La noche con Pedroche
En la moda las influencias pueden reconvertirse en homenajes
No la conozco mucho, pero aplaudo que Cristina Pedroche haya convertido su estilo en una referencia. Que pasemos las navidades esperando a ver lo que se pone. Es una vedette patri¨®tica, apareciendo enfundada en una capa tipo Ram¨®n Garc¨ªa con colores y justo antes de que acabe el a?o, zas, descubri¨¦ndonos un ba?ador estrellado, tan americano como el futuro presidente Trump al que todas y todos han criticado, pero al que deber¨ªamos agradecerle entrar en 2017 con pol¨¦mica y mucho brillo. Adem¨¢s, Pedroche nos ha recordado la diferencia entre glamour y elegancia. El glamour se adquiere y se transforma, no siempre gusta a todos, es m¨¢s poroso e inflado, adora llamar la atenci¨®n y entretiene. La elegancia es m¨¢s adulta y escueta y afortunadamente tiene poco que ver con la televisi¨®n.
Es significativo que hablemos con transparencia e ilusi¨®n del traje de Pedroche porque viene a decir que estamos optimistas. Como en un primer d¨ªa de rebajas. A pesar de que el padre de Cristina est¨¦ en paro, el desempleo ha descendido a finales de a?o. Se acercan tiempos mejores y por eso, como broche, tenemos a Pedroche. Todo lo que hace tiene guasa. Ha sido encantador ver a su marido, Dabiz Mu?oz, enfundado en el traje de su esposa del fin del a?o de 2015 en Instagram. En Chueca, el barrio gay de Madrid, han vestido a los Reyes Magos con los tres atuendos que la presentadora ha lucido en sus campanadas. O sea, que Pedroche est¨¢ coronada como sex symbol hetero e icono gay. Bravo. Y demuestra que la presentadora ha conseguido rejuvenecer las campanadas. Hacerlas m¨¢s millennial.
Y precisamente ha sido un millennial el que ha destapado la poca originalidad del traje lucido por Pedroche. Es un tema que en la noche de Reyes ha eclipsado todo. Ni siquiera las declaraciones de Esperanza Aguirre en contra de que la Gran V¨ªa de Madrid se haga peatonal (?viniendo de ella, que fue multada por aparcar de forma indebida en esa calle!), han podido con la ola de comentarios. Un bloguerito, Ralph Frew, que tiene tres mil seguidores en Instagram, descubri¨® que el dise?o de Pronovias para Pedroche resultaba muy similar a un cors¨¦ del c¨¦lebre Mr. Pearl, que fue vestido por Eva Herzigova y fotografiado por Helmut Newton en M¨®naco. O sea, una superproducci¨®n que ahora Pedroche y Pronovias nos han hecho m¨¢s televisiva, m¨¢s accesible. Tambi¨¦n hay plagios en las universidades, ?o no? En la moda las influencias pueden reconvertirse en homenajes que se vuelven nuevas tendencias. Y hay que aguantarse. Aunque la pol¨¦mica de la autor¨ªa pueda servir a los que odian el traje de Pedroche para castigarlo a¨²n m¨¢s, confirma que ella ha vuelto a dar la campanada.
En realidad, ?qu¨¦ es original hoy d¨ªa? Sobre todo en la moda y en el glamour. Puede que no seas original, pero todo tiene un origen. Y el traje, traje de ba?o, de Pedroche pasa por los ba?adores de la nataci¨®n sincronizada, donde Espa?a es ol¨ªmpica y nos lleva a Dita von Teese, la famosa artista del burlesque que es clienta de Mr. Pearl y una artista probablemente admirada por la presentadora. Un ba?ador de fantas¨ªa, al final, est¨¢ lleno de historia. Otro gol de Cristina.
Mariah Carey tambi¨¦n se puso un ba?ador dorado para despedir el a?o y acab¨® en burla social. Se descubri¨® que actuaba en playback, ella, la gran vocalista de los agudos m¨¢s altos. Fiasco, titularon los peri¨®dicos, una palabra que se escribe y significa lo mismo en ingl¨¦s y espa?ol. La cadena ABC asegura que la cantante no se present¨® a la prueba de sonido que hubiera evitado ese fiasco. Ya lo dice Raffaella Carr¨¢: ?Hay que ensayarlo todo! Quiz¨¢s el problema es que ni las cadenas ni los int¨¦rpretes quieren reconocer que en televisi¨®n se recurre al playback o pistas pre grabadas. Hace unos a?os, Mar¨ªa Jos¨¦ Cantudo recibi¨® acusaciones de que la voz que se escuchaba en sus espect¨¢culos era la suya pero proveniente de un cassette pre grabado. As¨ª se acu?¨® el t¨¦rmino ¡°en riguroso playback¡±. Un ejercicio m¨¢s artesanal, pero m¨¢s sincero que la tecnolog¨ªa alrededor de Mariah, pero est¨¢ claro que en tiempos de la Cantudo y en los de Carey, la voz es un arma arrojadiza. Cantudo, finalmente, gan¨® un juicio contra esas acusaciones, pero se retir¨®.
Por todo ello, solo pido que 2017 sea como el traje de Pedroche. Con curvas y brillos. Pol¨¦mica y entretenimiento.
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