Lewis Hamilton sobre la pol¨¦mica de ¡®Call of duty¡¯, juego que patrocina: ¡°Odio la guerra, pero es parte de nuestra vidas¡±
El piloto de F¨®rmula 1 sortea veloz la pol¨¦mica que le persigue. No va a hablar de Rosberg, pero s¨ª de su intervenci¨®n en la 14? entrega del famoso juego
No quiere ni hablar de Nico Rosberg. La pol¨¦mica persigue a Lewis Hamilton (Stevenage, 31 a?os), pero el piloto est¨¢ decidido a correr m¨¢s r¨¢pido que ella: su sublevaci¨®n en el circuito no debe contaminar su lucrativa imagen p¨²blica. Recapitulemos. Cuando su compa?ero del equipo Mercedes rozaba la victoria, Hamilton ignor¨® las indicaciones y el protocolo y aminor¨® para dejar que otros coches le adelantasen y as¨ª pudiesen arrebatarle el triunfo a Rosberg. No sirvi¨® de nada, porque el alem¨¢n se proclam¨® campe¨®n. Nico Rosberg ha decidido retirarse, mientras que Hamilton est¨¢ contando billetes: adem¨¢s de todo lo que gana como piloto tiene diferentes negocios. Su intervenci¨®n en el videojuego Call of Duty: Infinite Warfare (que, casualmente, la parece "el mejor juego de nuestra generaci¨®n") es lo ¨²nico que le interesa en estos momentos, hasta el punto de prohibir cualquier pregunta relacionada con la F¨®rmula 1.
Call of Duty: Infinite Warfare es la 14? entrega de la saga de videojuegos de guerra en primera persona m¨¢s popular del siglo XXI. Lewis Hamilton ha dado vida y rasgos f¨ªsicos a un ingeniero que aparece durante un par de minutos en una de las misiones. "Call of Duty es muy real" explica Hamilton, "todos tenemos miedo de la guerra, pero a la vez queremos imaginarnos c¨®mo fueron las dos guerras mundiales, c¨®mo es el combate". Este g¨¦nero lleva a?os recibiendo cr¨ªticas por parte de asociaciones de padres preocupados, que consideran que hace que la violencia parezca una fiesta. Se trata de un debate irreconciliable, tan antiguo como el Amstrad, pero Hamilton promete que no es m¨¢s que diversi¨®n. "Odio la guerra, en general, es una cosa innecesaria que tenemos en nuestro mundo, pero es parte de nuestras vidas. [Call of Duty] es como jugar al laser-tag, y a la vez es una competici¨®n".
Esta disciplina y obstinaci¨®n por ganar a toda costa ha generado cierta controversia alrededor de su imagen p¨²blica que ¨¦l ha sabido transformar en un rentable negocio. Su condici¨®n de celebridad a menudo roba titulares a su carrera profesional: le gusta mucho salir de fiesta con famosos, varios pol¨ªticos le criticaron por mudarse a Suiza para pagar menos impuestos (tiene una fortuna estimada en m¨¢s de 100 millones de euros) y su relaci¨®n intermitente con la cantante Nicole Scherzinger (l¨ªder de Pussycat Dolls) ha dado de comer a los tabloides durante a?os. "Mucha gente me observa, as¨ª que tengo que equilibrar y presentar una buena imagen para los j¨®venes" admite Hamilton, "pero eso no debe distraerme de vivir mi propia vida".
El brit¨¢nico se pas¨® cuatro horas posando para los dise?adores del juego, un proceso que le permiti¨® entender la complejidad que entra?a crear una aventura digital como esta. Lo hizo encantado, porque lleva toda la vida jugando a la consola. "La primera que tuve fue una Nes, luego me compraron una Sega. Me encantaban el Doctor Mario, el Zelda y los de Sonic. Juego desde que ten¨ªa 4 ¨® 5 a?os, pero en cuanto sali¨® el primer Call of Duty [Hamilton ten¨ªa 18 a?os] me enganch¨¦, y he jugado a todas las secuelas. Me quedaba todos los d¨ªas hasta las dos de la madrugada, jugaba 3 ¨® 4 horas cada noche". Y m¨¢s horas le habr¨ªa dedicado a la consola si el volante no le hubiera, seg¨²n sus propias palabras, robado buena parte de su infancia.
"Fue realmente dif¨ªcil. He corrido cada fin de semana desde que ten¨ªa 8 a?os, me perd¨ª la mayor¨ªa de mi infancia" recuerda Hamilton, "no viv¨ª un proceso de maduraci¨®n, tuve que crecer muy r¨¢pido y sin recibir las lecciones de vida adecuadas. De repente fui arrojado a la prensa, y tuve que hacer cosas para las que no te preparan en el colegio, como hablar en p¨²blico. Hice lo mejor que pude con las herramientas que ten¨ªa, y durante los ¨²ltimos diez a?os he aprendido a manejarme. Y no lo cambiar¨ªa por nada del mundo". Esta etapa de maduraci¨®n a empujones ha generado un v¨ªnculo entre Lewis Hamilton y el piloto espa?ol Fernando Alonso que hace que ambos sientan un gran respeto mutuo: "hemos crecido juntos a lo largo de los a?os. Hemos pasado de chavales a hombres en plena competici¨®n, y este viaje se traduce en un enorme respeto. Le considero uno de los mejores, si no el mejor corredor que ha habido".
Lewis Hamilton conserva a su mejor amigo del colegio (ten¨ªa pocos, y sufri¨® acoso escolar hasta que empez¨® a tomar clase de k¨¢rate para adquirir confianza en s¨ª mismo), pero no juega a la consola con ¨¦l. "Tengo un nuevo grupo de amigos, que son mis favoritos. Vienen a mi casa y jugamos a cada nueva entrega del Call of Duty. Tenemos 16 consolas, en un cine que tengo en la planta de abajo de mi casa, pero no son suficientes. A ver si convenzo a Microsoft de que me regale alguna Xbox m¨¢s. Necesito m¨¢s consolas". En ninguna de esas 16 consolas hay lugar para videojuegos de carreras. "S¨®lo juego al Call of Duty" insiste, "los videojuegos de carreras suelen ser bastante malos, y aburridos. Cuando conduces coches de verdad, los videojuegos no te satisfacen. Me gasto mucho dinero en Call of Duty. Quiz¨¢ podr¨ªan hacer un Call of Duty con coches de carreras, a eso s¨ª jugar¨ªa. Cada a?o compro ocho copias de Call of Duty, pero es dinero bien gastado".
A Hamilton tambi¨¦n le gusta gastar dinero en ropa. Le hemos visto m¨¢s de una vez sentado en primera fila en la Fashion Week de Par¨ªs, y ¨¦l aclara que la moda le ha atra¨ªdo desde peque?o. "Lo que pasa es que ahora tengo dinero para participar en el mundo de la moda. Hasta que no empec¨¦ a hacer dinero no pude involucrarme en ¨¦l. Vivimos en un mundo en el que la moda lo es todo, la gente se gasta mucho dinero en cosm¨¦ticos para tener mejor aspecto". Para ¨¦l, la ropa define la actitud de las personas. "Yo s¨®lo quiero sentirme c¨®modo con lo que llevo puesto" explica, "la ropa te aporta seguridad cuando vas a una reuni¨®n, cuando sales a cenar o cuando vas al trabajo. Estoy muy interesado en las personas creativas y en sus mentes. Me fascinan. La creaci¨®n de videojuegos es un proceso similar al de la moda o el dise?o de coches. Siento que puedo aprender de eso".
Lewis Hamilton seguir¨¢ aprendiendo a gestionar el triunfo durante los a?os de contrato que le quedan con Mercedes, donde ha conseguido volver a ser el ¨²nico ojito derecho. Y si queda segundo, es tan f¨¢cil como no hablar de ello. Desde que a los 12 a?os aprendi¨® a conducir uniciclos s¨®lo porque Nico Rosberg (su rivalidad arrastra casi 20 a?os) era un experto en ellos, la competici¨®n es la ¨²nica forma de vida que Lewis conoce. No obstante, Hamilton es de los que s¨®lo disfruta de la competici¨®n si ha ganado. A los 31 a?os, Nico Rosberg est¨¢ prejubilado y Lewis Hamilton aparece en videojuegos e ilustra la portada de Time (un logro inaudito para un piloto de F¨®rmula 1), donde le describen como lo m¨¢s parecido a una estrella del pop que existe en el circuito. El hombre detr¨¢s del mito, de la pol¨¦mica y del negocio sigue asomando t¨ªmidamente entre el ruido ensordecedor. "La gente s¨®lo ve lo que hago, casi siempre estoy con el mono puesto" aclara, "pero hago muchas cosas normales. El otro d¨ªa cocin¨¦ ternera".
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