El derecho a desconectar es bienvenido
Si Chaplin rodara hoy "Tiempos modernos" en lugar de apretar tuercas abrir¨ªa emails
?Quer¨ªan ustedes desconectar? ?En este instante? Permitan que les mantenga conectados unos segundos al m¨®vil, al ordenador o al soporte que hayan elegido para empezar este art¨ªculo, sobre todo si defienden ustedes precisamente el derecho a desconectar.
Si Charles Chaplin rodara hoy Tiempos modernos, y no en 1936, es muy probable que en lugar de apretar tuercas en una cadena de montaje a un ritmo imposible estuviera obligado a abrir correos electr¨®nicos m¨¢s r¨¢pidamente de lo que le permitiera su capacidad para procesarlos. En su genial pel¨ªcula, que ya dibujaba el estr¨¦s contagioso que se nos ven¨ªa encima, la aceleraci¨®n forzada era el elemento m¨¢s inquietante para arrojar tensi¨®n a la narraci¨®n y a nuestras propias vidas. Chaplin sufr¨ªa intentando mantener el ritmo y su propio cuerpo empezaba a sufrir espasmos al tratar de acoplarse a lo imposible.
Hoy no son tuercas lo que vemos en los botones de los compa?eros, como el obrero que protagonizaba esa pel¨ªcula y que intentaba apretarlos con su llave inglesa, sino megustas, respuestas pendientes, dobles rayitas azules de WhatsApp o correos que probablemente podr¨ªan esperar. Y que sin embargo no esperan. Francia estren¨® ayer el derecho a la desconexi¨®n, pr¨¢cticamente el ¨²nico cap¨ªtulo de la reforma laboral aprobada en 2016 que gener¨® consenso. Desde ayer, las empresas de m¨¢s de 50 trabajadores est¨¢n obligadas a fijar normas que limiten los horarios de conexi¨®n al m¨®vil o Internet de sus empleados para respetar (o forzar) su descanso de noche y en vacaciones. Seg¨²n la ley, el trabajador tiene derecho a 11 horas de descanso entre dos jornadas de trabajo.
Esta es la teor¨ªa en el papel, y a partir de ella llega la realidad. En Alemania, Volkswagen inici¨® en 2011 un bloqueo a los buzones de correo de 1.000 empleados, que fue extendiendo con notables excepciones, como las que afectan a sus ejecutivos o los departamentos que est¨¢n en contacto con otros husos horarios. BMW eligi¨® un modelo diferente: los empleados que prolonguen su jornada laboral a trav¨¦s de los dispositivos m¨®viles pueden pasar la cuenta. En Francia, empresas como Canon o Sodexo impusieron medias jornadas mensuales sin e-mail que no se cumplieron, seg¨²n cuenta Le Monde. Las experiencias han sido anecd¨®ticas o in¨²tiles ante una nueva realidad de empresas que se mueven ya en todos los horarios y que exigen respuestas ¡°para ayer¡± para mantener la productividad.
La ley aprobada en Francia puede ser tan dif¨ªcil de aplicar en tiempos de adicci¨®n a la inmediatez como la ocurrencia de F¨¢tima B¨¢?ez de que dejemos de trabajar a las seis, pero marca el camino de un debate necesario. La hiperproductividad genera estr¨¦s y la falta de descanso no nos va a ayudar. Bienvenido sea pues el derecho de desconexi¨®n, incluso aunque el enemigo est¨¦ en nosotros mismos. Y ahora s¨ª, ya pueden ustedes desconectar.
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