precisamente el canal que permite el di¨¢logo de pol¨ªticas con los pa¨ªses socios, propio de una Agencia oficial. Mientras, la AECID compite por gestionar recursos de otros, a trav¨¦s de una cooperaci¨®n delegada que deber¨ªa ser en todo caso un complemento y no el ¨²nico futuro que oriente su estrategia. Hablamos de un organismo p¨²blico, no de una ONG ni de una consultora.
La senda debe ser la de recuperar porcentajes sobre el PIB razonables, en la media de la UE. Necesitamos sin embargo una se?al urgente en los PGE de 2017. Y esta se?al debe priorizar la Acci¨®n Humanitaria. Resulta asombroso que los recortes se hayan cebado especialmente con lo humanitario, dejando la partida en apenas 20 mill, menos que el presupuesto humanitario de algunas ONG espa?olas. Rechazar con alevos¨ªa la llegada de refugiados de Siria (lea, Sr Zoido), y al tiempo negar la ayuda humanitaria a los millones que est¨¢n en Jordania y L¨ªbano o desplazados en Sud¨¢n del Sur, Yemen y RCA, entre otros lugares, es una doble irresponsabilidad. Que adem¨¢s de inhumana pasar¨¢ factura internacional y en las relaciones con los pa¨ªses de acogida. Pregunten sino en Jordania.
La brecha global en la financiaci¨®n humanitaria crece por meses. Estamos reclamando un incremento de 150 mill de euros en los PGE de 2017 para esta partida, la m¨¢s urgente, demandada y entendida por la sociedad.
Finalmente est¨¢n los cambios institucionales, legislativos y en estrategia. La Ley de Cooperaci¨®n puede estar anticuada y hay que hacer un Plan Director, bien. Dicho esto, a muchos nos preocupa una legislatura de marear las perdices planificadora y legislativa, mientras la realidad mundial nos sobrepasa y la cooperaci¨®n completa su agon¨ªa. Si hay que hacer lo anterior, si existe una voluntad transformadora de verdad, h¨¢gase r¨¢pido y sin que sirva de excusa para mantener el g¨¦lido invierno presupuestario o para frenar la acci¨®n y la iniciativa pol¨ªtica en el hacer.
La AECID s¨ª requiere de una transformaci¨®n radical que debe llevarse a cabo m¨¢s all¨¢ de la situaci¨®n presupuestaria. La derogaci¨®n de la Ley de Agencias es un riesgo por la posible p¨¦rdida de la escasa flexibilidad que esta ley y el estatuto de AECID, daban a este organismo. Aunque podr¨ªa ser una oportunidad, si existe la determinaci¨®n de dotarla de un r¨¦gimen administrativo propio, adaptado a su rol internacional en situaciones a veces extremas. Entre otras propuestas de reforma cabe resaltar una mayor transparencia y rendici¨®n de cuentas y dotar al organismo de una pol¨ªtica de personas adaptada a los desaf¨ªos actuales, que d¨¦ estabilidad y proyecci¨®n a los profesionales y que posibilite las rotaciones entre pa¨ªses y la sede de la AECID.
El autor
Jos¨¦ Mar¨ªa Vera (@chema_vera) es director general de Oxfam Interm¨®n y miembro del comit¨¦ de direcci¨®n de Oxfam Internacional. Qu¨ªmico Industrial de profesi¨®n, ha sido director del Departamento de Campa?as y Estudios de Oxfam Interm¨®n y trabajado durante seis a?os en la Secretar¨ªa General Iberoamericana coordinando los programas de cooperaci¨®n de las Cumbres Iberoamericanas.
Fue cofundador en Espa?a de Ingenier¨ªa sin Fronteras y a t¨ªtulo personal mantiene colaboraciones voluntarias con diversas organizaciones sociales. Tiene 3 hijos.
La Agenda 2030 de los ODS debe ser el paraguas de esta pol¨ªtica de desarrollo aunque bien har¨ªa Exteriores en "dejarla marchar" a Moncloa, para que tenga una m¨ªnima oportunidad de volar como lo que debe ser: una agenda transformadora de gobierno. Que requiere de un fuerte liderazgo y que afecta a docenas de pol¨ªticas dom¨¦sticas, conectadas muchas de ellas con retos globales. Ah¨ª es donde la Cooperaci¨®n debe ubicarse y hacerse relevante, en la conexi¨®n y la coherencia de una pol¨ªtica de desarrollo global, en Espa?a y de Espa?a en el mundo.
Liderazgo pol¨ªtico, recuperar recursos y cambios institucionales son las necesidades m¨¢s urgentes. Y tal vez cambiar de edificio a la Agencia. Como se?al.
Nuestros mejores deseos para los nuevos responsables: necesitamos sus aires renovados y renovadores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.