P¨®nganse c¨®modos

"Hygge puede ser familias y amigos reunidos para comer, con el comedor a media luz. O puede ser el tiempo que pasas solo leyendo un buen libro. Funciona mejor cuando no hay un espacio vac¨ªo demasiado grande alrededor de la persona o de la gente". Esto declaraba a la BBC, en octubre de 2015, Susanne Nilsson, profesora de dan¨¦s en Londres, cuando le pidieron una definici¨®n de hygge, ese concepto de felicidad a la n¨®rdica que este a?o se ha vuelto ubicuo y que, a pesar de basarse en caf¨¦, mantas mullidas, jerseys de lana y galletas de canela, dicen que tambi¨¦n puede abrazarse en verano, aunque no quepas en el ba?ador de tanto pastel frente a la chimenea que te has zampado en febrero para combatir el fr¨ªo y el fallecimiento de Carrie Fisher.

Para quienes no tenemos un jersey con motivos navide?os y tendemos a dejar demasiado espacio entre nosotros y los dem¨¢s humanos, 2016 ha sido un a?o terrible. Hemos salido a por respuestas y solo nos han dado m¨¢s preguntas y fotos en Instagram de mujeres rubias leyendo en la cama. No es de extra?ar que terminemos considerando refugiarnos en los daneses (y en el chocolate y en las velas arom¨¢ticas), pues parece que solo ellos y Gwyneth Paltrow ¨Cen su web recomendaba un kit se supervivencia por 12.000 euros cuya ¨²nica pega era que tardaban cinco semanas en enviarlo y, como est¨¢n las cosas, en ese tiempo se te mueren dos ¨ªdolos del pop y se te van de la UE tres estados- han sido capaces de ofrecer soluciones para llevar con dignidad el Brexit y la muerte de George Michael. A falta de ideas, buenas son galletas.