?Socorro, reuniones familiares!
EL 24 DE DICIEMBRE de 1914, cerca de la localidad belga de Ypres, sucedi¨® la casi milagrosa Tregua de Navidad entre alemanes y brit¨¢nicos. Ambos bandos se vieron invadidos por un esp¨ªritu navide?o y decidieron compartir regalos, canciones y unos momentos de paz y reflexi¨®n en medio de la devastadora locura de la I Guerra Mundial. Seguro que a todos ellos les cost¨® unas buenas dosis de empat¨ªa, de comprensi¨®n, de generosidad, de comunicaci¨®n no violenta, de pensamiento positivo, de mindfulness y de todos esos conceptos que hoy est¨¢n de moda, pero que por aquel 1914 flu¨ªan de la intuici¨®n y de la f¨¦rrea voluntad de que aquello saliera bien. Y sali¨® bien.
Es posible que alguien un poco malintencionado apunte que el ¨¦xito de aquella tregua se debi¨® a que en el bando rival no estaba su cu?ado sabelotodo, o la t¨ªa antip¨¢tica, o el primo que no se ocupa de la abuela enferma, o esa familia pol¨ªtica que, como la propia construcci¨®n indica, junta dos conceptos que son una de las principales fuentes de discusiones y encontronazos: familia y pol¨ªtica. Sea como sea, y peque?as bromas al margen, es una realidad que el esp¨ªritu navide?o en demasiadas ocasiones se convierte en un peque?o demonio que provoca peleas, discusiones y desencuentros. ?Podemos, simplemente, disfrutar de la familia, la comida, las risas y el intercambio de opiniones y visiones del mundo? Es un misterio, pero en cualquier caso podemos aportar nuestros granitos de esp¨ªritu navide?o. Tambi¨¦n podemos tener una buena predisposici¨®n y unas m¨ªnimas expectativas de supervivencia que resumimos a continuaci¨®n. A veces pueden parecer obviedades, pero, como le he o¨ªdo decir en muchas ocasiones a ?lex Rovira, tendemos a obviar lo obvio.
Prep¨¢rese para lo peor, haga una lista de peligros. Pero no se detenga en lo malo y apunte lo que le hace sentirse bien en familia.
DECISI?N CONSCIENTE. No es obligatorio ir a una reuni¨®n familiar. Ni siquiera a la cena de Nochebuena o a tomar las uvas. As¨ª, si despu¨¦s de pensarlo llegamos a la conclusi¨®n de que no lo vamos a pasar bien y no vamos a poder tener la actitud adecuada, decidamos no ir y cambiemos de planes. Los cines, en estas fechas, est¨¢n llenos, ser¨¢ por algo. Pero si, por el contrario, decidimos acudir, debemos ser conscientes de que vamos a una celebraci¨®n. A encontrarnos con personas con las que compartimos algo, sea lo que sea, pero algo que nos une. Si alguien va a una fiesta con la intenci¨®n de pasarlo mal, que no seamos nosotros. Este punto es importante porque nos obliga a pensar. A evaluar la situaci¨®n y a nosotros mismos, y de esta manera estar predispuestos a ir a pasarlo bien o muy bien.
PREP?RESE PARA LO PEOR. Como si fu¨¦ramos fil¨®sofos estoicos, debemos esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor. Un buen ejercicio para ello es tomar papel y l¨¢piz y apuntar los peligros y amenazas que se esconden en esa reuni¨®n familiar. ?Hay alg¨²n tema tab¨² que no se puede sacar? ?Es mejor no hablar de pol¨ªtica o f¨²tbol? ?Qu¨¦ fue lo peor que ocurri¨® el a?o pasado? ?Tuvimos algo de responsabilidad en ello? Lo importante es escribirlo, puesto que en este proceso evaluaremos nuestras respuestas emocionales, pondremos en perspectiva las situaciones vividas y, sobre todo, liberaremos el estr¨¦s. Una vez tengamos la lista escrita, no nos detengamos en lo malo. Apuntemos lo positivo, busquemos aquellas cosas que nos ilusionan y que nos hacen sentir bien en las reuniones familiares y que incluso, y aunque no lo reconozcamos, nos producen una ilusi¨®n casi infantil.
ENTRE CON UN REGALO. En el ya cl¨¢sico La psicolog¨ªa de la persuasi¨®n, Robert Cialdini nos descubre los seis principios que funcionan como influencia en las personas. Uno de ellos es la ley de la reciprocidad, para la que podemos fijarnos en un ejemplo b¨¢sico: cuando en un restaurante nos traen la cuenta acompa?ada de unos caramelos o de unos chupitos ¡°invita la casa¡±, las propinas crecen entre un 10% y un 20%. Y es que los seres humanos tendemos a equilibrar. Si nos tratan bien, tratamos bien. Si nos dan, damos. Si nos quitan, pues eso, se l¨ªa. ?Por qu¨¦ no dar a cada uno de los invitados un caramelo? Uno, s¨ª. Hagamos la prueba y descubramos su poder.
PRACTIQUE ESLALON. Sin duda es necesario saber esquivar los temas delicados, aquellos que ya sabemos que empiezan mal y acaban peor. Pero ?c¨®mo se hace? Por ejemplo, cambiando de tema. Imaginemos que la conversaci¨®n se pone al rojo vivo hablando de las elecciones de Estados Unidos, de Trump y del muro en la frontera sur. Bueno, podemos empezar a hablar de lo mucho que nos gustar¨ªa visitar Michigan, por ejemplo. A veces, simplemente, hay que hacer caso a Shakespeare: ¡°Presta el o¨ªdo a todos y a pocos la voz. Oye las censuras de los dem¨¢s, pero reserva tu propia opini¨®n¡±.
FELICITE. Felicitar es reconocer, poner en valor algo que alguien ha hecho con su tiempo, su esfuerzo y su dedicaci¨®n. As¨ª, es mejor buscar el lado positivo de lo que ocurre a nuestro alrededor, felicitar por la comida que estamos degustando en lugar de quejarnos porque hay demasiada. Poner en valor el vino que se acaba de servir contribuye m¨¢s al buen ambiente que recordar que hay mejores y m¨¢s baratos en una tienda de nuestro barrio.
ESCUCHA ACTIVA. Epicteto aseguraba que ¡°la naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudi¨¦ramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos¡±. Milenios m¨¢s tarde, gracias a los trabajos del psic¨®logo Carl Rogers, se defini¨® una t¨¦cnica y estrategia espec¨ªfica de la comunicaci¨®n humana y que hoy conocemos como escucha activa. El nombre, en este caso, no entra?a ning¨²n secreto. Se trata de escuchar con todo. De atender a quien nos est¨¢ explicando esto o aquello y tratar de entenderlo, cosa que parece sencilla si es que las dos partes hablan el mismo idioma. Pero no es tan f¨¢cil. Va m¨¢s all¨¢ de las palabras. Se trata de entender a la otra persona de manera consciente y profunda. Desde d¨®nde nos est¨¢ hablando. Desde qu¨¦ miedos o esperanzas. Desde qu¨¦ sue?o, anhelo o preocupaci¨®n. Para ello, seg¨²n los maestros de la escucha activa, hay varias cosas que podemos hacer, como no interrumpir, no estar pendientes del tel¨¦fono m¨®vil, no juzgar, no dar consejos que no nos han pedido¡ En fin, prestar toda nuestra atenci¨®n a la otra persona que nos est¨¢ dedicando sus palabras. Abrir los o¨ªdos a veces es el primer paso para abrir el coraz¨®n.
VIVIR EL AHORA. Existe un proverbio zen, que las artes de la publicidad han convertido en anuncio de coches, que dice: ¡°Cuando camines, camina. Cuando comas, come¡±. La frase esconde una gran verdad, tan grande como dif¨ªcil de llevar a cabo: concentrarse en el momento. ?Para qu¨¦? Imaginemos que, despu¨¦s de todo, estamos perdiendo la paciencia, que el diablillo de las reuniones familiares nos est¨¢ derrotando. Pues bien, hagamos un ejercicio de atenci¨®n plena. De mind?fulness. Concentr¨¦monos en la comida. Totalmente. En el bocado que nos hemos llevado a la boca. Dejemos que nos invada el sabor, las texturas, su delicada elaboraci¨®n. Dejemos que nos relaje, abstraig¨¢monos durante un infinito segundo de aquellas cosas que nos molestan. De esta manera, podremos tomar perspectiva y recuperar algo de foco y equilibrio.
CUIDADO: ¡®IN VINO VERITAS¡¯. En la antigua Roma, el vino ten¨ªa unas implicaciones religiosas, medicinales y sociales que le daban un significado especial a esta bebida que, seguro, no faltar¨¢ en cualquier celebraci¨®n de estas Navidades. Pero cuidado, porque, como el propio Plinio el Viejo nos advierte, en el vino est¨¢ la verdad. Y no porque la bebida nos haga m¨¢s sabios y empecemos a entender los secretos del cosmos, sino porque nos suelta la lengua. Por tanto, no beba demasiado si no quiere hablar de m¨¢s.
DECIDA SER FELIZ. Al final es importante pensar que en la mayor¨ªa de las ocasiones tenemos ¡°problemas¡± de primer mundo. Debemos ser algo m¨¢s humildes y controlar nuestro lenguaje, que de alguna manera puede acabar determinando nuestra propia realidad. Tal vez, en lugar de definir la pr¨®xima reuni¨®n familiar como pe?azo insoportable, podemos empezar hablando de ella como un lugar donde pasarlo bien y desear a todo el mundo feliz Navidad.
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