Criticar te puede llevar a la c¨¢rcel en L¨ªbano
Aunque burkinis y trikinis conviven en un pa¨ªs de tolerancia, crece la represi¨®n de la prensa
L¨ªbano es el pa¨ªs m¨¢s libre de Oriente Medio, dicen los ¨ªndices m¨¢s respetados. En las costas libanesas los burkinis se cruzan con los trikinis,como hacen los velos con las minifaldas en las calles. La burbuja art¨ªstica vive un apogeo extraordinario con la influencia de talentosos j¨®venes refugiados sirios. La comunidad LGTB dispone de espacios sociales como caf¨¦s y discotecas, raramente visitados por los hombres de la ley y el orden.
A estas leyes de tolerancia pactadas por consenso popular se interpone, sin embargo, una mir¨ªada de leyes que espor¨¢dicamente acaban dando con los huesos de un m¨²sico, homosexual, activista o periodista entre rejas. En 2011 les toc¨® a los adoradores del heavy metal. Varios j¨®venes que meneaban sus largas melenas al son de AC/DC o Met¨¢lica fueron arrestados y acusados de pertenecer a un grupo sat¨¢nico y ofender a los ritos religiosos. En 2012 fue el turno de los gais, cuando 36 homosexuales fueron detenidos en un conocido cine de Beirut y sometidos a vejaciones como la ¡°prueba anal¡± para atestiguar su ¡°crimen antinatural¡±.
Pero en 2015, comenz¨® el verdadero desaf¨ªo. Tras convivir durante meses con el hedor y monta?as de basura fruto de una mala gesti¨®n de deshechos, decenas de miles de libaneses salieron a las calles. Al canto de ¡°apest¨¢is¡± protestaron contra la corruptela de una casta pol¨ªtica que en petit comit¨¦ lidera el pa¨ªs desde hace d¨¦cadas. Cerrando el 2016, este ha sido el a?o de los ataques a la libertad de expresi¨®n con decenas de activistas, blogueros y periodistas encarcelados. Las t¨ªmidas denuncias de la prensa contra la omnipresente corrupci¨®n se han topado con la letra peque?a del C¨®digo Penal. Art¨ªculos como el 384 criminalizan toda cr¨ªtica al presidente o a los incontables hombres de la Rep¨²blica.
L¨ªbano estrena Gobierno tras 33 meses de vac¨ªo pol¨ªtico con una ristra de reformas legales pendientes que, de materializarse, puede evitar que otro colectivo se sume en 2017 a recitar entre rejas el conocido verso de Bertolt Brecht: ¡°Ahora vienen a por m¨ª, pero ya es demasiado tarde¡±.
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