Humanidades
Una vez repuesto de la relativa sorpresa que supone que, en su art¨ªculo C¨®mo no defender las humanidades del pasado 6 de enero, el decano de la Facultad de Filosof¨ªa de la UNED se muestre m¨¢s preocupado por desmontar las presuntas mentiras y falacias de los defensores de las humanidades que por argumentar a favor de aquello que ni ¨¦l mismo discute que se encuentra severamente amenazado (la filosof¨ªa), me atrevo a formularle una petici¨®n. Ser¨ªa de agradecer que cuanto antes el Dr. Zamora Bonilla expusiera aquellos aspectos que nos anuncia al final de su escrito, esto es, tanto las razones ¡°m¨¢s afinadas¡± con las que defender la filosof¨ªa y las humanidades en general, como las condiciones en las que, nos asegura, su ense?anza tendr¨¢ los efectos m¨¢s deseables. Tal vez, parafraseando la c¨¦lebre carta de Wittgenstein, en lo no dicho en el art¨ªculo publicado se encuentre la clave para entender mejor lo que en ¨¦l hemos podido leer.¡ª Manuel Cruz. Barcelona.
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