Impuestos voluntarios

Una de las habilidades ling¨¹¨ªsticas del poder consiste en aparentar que todo lo que nos impone lo hacemos por propia iniciativa.

Eso es lo que subyac¨ªa en aquellas palabras de la secretaria de Estado de Inmigraci¨®n, Marina del Corral, cuando asever¨® en 2012 que la emigraci¨®n de los j¨®venes se debe a factores como su ¡°impulso aventurero de juventud¡±. No tard¨® en correr el chiste de que los africanos que llegan en patera est¨¢n en realidad practicando deportes de riesgo.

En abril de 2013, la ministra F¨¢tima B¨¢?ez llam¨® a la emigraci¨®n ¡°movilidad exterior¡±. Y el pasado 21 de diciembre, el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, abund¨® en que ¡°quienes salen fuera lo que muestran es una iniciativa, una inquietud, una amplitud de miras, una apertura a nuevos horizontes¡±.

Esa pulsi¨®n de transformar lo obligado en voluntario lat¨ªa ya en el cambiazo que nos dieron con ¡°austeridad¡±. La cercenadura de derechos sociales que ha producido esta crisis, y que el Gobierno implant¨® con entusiasmo y quiz¨¢s m¨¢s all¨¢ de lo necesario, se ha llamado ¡°austeridad¡±. Esta palabra defin¨ªa la decisi¨®n individual y voluntaria que consiste en renunciar a lujos y excesos. Pero ahora lo que se halla detr¨¢s de ese vocablo (he ah¨ª el cambiazo) no es la situaci¨®n elegida por una persona, sino la impuesta para todos por el poder. Y no se trata ya de prescindir de lo innecesario, sino de renunciar a lo imprescindible. Vaya una austeridad ¨¦sta. Se mantiene el prestigio del t¨¦rmino pero se suplanta su significado.

Un paso m¨¢s en esa tarea de que lo obligatorio parezca voluntario lo dio de nuevo el pasado diciembre la ministra de Trabajo. Los periodistas le preguntaron a F¨¢tima B¨¢?ez si el incremento en las recaudaciones fiscales anunciado por el Gobierno supone incumplir su promesa de no subir los impuestos, y la ministra respondi¨®: ¡°El Gobierno lo que ha pedido es un esfuerzo adicional en el ¨¢mbito de los ingresos (¡­)¡±. Y claro, el PP ¡°no ha incumplido la promesa¡± porque ese ¡°esfuerzo¡± se pide (otro cambiazo: ¡°esfuerzo¡± en vez de ¡°sacrificio¡±).

Tambi¨¦n la directora de Loter¨ªas dijo el 22 de diciembre en la radio que el reciente impuesto sobre los premios es un ¡°esfuerzo¡± que se pide a los ciudadanos. Como si los impuestos no nos vinieran impuestos. Como si los contribuyentes entregaran voluntariamente su energ¨ªa y su vigor para conseguir algo venciendo las dificultades (que en eso consiste el ¡°esfuerzo¡±). ?Subida fiscal? No: crecimiento de la solidaridad.

La palabra ¡°esfuerzo¡± menudea en el l¨¦xico del PP. Los logros en la reducci¨®n de gastos y en el incremento de ingresos se deben al ¡°esfuerzo¡± de los ciudadanos, representados as¨ª como atletas que intensifican su entrenamiento o como empleados que aceptan horas extraordinarias. Sin embargo, ese esfuerzo del que se habla no supone un desempe?o opcional y volitivo. Ese mal llamado ¡°esfuerzo¡± equivale a resignaci¨®n, da?o, penuria, miseria y otras palabras que han sido expulsadas del vocabulario general.

As¨ª pues, la emigraci¨®n obligada es voluntaria, la obligatoria austeridad es voluntaria, el aumento de impuestos supone un ¡°esfuerzo¡± que se pide y al que se responde a voluntad. Si usted siente un dolor, ser¨¢ porque quiere.

Esta manipulaci¨®n lograr¨¢ que acabemos vi¨¦ndonos como una entera sociedad de masoquistas.