La nueva narrativa del exilio
Con Mujer-Eres, la Colectiva de Mujeres Exiliadas y Migradas en Espa?a explora el arte como instrumento sanador
Seg¨²n el diccionario de la Real Academia Espa?ola, exilio es "la separaci¨®n de una persona de la tierra en que vive". Pero s¨®lo quienes encuentran en ¨¦l la ¨²nica salida posible para salvar sus vidas, saben que el exilio es m¨¢s, mucho m¨¢s que esa escueta definici¨®n. El exilio es abandonar todo lo construido y sin m¨¢s patrimonio que un macuto cargado de valent¨ªa y sue?os rotos, tejer sentido de pertenencia en un lugar ajeno y surgir de nuevo a la vida sin saber bien por d¨®nde.
Encontrar el hilo que desenrede la madeja de emociones, sensaciones y sentimientos cruzados al aterrizar en tierras y mundos en los que todo es extra?o, es una tarea de reconstrucci¨®n interna que lleva demasiado tiempo y, en algunos casos, la hebra es tan fina y el ovillo tan confuso, que se tarda a?os en encontrar la urdimbre que ayude a enfrentar tal esperpento.
La supervivencia hace que muchas veces el exiliado entre en la din¨¢mica de cubrir sus necesidades cotidianas y guarde, como quien guarda en una peligrosa caja de truenos, su pesadilla particular negando toda posibilidad de exteriorizar su historia y retrasando la aceptaci¨®n y superaci¨®n de su nueva realidad. La resiliencia ¡ªese t¨¦rmino tan utilizado por los psiquiatras en los ¨²ltimos a?os¡ª es en cambio la enorme fuerza interior que descubre cada ser y que saca del fondo de su entra?a cuando la vida s¨®lo le ofrece la oportunidad de elegir entre dos posibilidades: detenerse o avanzar.
Mujer-Eres fue un trabajo intenso, doloroso, triste, que mezcl¨® l¨¢grimas y congoja con las risas de esperanza
Y es esto ¨²ltimo lo que han decidido hacer las mujeres de La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas en Espa?a, que hace unos d¨ªas present¨® en Barcelona el espect¨¢culo Mujer-Eres: avanzar vali¨¦ndose del arte sanador y mediante la catarsis individual, escenificar su visi¨®n de la guerra que ha azotado al pa¨ªs en las ¨²ltimas d¨¦cadas y que las oblig¨® a dejar suspendida parte de su vida y de su lucha pacifista. En poco menos de una hora, la creaci¨®n conjunta de 28 mujeres cont¨®, no solo la historia personal de cada una, sino que reflej¨® la vivencia de casi medio mill¨®n de exiliados colombianos a quienes el relato de injusticia del pa¨ªs adeuda un lugar, pues son ellos un pilar importante en la b¨²squeda de la verdad que desentra?e lo que significaron m¨¢s de 50 a?os de una guerra interna no declarada y que, mal contadas, ha dejado cerca de ocho millones de v¨ªctimas.
Un gui¨®n que sana
La Casa de Am¨¦rica Catalunya fue el escenario para que estas mujeres narraran la epopeya de su destierro desde una puesta en escena que les vali¨® para quitarse ¡ªen parte¡ª el peso que significa llevar el r¨®tulo de v¨ªctima, a la vez que les sirvi¨® para sensibilizar al auditorio sobre el fen¨®meno del exilio. Contaron su cr¨®nica a trav¨¦s de su propio cuerpo y sin m¨¢s escenograf¨ªa que las mismas instalaciones de la Casa de Am¨¦rica, con un original decorado realizado por ellas mismas y una estudiada musicalizaci¨®n, reflejaron lo que comenz¨® a ser su vida a partir del momento mismo en que, amparada en el anonimato, recibieron la primera amenaza que irreductiblemente cambi¨® su destino de forma definitiva.
En cuatro actos fijaron en el imaginario del p¨²blico su testimonio de vida a partir de la cris¨¢lida que se convierte en mariposa para volar sola, libre y sana. Y fueron tambi¨¦n cuatro las expertas en teatro comunitario (Yolanda Consejo, del Teatro Nuevo Horizonte de Barrancabermeja; Maricruz Cruel, del Teatro por la Paz de Tumaco; Norma Rivera, del Teatro por La Paz de Buenaventura y Juana Salgado, del Centro Nacional de la Memoria Hist¨®rica) quienes con el apoyo del Programa Mujeres Colombia de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas, ONU, el Centro Nacional de la Memoria Hist¨®rica de Colombia y la Agencia Catalana de Cooperaci¨®n al Desarrollo, viajaron desde Colombia para trabajar el arte colectivo y crear conjuntamente esta original performance que toc¨®, hasta el llanto, al p¨²blico que tuvo la oportunidad de presenciar la exitosa representaci¨®n que complet¨® el aforo de la Casa de Am¨¦rica de Barcelona.
A partir de la realidad de la migraci¨®n obligada y la vulneraci¨®n a todos sus derechos, las 28 mujeres de La Colectiva se apropiaron de los distintos rincones de un escenario natural, para contar su realidad como defensoras de derechos humanos, madres, hijas, amigas, activistas y trabajadoras incansables de la justicia y la verdad, quienes pese al tiempo no olvidan su tierra, sus olores, sus colores y, c¨®mo no, sus dolores. Esta original forma de narraci¨®n transmiti¨® c¨®mo su realidad no deja de ser cambiante, pues van pasando de activistas a exiliadas, de exiliadas a inmigrantes econ¨®micas y, desde ¨¦sta condici¨®n, a alimentar el anhelo del regreso a su ra¨ªz, a su pa¨ªs, a la vida que dejaron suspendida en el momento mismo de emprender un viaje sin fecha de regreso.
Mujer-Eres fue un trabajo intenso, doloroso, triste, que mezcl¨® l¨¢grimas y congoja con las risas de esperanza del legado que heredar¨¢n a sus hijos para que tengan viva la memoria de un pa¨ªs de contrastes, que no deja de sorprender en su trasegar insesante entre la dualidad de la guerra y la paz.
Construir memoria colectiva para lograr exteriorizar emociones que muchas de ellas han guardado durante a?os, fue un ejercicio catalizador que abri¨® la veda para la sanaci¨®n liberadora que ofrece el arte y el fortalecimiento de la memoria hist¨®rica colombiana, principal objetivo propuesto por La Colectiva de Mujeres Exiliadas y Migradas en Espa?a en el momento de plantearse este proyecto y, que de momento, han visto cumplido.
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