Una apuesta por los ¡®hackers¡¯
Cinco j¨®venes ganan un concurso del Instituto Nacional de Ciberseguridad que busca promesas en un ¨¢rea en el que faltan profesionales
Un alumno de 14 a?os del colegio Montserrat de Madrid burl¨® el sistema de seguridad inform¨¢tico del centro y consigui¨® la contrase?a de administraci¨®n. La curiosidad del joven hacker fue la baza que le salv¨® de la expulsi¨®n. ¡°Hice un programa para practicar la fuerza bruta [ataque que consiste en repetir claves de forma automatizada hasta que se acierta] y quer¨ªa ver si funcionaba. Trataba de ponerme a prueba¡±, explica Yago Guti¨¦rrez, que ahora tiene 16 y estudia primero de bachillerato. ?l y cuatro compa?eros del centro son los ganadores del CyberCamp, una competici¨®n del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) en la que han participado 125 colegios de Espa?a.
El Gobierno busca, a trav¨¦s de iniciativas como esta, a las j¨®venes promesas de la seguridad inform¨¢tica, ya que el escaso n¨²mero de expertos en este campo no cubre la demanda de trabajadores. La Comisi¨®n Europea estima que en 2020 habr¨¢ un d¨¦ficit de 825.000 profesionales en el ¨¢mbito de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n (TIC) en la UE, mientras 25 millones de europeos est¨¢n actualmente desempleados.
Los estudiantes, armados de ingenio y mucha cafe¨ªna, defendieron su equipo de los ataques que les lanzaba una m¨¢quina. En uno de los retos de la competici¨®n, los chicos descifraron c¨®mo operaba el sistema agresor a trav¨¦s de dos funciones matem¨¢ticas. Tom¨¢s Fonseca, de 18 a?os, desenfund¨® calculadora y bol¨ªgrafo y consigui¨® resolver el enigma que les tuvo atascados una hora. ¡°Cuando te encuentras alumnos as¨ª, que investigan por su cuenta y que tienen ganas de ir m¨¢s all¨¢, hay que potenciarlos¡±, explica David Sebasti¨¢n, su profesor de TIC.
El desarrollo del Internet de las cosas¡ª la conexi¨®n a la Red de objetos cotidianos como neveras, televisiones o relojes¡ª est¨¢ cada vez m¨¢s presente y, por tanto, la seguridad en el entorno digital es clave. En cinco a?os habr¨¢ m¨¢s de 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet, seg¨²n Gartner, consultora tecnol¨®gica, mientras que en el mundo hay unos 7.400 millones de personas.
Los ciberincidentes que afectan a ciudadanos, empresas y sectores estrat¨¦gicos han pasado de alrededor de 50.000 en 2015 a 102.134 en lo que va de a?o. Los incidentes de ¡°acceso no autorizado¡± son los m¨¢s numerosos, seguidos de los tipificados como ¡°fraude¡±, seg¨²n datos del Incibe.
El colectivo La Nueve, vinculado a Anonymous, atac¨® el pasado mi¨¦rcoles la web de la C¨¢mara de Comercio de Madrid. Los hackers aseguran que accedieron a la base de datos de la instituci¨®n pero que no difundir¨¢n su contenido. El objetivo era se?alar la vulnerabilidad de las p¨¢ginas estatales, seg¨²n explica el colectivo en su perfil de Twitter. ¡°Con demostrar la mierda de seguridad de la C¨¢mara nos damos por satisfechas¡±, afirman en un tuit.
El peso que ha tomado la ciberseguridad para las empresas y Gobiernos en los ¨²ltimos a?os ha permitido a chavales como Diego Jurado, de 25 a?os, elegir el empleo que m¨¢s le satisface incluso antes de acabar sus estudios. Jurado trabaja ahora en Wise Security Global, una auditoria de analiza las vulnerabilidades de las p¨¢ginas web de compa?¨ªas ante posibles ataques. Durante sus primeras pr¨¢cticas, en las que hacia programaci¨®n, empez¨® a interesarse por la seguridad e hizo un curso de hacking ¨¦tico. Logr¨® el Premio Bit¨¢coras en 2016 por su blog Follow the White Rabbit , especializado en esta materia.
Trabajadores o estudiantes, estos chicos no solo se parecen por su juventud y su ya demostrado talento, sino porque todos reivindican con orgullo el adjetivo hacker para ellos. Explican que en el mundo de la inform¨¢tica se empez¨® a utilizar este t¨¦rmino para definir a los m¨¢s inquietos y habilidosos, a los mejores. ¡°Hubo algunos que se colocaron del lado de los Gobiernos y las empresas, y otros que se pusieron frente a ellos y los atacaron¡±, cuenta Yago. A partir de ah¨ª una leyenda negra empez¨® a envolver a los hackers y se criminaliz¨® el concepto. El diccionario de la Real Academia define esta palabra como ¡°pirata inform¨¢tico¡±; el de Oxford tambi¨¦n recoge el que alude a los entusiastas de la inform¨¢tica. La falta de expertos y el aumento y sofisticaci¨®n de los ataques dar¨¢n a los hackers el lugar que merecen.
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