Angustias post-populistas
Argentina y Brasil luchan por salir del desastre pol¨ªtico y la corrupci¨®n econ¨®mica heredada
Brasil y Argentina dejaron atr¨¢s sus Gobiernos populistas, pero no por ello dejan de vivir en medio de zozobras. Tras la d¨¦cada de mejores precios internacionales de la historia conocida (2003-2012), con Gobiernos que dilapidaron los enormes excedentes de la bonanza, no es f¨¢cil luego equilibrar las cuentas ni, mucho menos, retomar un crecimiento genuino. Como dice el personaje de Carlos Fuentes en La silla del ¨¢guila, los pueblos juzgan m¨¢s por lo que ven que por lo que comprenden y hoy observan, m¨¢s que la herencia recibida, su dif¨ªcil administraci¨®n.
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El Gobierno de Macri, emanado de elecciones limpias, con un buen equipo ministerial y un estilo abierto de di¨¢logo pol¨ªtico, cumple ya su primer a?o con un buen balance. Enfrenta, sin embargo, el creciente ruido pol¨ªtico provocado por las elecciones parlamentarias del a?o venidero, que llevar¨¢n todo un a?o de campa?a.
De las Administraciones kirchneristas se hered¨® un desastre: un default de deuda externa largamente estirado, unas tarifas p¨²blicas viciadas por gigantescos subsidios, un mercado cambiario encepado, el Estado distorsionado en sus estructuras y hasta un instituto oficial de estad¨ªsticas organizado para mentir. En este primer a?o, de todo eso se sali¨®. Y tambi¨¦n se restableci¨® un clima pol¨ªtico que estaba quebrado por la intolerancia del constante arrebato ret¨®rico de la se?ora Kirchner contra los ¡°conspiradores¡± de adentro y de afuera, que en el mundo entero intentaban ¡°desestabilizarla¡¡±. La prensa se liber¨® de intolerables presiones, como las ejercidas sobre Clar¨ªn.
No es poca cosecha, entonces. El problema es que se cre¨® la expectativa de una retomada r¨¢pida del crecimiento y una mejor¨ªa de la enorme deuda social (30% de pobres). El pa¨ªs crey¨® que era m¨¢s f¨¢cil salir del desastre, cuya magnitud no fue difundida claramente. Se va en buen rumbo, pero las inversiones que se esperaban vienen llegando a ritmo lento, ning¨²n gran producto de exportaci¨®n mejora, el mercado brasile?o sigue planchado y el chino crece a menor velocidad.
La cuesti¨®n es que los reclamos aumentan cada semana que nos acercamos a la elecci¨®n y el Gobierno, sin mayor¨ªa parlamentaria, debe hacer malabarismos. La gran inc¨®gnita, a su vez, es qu¨¦ ocurrir¨¢ con el peronismo, si se reunificar¨¢ o si el sector moderado intentar¨¢ acabar con el kirchnerismo, cuya corrupci¨®n ha quedado en evidencia con una flagrancia sin precedentes: la filmaci¨®n de un ministro, en la madrugada, saltando la verja de un convento para esconder paquetes con millones de d¨®lares que iban entrando las nobles monjitas, super¨® todo lo conocido¡
Los juicios han llevado a la c¨¢rcel a ministros y parlamentarios relevantes del Gobierno brasile?o
La situaci¨®n brasile?a es bastante peor. La ca¨ªda de su enorme econom¨ªa (s¨¦ptima del mundo) sigue inexorable: 3% este a?o, sumado a otro 3% en 2015 y a otro registro negativo en 2014. Su ¨²ltimo gran a?o fue 2010 (7,5%) en medio de la bonanza internacional, pero a partir de all¨ª el mal manejo de la econom¨ªa en el segundo Gobierno de Lula y el corto lapso de Dilma, llev¨® a una progresiva ca¨ªda. El PT, luego de una primera Administraci¨®n de Lula razonable, se embriag¨® del af¨¢n de perpetuarse y organiz¨® una maquinaria depredatoria del Estado, basada en la gran empresa petrolera (Petrobras). Se arreglaban las licitaciones a cambio de sobornos, hasta un l¨ªmite no conocido. Los juicios han llevado a la c¨¢rcel a ministros y parlamentarios relevantes del Gobierno, junto a los mayores empresarios, que procuran mejorar su posici¨®n judicial ofreciendo delaciones privilegiadas. Estos d¨ªas los titulares de la gran empresa constructora Odebrecht se han comprometido en los tribunales a devolver 2.000 millones d¨®lares y seguir denunciando a los pol¨ªticos que sobornaban.
La debilidad est¨¢ en que la tarea de limpieza la debe hacer un Gobierno presidido por un vicepresidente asociado a la anterior Administraci¨®n, que asumi¨® hace seis meses despu¨¦s del juicio pol¨ªtico a Dilma Rousseff. Ello ha facilitado la movilizaci¨®n del PT en su contra y un indisimulado apoyo de los movimientos de izquierda internacionales.
Lo reconfortante es que en la ¨²ltima elecci¨®n de gobernadores y municipios, el PT fue barrido en todas las grandes ciudades y perdi¨® San Pablo ante un candidato del PSD (el partido de Fernando Henrique Cardoso, Serra y A¨¦cio Neves). Lo malo es que los juicios no terminan, por sospechas han ca¨ªdo ya seis ministros y la econom¨ªa no remonta. Temer encara su Gobierno con la idea de ser una transici¨®n y de ordenar financiera y administrativamente el pa¨ªs. Lo viene haciendo, pero en medio de huracanes, rayos y centellas.
Julio Mar¨ªa Sanguinetti fue presidente de Uruguay.
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