?Temprano empiezan!
En pol¨ªtica, quienes se llaman amigo o maestro acaban a tortazos
Temprano empiezan. Felipe y Guerra, que eran como el huevo y la patata de la tortilla, tardaron veinte a?os en mirarse torcidos. Carrillo sobrevivi¨® a s¨ª mismo, pero era una bomba de relojer¨ªa en un partido al que Stalin le hab¨ªa puesto su sello, y all¨¢ donde se desmadraban Sempr¨²n, Claud¨ªn o Pradera, se hac¨ªa borr¨®n y cuenta nueva. Ni el eurocomunismo alivi¨® esa fiebre.
Los siguientes, en cada una de esas escalas, han afilado los colmillos de la misma manera; a Rubalcaba le dijeron s¨ª, por poco, en Sevilla, y un mes m¨¢s tarde ya no quedaba nada de la tregua. Y luego, en la era S¨¢nchez, a ¨¦ste le crecieron pronto los colmillos y entre todos se los mellaron de cuajo, y ¨¦l se fue a la calle, buscando un coche.
?En el Partido Popular? Eso es una novela noruega, que cuando acaba empieza otra vez. Nombres propios, de ciudades tambi¨¦n: Valencia, Esperanza, Mariano, Rita, Aznar, Fraga, Paco Camps. Pocos se dieron cuenta, pero hab¨ªa que ver esa mirada de Aznar a Fraga en Valencia; la gente se fij¨® solo en la mirada de Aznar a Rajoy. Pero la de Aznar a Fraga era un cap¨ªtulo de House of cards, no te metas en mi sitio, aparta, viejo,o, si me permiten, del Milenio sueco, tan lleno de sangre.
La amistad no hace buena cama en la pol¨ªtica, desde C¨¦sar a Aznar, por poner a dos campeones
?Y ahora? Todav¨ªa no se ha puesto en la pantalla la pel¨ªcula G¨¹rtel, pero ya se sabe qu¨¦ pas¨® con la B de B¨¢rcenas, una pel¨ªcula de terror y enemistad en la que Casablanc le puso la cara de demonio a las dos partes.
Si entras con un cuchillo en la mantequilla de los partidos (de los catalanes, de los gallegos, los vascos son m¨¢s sosegados, de los andaluces, de los canarios¡) encontrar¨¢s una nuez que sangra, y esa nuez la partieron los amigos.
?Los amigos? La amistad no hace buena cama en la pol¨ªtica, desde C¨¦sar a Aznar, por poner a dos campeones, desde Washington a Trump, por poner a otros dos campeones de ligas distintas. Quienes m¨¢s dicen ¡°amigo¡± o ¡°maestro¡± para referirse a otro son los actores y los periodistas. Y los pol¨ªticos, si lo sabr¨¢ Romanones, menuda tropa. Hay una famosa an¨¦cdota que contaba Jes¨²s de la Serna sobre dos periodistas que se llevaban a matar, como Jack Lemmon y Walther Mattau; un d¨ªa uno le grit¨® al otro ¡°??Maestro!! Y el otro lo mat¨® con la mirada, dici¨¦ndole: ¡°??M¨¢s maestro ser¨¢s t¨²!!¡±.
No nos llevamos bien, no se llevan bien. Y los que dicen lo contrario hacen como Pablo Iglesias e ??igo Errej¨®n, que antes de esta trifulca de Navidad, hashtag por medio, han roto las paces selladas, para beneficio de las redes sociales, tan alimentarias, con un beso que dio la vuelta al ruedo.
Aqu¨ª, en la pol¨ªtica, decir amigo o decir maestro lleva detr¨¢s el tortazo
Eso de los besos. Dejan sabor amargo o dulce, y este debe saberle ahora a perros, porque se rompi¨® por donde m¨¢s dulce hab¨ªa: se dijeron tanto, por carta, amigo, compa?ero, amor¨ªos tan varios, que cuando explot¨® la pus ya estaba todo el cuerpo contagiado. El cuerpo de Pablo, el cuerpo de ??igo, y salieron a la calle a tortazo limpio. En la jerga actual tortazo se llama tuit, esa palabra de pajarillos.
La pel¨ªcula la hab¨ªamos visto, en el PSOE, en el PCE (?recuerdan el PCE?), en el PP, entre gallegos, entre andaluces, entre canarios¡ Aqu¨ª las parejas que han sobrevivido son, ay, qu¨¦ a?os, las de Segarra y Gensana, las de Mauri y Maguregui y todas aquellas que fueron bendecidas por el dios del f¨²tbol viejo.
Aqu¨ª, en la pol¨ªtica, decir amigo o decir maestro lleva detr¨¢s el tortazo. A veces se ve, como ahora, y a veces se sirve fr¨ªo, como la sopa envenenada. En el caso que ahora nos ocupa, podr¨ªa decirse eso que dicen los canarios cuando la gente se pelea por las herencias: ¡°?Temprano empiezan!¡±.
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